Hypnosis Mic {Escenarios, Reacciones, One Shots}

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A.G: Sé que dije iría en orden, pero necesitaba hacer este escenario, ayer no fue mi mejor día ༼ಢ_ಢ༽ Pero ya estoy bien de nuevo ヾ( ~▽~)ﾂ

Como ya el resto de escenarios estaban creados por no cambiarles en nombre pongo el siguiente número al que venía, aunque realmente tendrían que ser otros por delante.

<Qué hacen si su pareja tiene un día realmente malo y está al borde del llanto.>

Ichiro

Había días peores y días mejores, sin embargo el día de hoy te habían dado unas ganas tremendas de llorar por todo lo que tuviste que pasar.

No querías molestarle, pero realmente querías que te abrazara y dijera que todo estaba bien. 

Habías ido a verlo aún dudando si era buena idea o no. 

Te abrió la puerta un poco rápido sin fijarse mucho en cómo te encontrabas ya que estaba ocupado cocinando y sus hermanos estaban peleando. No había sido el mejor momento.

Le seguiste a la sala donde estaban los tres y le llamaste en bajo sin mucho éxito debido al ruido que estaban haciendo. 

Iba a retirarse a la cocina cuando se dio cuenta habías estirando el brazo en su dirección intentando llamarle aunque lo habías bajado al instante con una expresión triste.

— (T/N). Qué sucede.

Se acercó rápido a donde estabas.

— ...No, no es nada — niegas con la cabeza.

Te observó durante unos segundos. Obviamente no le convencía cuando te veía de esa forma.

Te abrazó.

— Sí no quieres decir lo que pasa está bien, pero sabes puedes contar conmigo para lo que necesites.

No pudiste evitar romper en llanto mientras le abrazabas. Incluso sus hermanos se extrañaron y preocuparon. Igual querían hacer algo, pero mejor te dejaban a solas con Ichiro por si era algún tema delicado, mientras averiguarían cómo apagar el fuego para evitar la cena se quemase.

Jiro

Más que consuelo lo que buscabas era que te animase de alguna forma. No le ibas a contar lo sucedido e intentarías que no notase estabas deprimida por algo. Tampoco era de los que se daban cuenta de las cosas por lo que creíste no lo tendrías tan difícil.

En principio pareció que realmente no se dio cuenta y como otras veces le seguiste y escuchaste todo lo que tuviese que decir.

De pronto se quedó dudando un momento. 

— Qué pasa — preguntas. 

— Mmm...

Te miró por unos segundos antes de acariciarte la cabeza.

— Qué..

— Ah, no bueno, perdona, creí de pronto querías.. ¿¡Estás llorando!?

Intentaste limpiarte las lágrimas mientras él se ponía nervioso y se creía era por su culpa, claro le aclaraste no era por él y que por favor continuase dándote mimos.

No entendías cómo a pesar de todo se dio cuenta, pero estabas agradecida.

Saburo