Capítulo 34

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Escucho un fuerte estruendo, Mingyu está arrojando algo, de nuevo. Es obvio que no puede controlar su temperamento por tal motivo actúa de esa manera. Internamente siento que se lo merece. Su vida parece haber sido encadenada por alguien que no conoce, no ha podido encontrar ningún rastro del criminal, y mucho menos su identidad. Después de un tiempo Choi salió de la oficina con una cara completamente preocupada.

—Puede que en cualquier momento pierda mi trabajo.
Choi suelta un suspiro.

En silencio ordeno los documentos para luego entrar en la oficina, cuando estoy adentro lo primero que llama mi atención es el desastre alrededor, todo está desordenado como si un huracán hubiese pasado. Incluso la pesada silla de cuero, en la que siempre se sienta, se encuentra al revés. No parece demasiado difícil dado que Mingyu tiene unos músculos firmes en todo el cuerpo. Me acuerdo cuando me cargó y subió las escaleras de la mansión, nunca suspiró de cansancio en absoluto. La única vez que lo escuchaba respirar con dificultad era cuando teníamos sexo. Ahora que lo pienso no sé porque ese día Mingyu no usó la fuerza, era más fácil someterme usando la fuerza que usando feromonas. ¿Por qué uso feromonas en mí?Quizás porque resultó más fácil que usar la fuerza o tal vez porque pensó que era divertido controlar a un Omega con las feromonas.

De cualquier manera, los resultados hubieran sido los mismos. Doy una mirada rápida a la silla de cuero que se encuentra boca abajo en el suelo y luego dirijo mi mirada hacia Mingyu quien tiene un cigarrillo en la boca mientras barre su cabello con una mano. Espero en silencio hasta que enciende el cigarrillo y de una bocanada.

—Si va a reemplazar al equipo de seguridad, avíseme con anticipación. No es fácil establecer un equipo de seguridad con Gammas.

—Lo sé. No lo voy a reemplazar.

Mingyu aprieta los dientes.

Entonces es poco probable que Choi pierda su trabajo. No me arrepiento de lo que he hecho. Me acerco para entregar los documentos.

—Se trata de una fiesta el fin de semana. Verifique la parte marcada y si tiene algo que agregar, hágamelo saber hoy.
¿Qué pasa con su pareja? ¿Debo ordenar la lista?
Mingyu me mira con los ojos entrecerrados y la llama en la punta del cigarrillo se enciende mientras él lentamente le da una calada.

Después de escupir el humo habla:
—Trae la lista.

—De acuerdo.

Me despido e intentó dar la vuelta, pero de repente Mingyu me detiene.

—Quédate ahí.

Abre la boca con una mueca y me veo obligado a obedecer su orden.

—Sí.
Me detengo y espero.

Dudo antes de detenerme, pero parece que Mingyu habla en serio. Luego de un momento camina hacia donde estoy, a medida que se acercaba con cada paso, mi corazón comenzaba a sacudirse por la inquietud. Mingyu me mira con los ojos entrecerrados y se detiene a un par de pasos antes de llegar a mí.

Mingyu, que no ha dicho ni una sola palabra hasta entonces, extiende la mano. Tan pronto como sus largos dedos tocan mi mejilla, me asusto y mis nervios comienzan a ponerse en alerta. Se quedó así por un instante. Mi respiración se volvió cada vez más pesada, pero no era mi cara lo que estaba mirando. Está mirando mis orejas.

Mingyu inclina la cabeza de repente Y sin tiempo a escapar entierra su nariz en mi cuello, por un momento contengo la respiración por la sorpresa. Mi corazón late como loco Permanezco quieto, incapaz de respirar. Mingyu inhala fuertemente en mi oído y exhala lentamente, el aliento caliente me hace cosquillas. Después de un rato, vuelve a comprobar si hay olor. Poco a poco repite lo mismo hasta bajar a mi cuello...continúa por mi clavícula y regresa hacia el lóbulo de mi oreja. Mientras que yo solo atino a quedarme allí, inmóvil.

KML - Meanie - MinwonWhere stories live. Discover now