Hypnosis Mic {Escenarios, Reacciones, One Shots}

~43~

<Cómo actúan celosos.>

Ichiro

Miró de reojo como seguías viendo tan feliz ese anime. En principio entendía que te gustasen ciertos personajes y podías ser muy fan, pero que te emocionases tanto cada vez que salía ese en concreto... 

Era absurdo tener celos, lo sabía, por eso estaba intentando controlar cualquier impulso.

Cuando vio como volvías a fangirlear solo porque salió riendo un momento tu querido personaje fue que se levantó de donde estaba y apagó la tele. Obviamente replicaste y le preguntaste qué demonios hacía.

— A.. Esto... ¿No te apetece ir a una cita?

— Estoy en medio de un anime.

— Ya... ¿Y no quieres que te haga cosplay de algún personaje? Te dejo me veas cambiarme..

No tardaste ni un segundo en ir a por todo lo necesario. Ya verías más tarde el anime.

Jiro

Claro que le gustaba ver como te alegrabas, pero empezabas a hacer más caso al peluche que te regalo que a él.

— H..he cambiado de opinión devuélvemelo.

Apartaste al peluche para que no te lo quitase preguntando la razón.

— E..es que... Le estás haciendo más caso... — admite avergonzado.

Dejaste el peluche de lado para abrazar a tu pareja.

Saburo

— De qué hablabas con ese. N..no es como si me importase ni nada, solo parecía le dabas algo...

Te quedaste mirándole un momento. No había pasado ni un segundo que ya se había acercado a preguntarte.

— Se le cayó la goma — explicas.

— ¿Y por qué la recogiste y se la diste? ¿Acaso él mismo no podía recogerlo? Deja de hacer cosas inútiles.. ¿P..por qué me miras así? 

— Celoso.

— ¿¡Hah!? ¿¡Q..quién lo es!? ¡Ya dije no me importaba! ¡Solo era curiosidad! ¿Escuchas? ¡No me interesa en lo más mínimo con quién hables!

Fuiste a llamar a otro compañero a lo que rápido te detuvo.

— ¿¡Y ahora por qué hablas con él!? 

Samatoki

Lo hiciste aposta. Si él no te hacía caso entonces tú tampoco le harías caso en venganza. Durante todo el día cada vez que te dijo algo le ignoraste, solo respondías cuando otra persona te decía cualquier cosa así que si sus subordinados o Jyuto no te decían no te movías.

Finalmente se cansó. Su orgullo le impedía disculparse, pero no iba a seguir viendo como pasabas de él y sonreías a otros hombres. 

Te cargó mientras pataleabas y golpeabas y así te llevó al coche. 

— Realmente eres infantil. Dime dónde era esa mierda a la que querías ir.

No le contestaste. Realmente le sacabas de sus casillas, por desgracia sabía que cosas te gustaban. Sabía que se iba a arrepentir, pero todo para que le hicieses caso de nuevo. A los extremos que llegaba...

Al día siguiente vieron como alegremente le ponías orejitas de conejo a tu pareja y le obligabas a hablar de una forma demasiado linda. Y lo peor era que no podía gritar o amenazabas con hacer caso a otros.