Capítulo 5

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Así que mamá, todavía no tengo idea sobre el matrimonio. Ya se lo había dicho una y otra vez, aun así, escuché una voz nerviosa a través del auricular.

—Pero Wonwoo, te estás haciendo mayor. Tienes que encontrar a alguien. Respiré hondo y exhalé.

—No tengo intención de casarme ahora.

—Incluso, si no lo piensas, conoce gente o… ¿Pretendes casarte desde el principio y sin conocerse? ¿Te preocupa porque cambiaste a Omega? Cuando eras Beta eras un poco más fácil, incluso había chicas Omega que te gustaban; ellas dieron a luz fácilmente, no es difícil. ¡¡Si puedes!!

—¡Mamá, mamá!
No pude soportar más su conversación y la interrumpí:

—No hay necesidad de casarme con un Alpha. Puedo casarme con una chica Beta.

—Si te casas con una mujer Beta, no puedes tener hijos. Por supuesto, cuando te cases, deberías tener hijos. Y para hacer eso, tienes que casarte con un Alpha. Es difícil encontrar a una mujer Alfa lo sé, pero no podrás tener hijos si te involucras con una mujer Beta u Omega. Necesito encontrar a alguien decente, ¿no…? Quizás puedo buscar a un Alfa hombre. ¿No sería sorprendente si te casaras con un hombre?
De repente sus palabras se cortaron y una voz intervino.

—Hermano, ¿cómo estás? ¿Todo está bien? ¿Necesitas algo? ¿Te gustaría que te enviáramos un bocadillo o algo así?
Me sentí aliviado por la voz que salió presurosa del auricular.
Sin querer sonreí y pregunté:

—Estoy bien hermana. ¿Necesitas algo?

—¡Por supuesto! Puedes mirar mi lista de deseos en Amazon. Después de que prometí hacerlo, le pedí que me pasara con mi hermano menor, el cual respondió fríamente.

—¡¡Mi hermano también está sufriendo!! Recibe mucho dinero, pero a cambio sufre mucho. ¿Quién quiere dinero fácil? Hasta luego descansa, cuelga. ¡Adiós!

—Bohyuk, ¡tienes que darme el teléfono!
Escuché la voz de mi madre, pero el teléfono simplemente se colgó. Sólo entonces pude exhalar profundamente. Cuando le confesé por primera vez mi transición a Omega, mi madre se puso pálida justo antes de que se desmayara. Fue lo mismo con mi padre, no pudo contener su conmoción.

Afortunadamente, Bohyuk, fue el primer hermano que no se volvió loco.

—Entonces, ¿qué haces durante el ciclo de calor? Mis amigos no salieron de la casa después de tomar la medicina. ¿Y tu hermano?

—... Será similar —respondí.

—¿Vas a vivir en América de todos modos? Entonces, ¿no es realmente un problema? Hay mejor medicina en los Estados
Unidos...
En ese momento, mi hermano menor todavía era joven.

El hecho de que solo un hijo se convirtiera en Omega sorprendió a mis padres; les tomó un año poder asimilar la noticia. El ambiente en la casa era pesado, y mis padres a menudo evitaban mirarme. Solo mis hermanos fueron reconfortantes, pero hay muchas maneras de adaptarse. Fue difícil tomar los medicamentos para calmar mi cuerpo.

Desde entonces, mi madre se vio obligada a buscarme pareja para poder casarme. Al principio comenzó como una sugerencia, pero la intensidad fue aumentando gradualmente, hasta hacerse muy explícito. Cada vez que lo hacía, mi respuesta era fija, aunque no sabía cuánto tiempo iba a aguantar. Todos serían empujados a casarse en algún momento.

Por un instante, parpadeé y sacudí la cabeza.

Cuando abrí el refrigerador, estaba vacío. Era natural. Había estado en casa toda la semana, me senté frente al refrigerador con la puerta abierta por un rato, pero eso no cambió la situación.

Suspiré con la cabeza gacha.

Tenía que salir a comprar cualquier cosa, no podía quedarme en casa para siempre. Decidí tomar el coraje, en realidad no era nada, solo necesitaba dar un par de pasos, pero mover un pie era difícil. Los pensamientos seguían inundando mi cabeza si me quedaba en casa sería más difícil. ¡Tenía que salir! Me decidí y me moví, me llevó más de una hora prepararme antes de pararme frente a la puerta principal. Antes de salir, tomé un par de inhibidores. Cuando apenas abrí la puerta después de varios intentos, pude notar que el sol era brillante.

✤✤✤✤✤✤

Había renunciado muy pronto así que tenía que tomar medidas urgentes, todavía tenía muchas cuentas pendientes, préstamos, gastos de manutención, dinero para enviar a la casa, en fin.

La noche en que renuncie, de alguna manera llegue a casa con la ayuda del personal de seguridad. Sinceramente, no me acordaba bien. Tan pronto como entré a la casa, coloqué todas las cerraduras, y me senté en una silla frente a la puerta, luego tomé una pastilla para dormir.

No fue hasta más noche que desperté, después de hacer cualquier cosa, me quedé dormido nuevamente. Después de pasar un fin de semana completo de quedarme dormido frente a la puerta, me levanté antes de lo habitual y comencé a prepararme para ir al trabajo, pero tenía un problema, no podía abandonar la casa.

Me paré en la entrada, aunque dudé varias veces antes de abrir. Quería llamar a un taxi, pero también tenía miedo de que aquel hombre fuera un Alpha. Sin embargo, me vi obligado a sentarme en el asiento del conductor mientras observaba repetidas veces si las puertas estaban cerradas, estaba bajo un estrés considerable hasta que me fui a trabajar. A pesar de estar rodeado de varias personas por todos lados, estaba ansioso porque sentía que estaba expuesto. Mi boca se mantuvo seca. Cuando apenas llegué a la compañía, mi frente estaba sudando, incluso cuando encendí el aire acondicionado al máximo.

—Hola, Wonwoo.
Jeongyeon me saludó enérgicamente al mismo tiempo en que iba a la oficina.

—¿Qué haces? ¿Sucedió algo importante?

—No —respondí como siempre—. Debido a que estoy renunciando estoy sacando mis cosas.

—¿Renuncia?

—¿Renuncia?
Finalmente, otro empleado que había llegado a la oficina gritó detrás de Jeongyeon. Continué sacando mis cosas del escritorio con una cara inexpresiva. Las cosas en mi oficina que estaban conectadas a la oficina del presidente ya las había sacado, todo lo que restaba por hacer era organizar la oficina del secretario.

—Si necesitan algo, tómenlo si no, tírenlo.

—¡Wonwoo!
Jeongyeon y algunos otros empleados se sorprendieron y me miraron sin saber qué hacer, incluso, otra secretaria que entró y cerró la puerta, a la cual fingí no conocer, también lo hizo.

—Jeongyeon, te entregaré todas mis responsabilidades porque eres la líder del equipo. En el futuro, mi oficina que está conectada con la oficina del presidente, es tuya. Simplemente mueve todo allí y úsalo. Compra lo que necesites, esto será manejado como un gasto de la empresa. Ahora que ya lo sabes, centrémonos en cosas importantes.

—Wonwoo, es tan repentino...

—Este es el horario del Sr. Kim para un mes a partir de hoy. Se clasifica por color, por lo que puedes ajustarlo al preguntarle. Es necesario su aprobación para adaptar este color en específico. Este es un horario anual. En primer lugar, hemos marcado lo que se ha decidido, para que pueda escribirse en el calendario del próximo año.
Jeongyeon estaba tan ocupada contemplando y escribiendo mis palabras mientras que continuamente estaba entregándole papeles. Le expliqué de manera breve los detalles de cada departamento, los informes que se publicaban cada mes, los planes de los próximos meses, entre otras cosas más.

Cada que terminaba una parte, le preguntaba: "¿Hay alguna pregunta que no entiendas?"

Cuando finalmente le entregué el último documento y concluí, Jeongyeon me miró con una cara confusa.

—... ¿Es todo?

—Sí, si no te acuerdas de algo solo llámame. Te lo haré saber de inmediato. —Recogí mis cosas y me dirigí a la salida—. Gracias a todos.

—¿El Sr. Kim lo sabe?
Otro empleado me preguntó, por lo que respondí imprudentemente a su mirada desesperada con la clara intención de detenerme.

—Se lo informe este fin de semana al Sr. Kim, tiene conocimiento sobre mi renuncia.
Pude notar su cara avergonzada, me sentí un poco mal por la forma en que respondí así que me reí brevemente y dije:

—Solo volvería si el Sr. Kim me da el 5% de las acciones de K Entertainment.
Sonreí y abrí la puerta de nuevo.

Jeongyeon intentó detenerme

—Yo, Wonwoo… No creo que pueda hacerlo, ni siquiera podré verlo mañana —dijo Jeongyeon en el pasillo.
Cuando vi su rostro lleno de miedo, sacudí la cabeza suavemente, ya había tomado una decisión.

—De ahora en adelante deberás hacerlo Jeongyeon. Cuando me di la vuelta, Jeongyeon ya no me llamó.

Al llegar a casa, puse todas las cerraduras y me incliné sobre una silla.

Todo eso había ocurrido la semana pasada. Después de ello, permanecí inactivo todo el tiempo, encerrado en casa. Las llamadas telefónicas de Jeongyeon que se habían realizado con frecuencia durante dos días seguidos, habían ido disminuyendo gradualmente. Me sentí un poco triste, pero la realidad era esa, no importaba quién se hubiera ido, al final, siempre había un remplazo, esa era la ley. Sacudí mis pensamientos y giré en una curva hacia el estacionamiento.

Mañana buscaría un nuevo trabajo.

✤✤✤✤✤✤

Mi celular había estado sonando durante un rato así que cuando lo saqué y vi un número desconocido en la pantalla, me sorprendí. Por un momento dudé en contestar, aunque pronto acepté la llamada.

—Si...
Entonces, hubo un gritó:

—¡Oye, maldito hijo de puta! ¿Cómo fue que sucedió esto? El sonido de su voz fue tan fuerte que sentí que mi tímpano me dolió.

—... ¿Quién eres? —pregunté, pero continuaron gritando con una voz aguda.

—Perro, hijo de puta. ¡¿Cómo puedes hacerme esto?! El grito había sido molesto y difícil de escuchar. Sin embargo, en el momento en el que intenté colgar recordé quién era ella.

—¿Señorita Eunha?

—Sí, hasta ahora lo sabes. Estúpido niño.
Si hubiera estado frente a ella, la hubiera golpeado. Por supuesto, eso era solo una idea, incluso si así hubiera sido la situación nunca le hubiera puesto un dedo encima. Ella solo suspiró y espere hasta que sus sentimientos disminuyeron para tener la oportunidad de hablar. Entonces me subí al auto con el teléfono fuera de mis oídos.

—Srta. Eunha.

—¿Qué?
Tan pronto como la llamé sin perder una oportunidad, inmediatamente atacó. Me senté en el asiento del conductor, cerré la puerta con llave y deliberadamente hablé más despacio y más tranquilo que de costumbre.

—Escúcheme no sé qué paso, pero no puedo resolverlo. Después de hablar mecánicamente, recordé el hecho de que había renunciado.

—¿Qué pasó? ¿Por qué Mingyu está saliendo con esa perra? ¿Se atreve a terminar conmigo para ir a jugar con esa maldita puta?
Parecía que había un artículo en alguna parte. Cuando trabajaba, era natural mirar las noticias o escanear artículos a primera hora de la mañana, pero no lo sabía porque había estado casi todo el día acostado en la cama desde que renuncie.

Le respondí con calma:

—Su relación con el Sr. Mingyu ya fue resuelta y acordada. ¿Firmó los papeles? Además, ya no me importa la privacidad del Sr. Kim.

—¡Eso fue antes de que se metiera con Nayeon! ¿Por qué es esa perra?

—Sr. Eunha. —Abrí la boca mientras ella respiraba por un momento—. Entiendo la situación, pero no hay nada que pueda hacer. Dejé la compañía.

—¿Qué? ¿Qué? ¿No hay nada que puedas hacer? —De repente se detuvo—.
¿Te fuiste? ¿En serio?

—Sí. Ha pasado una semana.
En mi respuesta tranquila, ella tartamudeó notablemente consternada.

—Bueno... Entonces, ¿cómo le puedo hacer? ¿A quién debo contactar?
Su tono fue más cortés. Un cambio repentino, me sorprendió y respondí:

—Bueno, llame a la compañía. Todavía hay otros empleados. Eso fue todo lo que pude responder. Sin embargo, no me fue posible dar la información de contacto de Jeongyeon libremente. Pensé que estaba avergonzada y colgué después de contestar.

—Lo siento.
Estaba avergonzado, pero no dude no hubo tiempo de lamentarme e inmediatamente llamé a Jeongyeon.

—¿Jeongyeon?

—Oh, Wonwoo. ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo estás?
Estaba notablemente contenta, pero no era hora de saludar.

—Te llamará la Srta. Eunha, no le gusta la nueva pareja del Sr. Kim. El ambiente no es bueno, así que por favor habla bien y tranquilízala.

—¿Sí?

—Eso es también es parte del trabajo que debes hacer Jeongyeon. Creo que esto va a suceder en el futuro de todos modos.
Jeongyeon respondió con un “sí”. Sentí pena por ella, pero no pude evitarlo. Si no me hubiera ido, yo lo hubiera resuelto.

—Gracias, Wonwoo. Me llamaste por adelantado.
Detrás de escena, escuché un teléfono sonar en la oficina. Parecía que otra secretaria estaba recibiendo la llamada de Eunha así que colgué después de alentarla.

Cuando volví a casa, me sentí mejor. Realmente me daba cuenta de que había renunciado, por lo que debía encontrar un nuevo trabajo. Todo iba a estar bien con el tiempo.

Pensé en limpiar el refrigerador y hacerme de comer una pasta.

Había estado viendo televisión durante mucho tiempo, pero no había nada que ver. Mientras pasaba los canales, veía un momento una pequeña comedia o programa. Poco después, me fui a la cama y me quedé dormido.

✤✤✤✤✤✤

Ding dong. Ding dong.

Me desperté con una campana sonando fuerte en mis oídos, me llevó un tiempo poder asimilarlo antes de que pudiera despertar por completo. Parpadeé en blanco mientras estaba acostado. Mientras tanto, la campana continuó sonando fuerte.

—¿Quién… quién es?
Mi voz tembló por si sola. Después de la medianoche me preguntaba quien vendría a mi casa. Entonces, un miedo desconocido sacudió mi cabeza. De pie en medio de la sala de estar, mi cuerpo se endureció sin poder hacer nada, había una voz impensable al otro lado de la puerta.

—Abre la puerta, soy yo.
Era la voz de Mingyu. Abrí los ojos sorprendido. De ninguna manera, no tenía sentido. ¿Por qué Mingyu estaba aquí? Debió haberse estado equivocado. Me quedé quieto dudando.

—Abre la puerta ahora mismo, antes que la derribe.
Era claramente la voz de Mingyu. Aún más, era increíble, dudé un poco más y permanecí en silencio por un momento. De repente, escuché como pateaba la puerta.

¡Bang! ¡Bang!

Tuve miedo del fuerte ruido. Pero no era hora momento de estar en blanco. Mingyu realmente estaba tocando mi puerta. Pronto la vieja entrada pareció caerse.

Grité cuando vi que los candados triples temblaron.

—¡Un momento! ¡Espera un momento, voy a abrir ahora! Repetí las mismas palabras y abrí la puerta. Mingyu seguía pateando.

Cuando apenas y abrí, observé como Mingyu estaba tratando de doblar sus largas piernas para patear nuevamente. Miré su rostro endurecido y finalmente se contuvo. Vi a otras personas en el mismo piso abriendo sus puertas y mirando hacia afuera así que me apresuré a que él ingresará. Mingyu miró con el ceño fruncido la silla que estaba bloqueando la puerta principal.

Cerré.

En el momento en que me di la vuelta, me quedé sin aliento. Cuando vi a Mingyu de pie en medio de mi estrecha sala de estar, de repente sentí que mi casa era muy pequeña.

Le ofrecí asiento.

—Siéntate.
Sabía que debía darle un poco de té, pero lo pensé y miré en dirección a la cocina, mientras tanto, Mingyu se levantó, miró alrededor y abrió la boca:

—¿Es esta toda la casa?
¿De qué estaba hablando tan de repente? Sin querer miré hacia arriba. Mingyu preguntó de nuevo con el ceño fruncido:

—¿Está es la puerta de la entrada? ¿Dónde está la sala de recepción?
Me quedé sin palabras, no pude responder de inmediato.

—... El lugar por donde entraste es la entrada, y esta es la sala de recepción.
Mingyu apartó sus ojos de mi rostro y lentamente miró otra vez alrededor.

—¿Por qué estás viviendo en un almacén como este? Casi me disculpo por eso, pero pronto recordé que había renunciado a la compañía.

—Esta casa es lo que puedo pagar con el salario del Sr. Kim.
En voz baja, Mingyu levantó una ceja ligeramente. Mi corazón estaba latiendo. Cuando trabajaba como secretario para este hombre, nunca le había respondido de esa manera. Afortunadamente, Mingyu no dijo nada mientras se sentaba en el sofá. El único consuelo que tuve fue tener un gran corazón y comprar un buen sofá. Dudé y decidí quedarme allí. Por suerte, Mingyu no me recomendó que me sentara.

En cambio, puse mis manos sobre mi cara y suspiré profundamente.

—¿Por qué ha venido Sr. Kim?

—¿No hablaste con Eunha?

Por un momento, quise mentir, pero si lo hacía podría meter en problemas al equipo de la secretaria.

—Sí.
¡Tenía que tomar valor y admitirlo! No tenía nada de malo. Cuando vi a Mingyu con la cara enroscada entre sus manos, pensé sin darme cuenta de que se estropearía el pelo. Estuve fascinado por un momento y no pude entender lo que estaba pensando. Me quedé en blanco y luego escuché nuevamente las palabras de Mingyu:

—Nunca había visto a mujeres pelear así antes.
Parecía exhausto, pero por supuesto era mi ilusión. La cara de Mingyu estaba llena de disgusto cuando se sacudió la cabeza con nerviosismo y levantó la cabeza. Quería preguntar qué demonios estaba pasando, pero fui paciente. Tenía curiosidad así que pensé en buscar el artículo más tarde, luego dije con calma:

—Lo he visto a menudo.
Mingyu dejó tocarse la cara y me miró.

—¿Las mujeres peleaban por ti?
La inverosímil respuesta fue increíblemente grosera, pero asentí.

—Sí. Muy a menudo.
Claro que en mi caso eran mis hermanos. Él frunció el ceño.

—Significa que no solo los hombres guapos como el Sr. Kim pasan por eso.
Mingyu se echó a reír inesperadamente, fue entonces cuando dijo insignificantemente:

—Tu apariencia no es mala. Simplemente no pensé que tendrías problemas con mujeres.

—¿Por qué?

—No pareces ser de los que tiene aventuras con diferentes mujeres.
Su comentario había sido muy gracioso por lo que pensé que estaba lleno de ingenio. Quería decirle que no había sido así, pero contuve el aliento y pregunté fríamente:

—¿Es divertido ser un mujeriego?

—Es bueno disfrutar.
Me consoló al menos que no negara que fuera un mujeriego. En cambio, le pregunté.

—El Sr. Kim es hijo único, ¿no?
Mingyu levantó la cabeza.

—¿Importa?
Evitó mi pregunta con una respuesta rápida así que solo sacudí la cabeza.

—No. Pero, ¿por qué está aquí? ¿Desea algo de tomar?

—No, está bien.
Había pensado en una bolsita de té barata para ofrecerle, pero por suerte se negó. Estaba nervioso, aunque al final fue Mingyu el que primero abrió la boca:

—Cinco por ciento, ¿no?

—¿Sí?
De repente pregunté de nuevo. Mingyu se inclinó profundamente en el sofá y estiró sus largos brazos y se los puso sobre la espalda.

—Solicitaste el 5% de las acciones de K Entertainment, ¿no? Eso es difícil. Por favor pídeme otra cosa.

—...

Entonces recordé lo que dije ese día. Mingyu siguió esperando por mi respuesta, increíblemente paciente.

—... ¿Me está pidiendo que regrese?

—¿No es así?
Mingyu indudablemente preguntó. Estaba ansioso porque me preguntaba qué había pasado para que ese hombre viniera y pidiera regresar. Reprimí desesperadamente mi curiosidad y abrí la boca, fingiendo ser casual:

—El 5% de las acciones de la compañía.

—No puede ser.

—¿Por qué?

Mingyu hizo una pausa por un momento y luego suspiró. Se frotó la sien como si tuviera un dolor de cabeza.

—Me estas pidiendo 200,000 acciones. —Me miró y apretó los dientes—. Pídeme cualquier otra cosa, lo que quieras.
Por un momento, me mordí los labios, apenas tragando saliva. Respiré hondo e intenté mantener la calma, fue entonces cuando mi nariz pudo sentir repentinamente sus feromonas. Era hora de tomar mis inhibidores.
Apresuradamente levanté mi manga y bloquee mi nariz.

—¿Qué?
Mingyu preguntó como si realmente no lo supiera. Le respondí con urgencia.

—Tus feromonas. ¿Cómo puedes hacer eso aquí? Si quieres contratarme de nuevo, no me dejes oler esa maldita feromona en el futuro.
Derramé palabras duras, pero Mingyu no dijo nada. Él solo distorsionó ligeramente la frente mientras que yo me apresuraba a cruzar la sala con la nariz tapada.
Al mismo tiempo en que abrí la ventana, una pequeña ráfaga entró. Inevitablemente cerré la ventana de nuevo y regresé a donde estaba por primera vez.

—¿Terminó?
Cuando levantó la cabeza, me preguntó con indiferencia:

—Eso es todo lo que necesitas. ¿Nada más?
Por un momento pensé en las innumerables veces en las que imaginaba que aparecía el genio de la lámpara frente a mí y solía pedirle diversos tipos de deseos, pero cuando se hizo realidad, no sé me ocurrió nada.

Respiré profundamente sin querer. Y por un instante, el aroma de sus feromonas se sintió mucho más ligero debido al aire exterior. Me quité la manga de la nariz y abrí la boca:

—¿Estás pensando en hacerme una oferta?

—...

Mingyu, que guardó silencio por un momento, se echó a reír.

—Diez años de servicio.

—Absolutamente no. —Me negué y agregué—: El contrato será renovado cada año. Mingyu escupió suspiros ridículos.

—¿Entonces quieres decir que no hay nada más que quieras?

—No. Aumente mi salario.
Luego de ello se me ocurrieron más requisitos.

—Sufrí mucho por la fiesta obscena del señor Kim. Además, me agota mentalmente cuidar de la vida privada del jefe.
Mingyu no dijo nada, si de todos modos me volvía a contratar, no podría volver a decirle esto de nuevo. Además, antes de regresar decidí decir aproximadamente el 30% de las palabras que había acumulado en mi mente.

—Si hay una fiesta, dígame de antemano qué tipo de fiesta es. En ese caso, contrataré a un organizador.

—... ¿Eso es todo?
Mingyu estaba notablemente decepcionado, pensaba que pediría algo grandioso. No sé lo que estaba imaginando, pero no quería saberlo. Asentí. Mingyu abrió la boca lentamente:

—Cuanto menos exigente es la otra parte, más ansioso me siento. —Él entrecerró los ojos y me miró—. Parece que estoy asumiendo menos responsabilidad.
Me conmovió.

—Solo quiero que sea más considerado conmigo. No me malinterprete.

—Y si no te gusta… ¿Renunciaras de nuevo?

—¿Hay algo en el mundo llamado eternidad? —pregunté, pero Mingyu no dijo nada.

—Tengo mucho que decir. —Honestamente confesé—.
Cuando empiece a trabajar, lo soportaré nuevamente todo.
Así que debería disfrutar el momento ahora.

—Ja, ja, ja.
Mingyu se rio inesperadamente en voz alta. Esa fue la primera vez que sonrió tan alegremente.
Recuerdo que se rió cuando lo vi por primera vez, pero era la primera vez que lo veía reír a carcajadas. Estaba sin palabras, él dejó de reír y se puso de pie en el sofá. Una sonrisa de risa permaneció en su rostro mientras me miraba. Estaba fascinado por ella.

—Voy reducir las feromonas y hacerte saber cuándo tenga una fiesta y el propósito de la misma. Además de aumentar tu salario. ¿Eso está bien?

—Sí.
Las feromonas se redujeron según lo prometido. Mingyu tenía razón. La sala de estar era demasiado pequeña. Acaba de darme cuenta que él y yo estábamos demasiado cerca. Conscientemente contuve el aliento.

De repente se acercó frente a mí. Inesperadamente hicimos contacto visual. Mientras bajaba la cabeza apresuradamente, Mingyu extendió un brazo, apoyándose en la pared.

—¿Estás bien? ¿Debo llamar al 911?

—Oh no.

Tenía prisa por negarlo, sin embargo, Mingyu no me creyó.

—¿No tienes fiebre? Tu cara está muy roja.

—Estaré bien después de descansar. Es demasiado tarde.

Estaba nervioso así que levanté la cabeza con cuidado. Mi corazón pareció estallar. Me apoyé contra la pared e inadvertidamente tragué saliva seca. De repente, mis ojos comenzaron a cerrarse. Recién me había dado cuenta de que Mingyu y yo estamos frente a frente en mi sala de estar y él me estaba mirando. Mis labios se estaban acercando. Era ridículo.
Cerré los ojos y negué la realidad.











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