Capítulo 23

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El dormitorio estaba tranquilo.

¿Acaso era posible estar así, tanto como quisieras?

No había ningún sonido, gemido o grito. Todo lo que escuchaba era la profunda respiración de Mingyu, serena y satisfactoria como la de un niño.

—¿Sr. Kim...?
Traté de llamarlo con cuidado.

Dudé por unos momentos, pero finalmente, lo agarré del hombro y lo sacudí un poco. Mingyu no se movió. ¿Qué debía hacer?Me había metido en problemas. No había nada que pudiera hacer, incluso si lo pensaba.

Todo mi cuerpo dolía, era imposible moverme. Intenté apartar el cuerpo de Mingyu, pero cuando su cintura se movió, un grito ahogado salió de mi boca:
—Ugh.
Tragué mi aliento cuando su miembro se endureció de nuevo.

Mingyu estaba duro en mi interior mientras dormía; solo entonces me di cuenta de que aún estábamos entrelazados, su semen todavía permanecía en mis entrañas. No pude moverme, después de un rato escuché un golpe y la puerta se abrió. Kyungsoo entró a la recámara, estaba muy avergonzado y sin aliento, pero él parecía haber anticipado la situación así que fue directo a la cama sin ninguna agitación.

—Lo ayudare —dijo para calmarme.

—Gracias.
Con su ayuda, logré alejarme de Mingyu, pero repentinamente él abrazó mi cintura, impidiendo mi escape.

Mientras intentaba alejarme sigilosamente, sus brazos poco a poco me soltaron, sin embargo, mis piernas no me sostuvieron y caí de la cama.
—¡Oh!
Kyungsoo escupió una breve exclamación y me levantó.

Sacó una bata del baño y en seguida me cubrió. Poco después, me abrazó y me acompañó a mi habitación.

Mingyu se quedó dormido...

✤✤✤✤✤✤

No era tan tarde, pero después del RUT, se dice que los Alfa dominantes permanecen profundamente dormidos, tanto que pueden dormir hasta tres días. Mingyu lleva durmiendo dos.

Fue entonces cuando de repente una sirvienta entró a la habitación, informando que Mingyu se había despertado.

—La mayoría de las veces se levanta a medio día, aunque esta vez ha estado durmiendo de más.
Kyungsoo habló mientras yo estaba sentado en la cama, comiendo. Levanté mi rostro.

Él todavía hablaba con indiferencia:

—No se pudo evitar, tuvo un RUT muy intenso, diferente a los habituales, pero no es su culpa Wonwoo.

Cuando parecía aliviado, agregó para sí mismo:

—Debe haber una razón.
Intenté preguntar de qué estaba hablando, pero de inmediato se dio la vuelta sin dudarlo.

Después de que Kyungsoo me ayudó, fue a la habitación de Mingyu. Terminé la comida y me quedé solo hasta que Moonbyul entró después de un rato, como si Kyungsoo le hubiera dado instrucciones por adelantado. Me preguntó qué iba a comer de postre con una actitud diferente a la habitual, me ánimo a descansar y desapareció con los platos vacíos.

Lentamente mi cara se volvió roja de vergüenza. Todos en la mansión sabían que había tenido sexo con Mingyu. Quería convertirme en polvo y desaparecer.

¡Estaba bien! Alfas y Omegas dormían juntos durante el ciclo de calor en cualquier parte del mundo... Sin embargo, no creía que todos los Omegas desearan desaparecer tanto como lo deseaba yo.

La actitud de los empleados que habían venido a la habitación no había sido la misma de siempre.
Sabía que estaban hablando detrás de mí, pero pretendí estar tranquilo, fingí que no sabía nada y los traté como de costumbre.

Más tarde, Kyungsoo me dijo que Mingyu iría a trabajar al día siguiente.

—Los recuerdos del Sr. Kim no están completos. Parece haber una pérdida de memoria. Su RUT nunca ha sido así... — dijo Kyungsoo, luego agregó—: Creo que no ha tenido una compañera últimamente, ¿cierto?
Intente recordar cuándo había sido la última vez que vio a Dahyun. No lo sabía porque el recuerdo era débil. Respondí con franqueza:

—No lo sé.

—De todos modos, le pregunté a su médico de cabecera. — Kyungsoo asintió y agregó—: Si esto vuelve a ocurrir, entonces hay una advertencia de que puede producirse un deterioro grave de la memoria.
Eso pareció motivarme a buscar una nueva compañera para el Sr. Kim.

Era algo normal, con calma, acepté la realidad. Lo que sucedió solo había sido un accidente. Mingyu había roto su propia regla, la de no acostarse con un hombre.

Pronto, Kyungsoo se fue y me quedé solo.

Mi cuerpo se estaba recuperando lo suficiente como para salir de la cama. La razón por la había cenado en la habitación había sido porque no estaba en buena forma. Pero la verdad era que no tenía coraje para ver a Mingyu a la cara. En cambio, verifiqué el estado de la compañía por teléfono e hice un informe. Mientras Mingyu estaba dormido, estuve manejando los asuntos de la oficina por teléfono como usualmente hacia cuando salía de vacaciones.

— ¿Estás bien? Me preguntaba si el Sr. Kim te estuvo forzando en exceso.
Jeongyeon estaba preocupada por mí, a pesar de que tenía que organizar miles de cosas. Estaba agradecido, así que le dije honestamente:

—Sí, lo siento. De repente llegó mi ciclo de calor. No pude ir a trabajar.
Debido al fin de semana que se atravesó, no pude decirle porque estuve ausente durante una semana. Le dije que se lo compensaría con dinero. Jeongyeon se rio como de costumbre.

—No me importa eso, lo entiendo —dijo, luego agrego amargamente—: Mi hermano también es Omega, sé lo difícil que es.
Como Jeongyeon era Beta, por supuesto, pensaba que su hermano también lo era. Me sentí mal por mis prejuicios. Aparte de mí en la mansión, todos eran Betas, yo era el único Omega.

Después de decir gracias de nuevo, colgué.

Más tarde, recordé que me había dicho que su hermano trabajaba como guardaespaldas. ¿Podía un Omega ser un guardaespaldas? Pensé que era difícil debido a las feromonas. Cuando Mingyu reclutaba guardaespaldas siempre excluía a los Omegas porque siempre resultaban afectados por las feromonas. Creo que debía estar equivocado. Pronto perdí la cabeza y me puse a trabajar. El tiempo pasó.

✤✤✤✤✤✤

—Sí, voy a tener una reunión en la tarde para tomar una decisión sobre ese asunto, te diré cuál será el resultado... Sí, lo sé. Lo reportaré tal como está. Sí... Nos comunicaremos con usted nuevamente tan pronto como salgan los resultados. Después de colgar el teléfono, me levanté y escribí una nota.

Me dirigí a la oficina de Mingyu, su perfil era visible desde la distancia. Entré y crucé la oficina para quedarme frente a su escritorio.

—Hubo una llamada del abogado de Cha Moonbin, preguntó qué sucedió la última vez y dijo que respondería de acuerdo con los resultados de la reunión de hoy. No hay más horarios para hoy, ya todos los otros horarios se han organizado a partir de mañana. Si tiene una cita para agendar, puedo agregarlo para después de la reunión. Esperé y pregunté que más se tenía que hacer.

Mingyu me miró sin decir nada. Seguía siendo el mismo de siempre, pero sentí que mi corazón se atascaba. En un instante mi interior se calentó y comenzó a palpitar.

Si pudiera, lo besaría de inmediato.

Sin embargo, la realidad era que solo podíamos vernos el uno al otro con un escritorio de por medio. Mingyu ni siquiera podía adivinar lo que estaba pensando. Escupió el humo y apagó el reducido cigarrillo en un cenicero.

—Puedes irte.

—Está bien —respondí brevemente y luego me volteé para salir de la oficina, solté un suspiro.
Mingyu, deliberadamente se negó a verme al rostro, no fue diferente. El aroma de su feromona se había mantenido estable, como antes. Tal vez se había debido a la cantidad de feromonas que vertió durante su RUT.

Habíamos estado viniendo juntos a la oficina en el auto, pero no habíamos hablado más que lo necesario y, hasta ahora nada había cambiado. Me di cuenta de que solo había sido un error. De pie y por un momento, sacudí la cabeza apresuradamente y volví a mi asiento, con la mirada vacía.

Cuando regresé a trabajar los empleados estaban abrumados, Mingyu y yo nos habíamos ausentado simultáneamente, aunque Kyungsoo les había informado sobre nuestra ausencia, y les había unificado un ajuste en el horario.

Había sido la primera vez en mi vida que había tenido tanto sexo, mi entrepierna aún palpitaba.

Curiosamente, luego de un día más o menos después de mi ciclo de calor, mi cuerpo se recuperó rápidamente. Y ahora, al menos en la superficie, no parecía estar nada mal. Era por eso que los Alfas y Omegas pasaban por un período tan intenso. Era la primera vez en mi caso, aunque mi interior se había recuperado más rápido de lo habitual, sin embargo, no podía soportar el dolor en mi espalda y en las piernas. Pararse de la cama había sido difícil, y simplemente con solo girar mi cuerpo sentía dolor.

Los recuerdos de ese día fluyeron en mi mente, el momento en que recuperé la conciencia y lo vi acostado sobre mí y sentí su respiración profunda tan cerca, junto a la sensación de su pene en mi interior, a pesar de que todavía estábamos unidos mientras dormíamos.

De pronto, el calor comenzó a recorrer mi cuerpo, sentí como una leve fragancia se desprendía de mí, era mi aroma de Omega.Estaba sorprendido y parpadeé. Levanté el brazo a toda prisa y olí todo mi cuerpo. Pensaba que no era el olor de Omega, pero sí, lo era. Al parecer, la fragancia fluía de mí. Yo era el único Omega en este lugar. Hundí mi nariz en mi muñeca para sentir el aroma. La esencia era refrescante pero sutil, era innegable, era yo.

Era un aroma peculiar que me hizo sentir raro. ¿Acaso todos los otros Omegas podían sentirlo?

Finalmente me di cuenta de que no había tomado mis medicamentos. ¿Podría haber sido esa la razón? Sin embargo, había tenido momentos en los que no había tomado la medicina, pero nunca me sentí así. ¿Qué estaba pasando?
¿Había algo mal con mi cuerpo?

Los pensamientos continuaron sin cesar.

Era un fenómeno llamado: “floración”. No sabía que era un síntoma común de un Omega que había tenido relaciones sexuales por primera vez, resulta que emiten un aroma por sí mismos para seducir a los Alfa.

Barrí mi cabello con una mano temblorosa por la confusión. Solo esperaba a que Mingyu no lo notara.

Se decía que el aroma se volvía especial cuando un Omega insertaba su marca en un Alfa.

De repente, se me ocurrió una idea. Si marcaba a alguien, sería para él su único Omega especial. Él no podría oler nada más que mi aroma. Solo mi esencia podría seducirlo. Mi Alfa, sería mío para siempre. Pero, ese no sería Mingyu.

Revisé la bolsa y saqué la medicina.

Dudé por un momento y luego la metí en mi boca. No quería escuchar a Mingyu culparme por el olor nuevamente. Mientras esperaba a que el medicamento hiciera efecto, comprobaba la fragancia de mi muñeca de vez en cuando.

No pasó nada hasta que salí del trabajo. El almuerzo fue un sándwich que me compró Choi. Mientras tanto, pasé tiempo sosteniendo el emparedado en una mano y el teléfono en la otra para manejar la programación de las reuniones atrasadas.

De repente, y aunque estaba ocupado, recordé lo sucedido.

Los recuerdos de Mingyu eyaculado dentro de mí o besándome tiernamente cada vez que lloraba y como me aferraba a él hacían que me ardiera la cara cada vez que lo recordaba.

No había diferencia entre el antes y el después, excepto que mi entrepierna me estaba quemando, tuve que presionar las piernas.

La actitud de Mingyu seguía siendo tan indiferente, lo que me hizo darme cuenta de la realidad.

De camino a casa, no fue diferente. Parecía decirme claramente: Eres solo una pareja sexual.

Deliberadamente no lo miré, saqué la tableta del maletín y me concentré en mi trabajo. Volví a revisar el cronograma preparado por la compañía, ordené primero los asuntos urgentes y puse al frente el resto del cronograma para arreglarlo nuevamente.

Cuando íbamos llegando, estaba pensando en terminar las cosas tranquilamente en la habitación.

El auto se dirigió silenciosamente a casa mientras organizaba mentalmente que cosas tenía que hacer. Mingyu se había sentado a mi lado como en la mañana, aunque con la barbilla en una mano mientras miraba por la ventana, en silencio. Era igual que antes.

Sin hacer ruido revisé la tableta y continué trabajando.

—Bienvenidos. Sr. Kim, Wonwoo.
Kyungsoo, que estaba esperando en la puerta principal nos saludó, devolví el saludo y seguí a Mingyu.

La puerta se cerró a nuestras espaldas, Mingyu subió las escaleras sin mirar atrás. Por un momento nuestros pasos resonaron monótonamente. Cuando él llegó al último escalón, la situación cambió. Avancé sin pensar, pero me sorprendió de repente que él mirara hacia atrás. ¿Acaso pasaba algo?

Iba abrir la boca cuando él tiró de mi brazo.
—¿...?
De repente, fui atraído por él, salté las escaleras. Mingyu caminaba más rápido de lo habitual mientras que yo intentaba seguir sus pasos. Mientras seguía su ritmo, casi me caí un par de veces. Finalmente se detuvo frente a su habitación. Estaba confundido al verlo abrir la puerta y entrar. Mingyu, quien entró primero, me atrajo hacia él. Me sorprendí, tragué mi aliento y salté a sus brazos. La puerta se cerró detrás de mi espalda y todo mi cuerpo golpeó contra la pared.
—¡...!
Inmediatamente Mingyu me besó. No me importó, aunque me sorprendió, contuve el aliento. Él sacudió sus labios y los presionó contra los míos como si fuera algo natural, abrí la boca y respondí a su beso.

Su lengua se mezcló con la mía, lamió mis labios y volvió a unir los suyos con los míos. Fue un beso lleno de urgencia, nuestros dientes chocaron, mordió mi labio inferior, un ligero sabor a sangre apareció.
Los suspiros fluyeron a través de besos repetidos.

El aliento de Mingyu fue tan áspero cuando hablo:

—¡Oh, Dios mío! Pensé en esto todo el día.
Al escucharlo me sorprendí y abrí mucho los ojos. Mingyu sonrió brevemente, mi expresión le resultaba divertida.

—Sí, así es. Lo pensé.
De nuevo superpuso sus labios.

Después de un beso profundo, me presionó contra la parte inferior de su cuerpo. Su entusiasmo era evidente. No podía creer la situación. Mi mente estaba en blanco. ¿Se debía esto a las feromonas? ¿Acaso era por mi olor a Omega? A primera instancia, llegó a mi memoria la fragancia de feromonas que había surgido de mí esta mañana. De ninguna manera podía ser eso, había tomado la medicina. ¿No había sido suficiente?
¿Debería haber tomado más? ¿Qué tenía que hacer?
—¡Ah!
De repente, me subió la camisa y me frotó el pezón expuesto con su pulgar. Estaba sorprendido y emocionado, Mingyu, inmediatamente bajó sus labios y mordió mi pezón. Estaba excitado. Sentí como el calor aumentaba en mi interior. Mingyu se puso de rodillas mientras continuaba besándome. Fui empujado por él y quedé tendido en el suelo. Mi camisa estaba levantada hasta mi pecho, aunque poco después me di cuenta de que ni siquiera podía aflojar mi corbata.
Me miró y susurró:
—¡Oh, Dios mío!
Solo parpadeé. Su aliento era áspero y caliente, sus ojos me miraron con lujuria. Incluso, cuando se acercó a mí, pensé que no estaba bien, él solo necesitaba a alguien con quien tener relaciones, quien quiera que fuera, a él le daba igual.

Su toque era impaciente. Se quitó la camisa sobre su cabeza e inmediatamente superpuso sus labios sobre mí. Me quitó la corbata y sucesivamente la camisa.

¿Acaso su RUT habías vuelto? No lo sabía, aunque lo único seguro era que este hombre me quería ahora. Quedé a su vista de una manera tan clara. Estaba frotando mi agujero como si tratara de entrar de inmediato.

—¡Ah, para!
Intenté con urgencia apartarlo. Mingyu se detuvo y me miró.

—No duermes con hombres... Ese día tu RUT te llegó y... Solo sucedió porque soy un Omega, debido a mis feromonas... Fue un accidente.
Las palabras no salieron bien. Me esforcé mucho por pronunciar correctamente, pero parecía que lo había entendido.

—Entonces probémoslo. Puedo dormir contigo, aunque estés desnudo.
—¡...!
Su respuesta inesperada me sorprendió. Mingyu besó mi piel expuesta como si no le interesara mi reacción. Su aliento caliente se sentía doloroso como si estuviera quemándome.
Sus labios mordieron mi pecho.

—¡Aaah! —grité, pero Mingyu no se detuvo.
Agarró mi pezón, lo mordió y lo frotó contra su lengua.

—Oh, duele... ¡Detente!
Le supliqué, pero él se rio cínicamente.

—Mentira.
Agarró mis pantalones y los bajó. Sentí una sensación húmeda entre mis nalgas expuestas. Mingyu sonrió con orgullo y me miró. No pude negarlo, ya estaba mojado. Sin dudarlo, mantuvo mis piernas abiertas y miró entrada, mi pene que no podía erguirse debido al medicamento comenzó endurecerse y a temblar.
Mi temblor se transmitió a él.

—No lo puse, pero ya estas mojado.
Mi cuerpo no reaccionaba como lo esperaba, estaba resentido, pero no había forma de detener la sensación.

—Lo siento... Sí... Tomé medicina... Pero...
El sonido se cortó porque no tenía discurso. Mingyu volvió a reírse en silencio. En el momento en que lo vi, mis ojos se oscurecieron y las lágrimas fluyeron sin ninguna ayuda.

—¿Qué pasa? —preguntó Mingyu a través de una respiración temblorosa mientras besaba mis ojos.

—Otra vez... Es mi culpa.
Sentí que se detuvo. Un resentimiento surgió en mi voz.

—Siempre... Siempre es por mi culpa. Me dolía el corazón y cerré los ojos.

De nuevo las lágrimas fluyeron durante mucho tiempo. No tuve más remedio que admitir mi sincero autodesprecio. Los sollozos continuaron. Mingyu se mantuvo en silencio por un momento, luego abrió la boca:

—... Hablaremos más tarde. 
Sus labios superpuestos de nuevo tenían prisa, me querían. Para ese momento, Mingyu se acomodó en mi entrepierna abierta. Su pene hinchado llegó a mi entrada empapada. Me sorprendió la sensación de su glande que se restregaba entre mis glúteos, Mingyu comenzó a frotar el lugar lentamente, acariciándolo. Conocía ese sentimiento. El interior de mi cuerpo latía con anticipación, como cuando me tomó por primera vez.

Cuando mi agujero se abrió y se estremeció, Mingyu se detuvo y esperó. Finalmente, fue el momento de rendirse y abrazarlo.
—¡Mingyu...! —grité y extendí los brazos, él entrecerró los ojos.

—Dime, ¿qué quieres?

—¡Ahh!
Cuando su pene entró, tragué mi aliento. Sin embargo, se detuvo de nuevo en tal situación. Sorprendentemente, primero me di cuenta de que la paciencia de Mingyu era genial.

—Ponlo... Uh, por favor... —supliqué.

—¿Y…? —preguntó.
Después de tragar la saliva exclame:

—... Por favor, eyacula dentro de mí... ¡Lléname! Mingyu sonrió levemente y me besó.

—¡Pobre de mí...!
Cuando entró, lance un profundo gemido como un suspiro. Mingyu besó mi cuello, fue un toque suave, sin embargo, no duró mucho. Pronto comenzó a chupar bruscamente y a mover su cintura. Intenté cerrar mis piernas para bloquear sus movimientos, pero sus muslos se ensancharon cuando lo hice. Cada vez que Mingyu golpeaba mi interior, los gemidos salían, haciendo un sonido lujurioso mientras fluían mis lágrimas.

—Oh, ah. ¡Ahh!
El áspero gemido estalló, cortando mi aliento.

Mingyu presionó mi cuerpo hacia abajo con el suyo y se sacudió dentro. Estaba ahogado por la presión y estaba asustado por otras razones. Era tan aterrador y emocionante el placer que sentía ahora mismo. ¿Me podía sentir así? ¿Podía estar tan emocionado? ¿Qué pasaría después?

—¡Estoy asustado...!
Giré la cabeza como si quisiera verlo, pero en lugar de ello, derramé lágrimas con los ojos apretados.
—Oh. Qué... ¿qué puedo hacer?

—Está bien.
Mingyu susurró y me abrazó por completo.

No podía respirar, él me abrazaba muy fuerte. En algún momento me trepé sobre su cuerpo. Estaba sorprendido y envolví mis piernas a su alrededor, mi cuerpo estaba encerrado entre sus brazos. Su grueso pene se encontraba dentro de mí. De pronto, Mingyu comenzó a moverse violentamente, me penetraba con una frecuencia rítmica, cuando frotó mi orificio, un gemido irresistible salió de mi boca.

¿Alguna vez había estado tan asustado? No me acordaba, aunque ahora era imposible escapar de este miedo. Mingyu no tenía la intención de dejarme ir. Los gruesos brazos que me sostenían, me limitaban.

Ah, tenía mucho miedo, pero estaba muy emocionado. ¡Debía haberme vuelto loco!

—¡Mingyu...!
Llamé su nombre con fiereza, fue entonces cuando él eyaculó dentro.
Mi cuerpo tembló y él solo esbozo unos cuantos breves suspiros, su dulce olor comenzó a emitirse mientras continuaba eyaculando. Finalmente, besó mi frente. Había sido increíble. Ni siquiera podía imaginarlo.

Estaba tan asustado.

Con la cabeza apoyada en su hombro, nos miramos fijamente a los ojos, aunque no duró mucho. Mingyu se puso de pie, sostuvo mi espalda y mientras su pene aún permanecía en mi interior se dirigió hacia la cama.

Parpadee sorprendido.
Me tendió y se acostó sobre mí, aún estamos conectados cuando él volvió a besarme, luego comenzó a moverse, lentamente, fue diferente.
Estaba confundido por el ritmo lento y suave.
Él solo sonrió en silencio, con los labios contraídos.

—Ah... —gruñí ligeramente y fruncí el ceño.
De pronto, apreté mi interior. Mingyu dejó de moverse y mientras levantaba la vista, paulatinamente, cerró los ojos.

—... ¡Ah! —gimió.
Besó mi cuello, cara y labios alternativamente, pero su pene ya no se movió. Permanecí quieto y disfruté de la sensación. Luego, lentamente comenzó a moverse, esta vez fue un movimiento lento, ocasionando con un intervalo de tiempo entre cada penetración. Mi interior cosquilleó.

Mordió sus labios y a diferencia de antes salió y entró fuertemente en mi orificio.

—¡Ah!
Se tragó el aliento al mismo tiempo en que yo me tragué el mío.

Mirándome, comenzó a mover su cintura de nuevo. El grueso pene entró y salió sin dudar. Oh, no podía soportarlo.Este hombre parecía ya saber todo sobre mi cuerpo o de lo contrario, cómo era posible que pudiera volverme tan loco.

—Oh, sí, sí, sí... Uh.
Apreté los dientes y me aferré a él con los ojos entrecerrados.

Pude ver que su mirada estaba fija en mi rostro. Enfoqué todos mis sentidos sobre mi pelvis. De repente, Mingyu retrocedió, frotando hábilmente mi orificio y entrando de nuevo. No pude contener la respiración.
Mordí sus labios fuertemente, pude sentir un sabor a sangre en mi boca. Inesperadamente, Mingyu dejó de moverse.
—Ah...
Con un suspiro de profunda satisfacción eyaculó de nuevo dentro de mí. Apreté su pene en mi interior y esperé a estimularlo. Quería continuar toda la noche, deseaba que frotará mis entrañas violentamente y volviera a llenarme. Pude sentir como su pene se volvía hinchar dentro de mí y como comenzó a entrar y a salir nuevamente.

Su semen, que me había llenado se desbordó con cada movimiento.

✤✤✤✤✤✤

Abrí los ojos sorprendido cuando desperté. Me llevó mucho tiempo acostumbrarme al cuarto oscuro. Parpadeé en blanco mientras estaba acostado y recordaba el día anterior; fue entonces cuando me di cuenta de la presencia de unos brazos alrededor de mi cintura. Mingyu, quien se recostó detrás de mi espalda estaba dormido con un brazo encima de mí. Revisé su rostro y entré en pánico. Él no dormía con sus parejas sexuales. ¿Qué era lo que había pasado? ¿Estaba cansado o simplemente fue molesto el despertarme?
Ninguno de los pensamientos que le siguieron a esos resultó ser positivo. A medida que pasaba el tiempo, me inquietaba. Sabía que tan pronto como Mingyu abriera los ojos estaría molesto conmigo así que, tenía que volver a mi habitación.

Salí de la cama lo más silencioso posible, teniendo cuidado de no tropezar. Me moví inadvertidamente y casi grité por el dolor, la cintura me dolía.
Anteriormente, Kyungsoo había venido a ayudarme; sin embargo, a pesar de las pequeñas expectativas, hoy no había señales de él. Tenía que salir de allí, solo. Cuando apenas salí de la cama, un miedo recorrió mi espina dorsal. Tuve miedo de que Mingyu se despertara así que recogí mi ropa que estaba dispersa por toda la habitación, una por una. Me resultó difícil recoger la corbata que estaba en el piso, intenté un par de veces levantarla antes de darme por vencido, Kyungsoo la recogería por mí.

No podía inclinar mi cintura.

Había sido doloroso e incómodo debido al semen seco en mi parte inferior. Ni siquiera podía usar ropa, así que la recogí y apenas me cubrí. Todo lo que me quedaba era rezar para que alguien no apareciera en el pasillo.

Chii…

El sonido de la pesada puerta abriéndose resonó muy alto.

Miré a Mingyu y salí del cuarto. Él permaneció dormido hasta que cerré cuidadosamente la puerta.

Cuando apenas llegué a mi habitación, noté que estaba envuelto en un sudor frío. Exhalé y emití un sonido.
—...Ugh.
Tiré mi ropa al azar, aunque lo lamenté de inmediato; al menos debía haberla puesto sobre una silla.

Caminé lentamente apoyándome contra la pared y me dirigí al baño. Cuando abrí el armario, aparecieron mis medicinas. Entre ellos, tomé algunos analgésicos y medicamentos para el resfriado. Mi interior estaba tan vergonzosamente mojado.

Pensé sin comprender mientras tomaba algunas pastillas, luego me apoyé por un rato contra la pared. Ligeramente, el calor subió a mi cuerpo. Había surgido nuevamente mi libido. El sexo que había aprendido por primera vez como Omega, era un placer que no desaparecía.

Quería más, incluso si no era mi ciclo de calor. ¿Era solo por qué era un Omega? De pronto, recordé que un día Dahyun había elogiado el pene de Mingyu.

—Ah...
Sostuve mi pene en mi mano y comencé a frotarlo como lo había hecho hasta ahora, pero fue diferente. No importaba cuán ferozmente lo frotara, no estaba satisfecho.

No llegaría a eyacular de esta forma, aunque mi entrepierna estaba empapada de semen.

—Ah...
Apoyé mi cabeza contra la pared y extendí mi mano para abrir la regadera mientras miraba descuidadamente el semen que caía, luego me pregunté sin comprender: ¿Qué era lo que iba a hacer ahora?

KML - Meanie - MinwonWhere stories live. Discover now