•El vals de la mariposa•

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    Siempre me gustaron las mariposas, son libres revolotean sin un destino exacto, ellas tienen la magnífica capacidad de renacer en algo superior, en algo más hermoso. 

    Me considero un chico normal que estudia, tiene amigos y se divierte, en la escuela me va medianamente bien, por otra parte estoy enamorado de una chica que va a mi escuela, me tiene atrapado ella es todo lo que quiero siempre he querido hablarle, pero hay algo que me lo impide aunque no sabría decirte qué es 

—Buen día, ya me voy. 

Les dije a mis padres mientra salía de mi casa para tomar el autobús que me llevaría directamente a la escuela, no tardó mucho en llegar asi que me subí y llegué a la escuela en cuestión de minutos, hoy era un día especial pues hoy estaba decidido a hablarle a la chica que me gustaba, mientras bajaba del autobús una hermosa mariposa color azul se me posiciono en el hombro y me acompañó hasta que entre a la escuela comenzó a volar lejos de mi 

—¡Hey, Jason! 

Se escuchó gritar, era una voz que reconocía pues era mi amigo Tom con el que había pasado la mayoría de mi infancia 

—Oh, hola. 

Lo salude con un apretón de manos y seguí caminando en dirección a nuestro salón cuando gire y vi pasar a Jane, la chica de mi sueños y a la que me le iba a declarar ese mismo dia

—Me voy a declarar a Jane. 

Le dije a Tom mientras me sentaba en mi asiento que se encontraba delante del de mi amigo, este al escucharme se rio 

—¿Podrás? 

Sin hacerle caso comencé a hacer mis tareas ya que el profesor había llegado al salón de clases, horas pasaron y finalmente pudimos salir en nuestro primer receso en el que sin ningún tipo de impedimento fui hacia donde Jane se encontraba para por fin decirle lo que siento, nuevamente casi llegando ahí la misma mariposa azul se me había colocado en el hombro 

—Hola Jane. 

Dije mientras sentía como mi cuerpo temblaba de temor frente a la reacción de aquella chica 

—Hola, Jason. 

Esboce una sonrisa al escucharla decir mi nombre, lo decía de una manera que nadie lo había dicho 

—Sabes...te quería confesar algo, y es que...me gustas mucho desde hace bastante tiempo. 

Mi rostro se sentía caliente, no podía mirarla al rostro pero de alguna forma sabía que ella estaba sonriendo 

—Tu también me gustas. 

Mis ojos finalmente se encontraron con los de ella, fue como si no hubiera nadie en todo el mundo solo nosotros dos, ahí parados mirándonos 

—Es mi novia. 

Ella asintió y seguido de eso me dio un beso en la boca para luego irse corriendo, por mi parte yo estaba extremadamente feliz tanto que no podía ocultarlo, se lo había contando a mi amigo antes de irnos y simplemente me felicito, en mi casa aun no podía creerlo estaba en un noviazgo con la chica que siempre soñé, la noche había caído y no paraba de pensar en ello tanto que me costaba dormir aunque luego de unos minutos finalmente lo hice. 

    Al otro dia, me encontraba en la escuela, no veía a Jane por ningun lado asi que me dispuse a buscarla, luego de unos minutos haciéndolo la había encontrado, estaba en el patio mirando el cielo 

—¿Estás bien? 

Pregunte mientras me acerca y ponía mi mano en su hombro para luego sentarme al lado de ella 

—Jason, escapemos. 

Ella giró su cabeza, tenía múltiples heridas en el rostro, no quise preguntar al respecto así que solo atine a responder lo que ella me pedía 

—¿Escaparnos?¿Como dos amantes fugitivos? 

Al escucharlo ella asintió, me encantaba la idea, era algo que siempre habia querido asi que me acerque a su oído para susurrar 

—Esta misma noche, en el parque del pueblo. 

Nuevamente movió su cabeza aceptando todo lo que yo decía, la noche no se hizo esperar, en un abrir y cerrar de ojos ya era hora había preparado una gran mochila con varias mudas de ropa y le había robado dinero a mis padres con todo esto salí de mi casa y me dirigí al parque, allí estaba ella lista para escaparnos y ser libres como las mariposas en el viento 

—¿Estás listo para abandonar todo simplemente por amor? 

Pregunto ella, era una pregunta rara pero aun así atiene a contestar 

—Si. 

Juntos de la mano caminamos hasta la parada del autobús que llevaba al centro de la ciudad donde casi nadie del pueblo llegaba, sinceramente todo había sido muy rápido pero ella me gustaba tanto que no dudaba ni un segundo en cumplir lo que ella me pidiera, unas horas pasaron y ya habíamos llegado a la ciudad, nos hospedamos en un hotel en uno de los pisos más altos pues me gustaba la vista 

—Te amo Jane. 

Me acerque a ella y la bese con tanta pasión, ella me devolvió el beso hasta que se quejo del dolor que le producían las heridas 

—¿Qué te sucedió?

Se quedo callada por un momento y luego se sentó en la cama mirándome fijamente mientras se acercaba 

—El amor es muy doloroso, al parecer, mi padre no aprueba este romance, a pesar de que ambos somos mayores. 

Me acerque a ella también y con mi mano acaricie suavemente su rostro 

—Tu padre no entiende este amor. 

A decir verdad yo tampoco lo hacía, estaba enamorado de Jane pero ella no era la misma que desde hacía unos meses, había cambiado se sentía como si su luz se apagará 

—Mi padre solo quiere que lo ame a él. 

No había entendido bien a qué se refería, pero todo el asunto me estaba trayendo preguntas a la cabeza 

—¿Por qué me dijiste que si tan rápido? 

Pregunte mientras me acercaba rápidamente a ella, esperando una respuesta de su parte 

—Solo quería huir. 

Ella se alejaba lentamente de mi, como si me estuviera teniendo miedo, yo creía estar calmado 

—¡Todo fue una mentira! 

Me acerque aun mas rapido, por otro lado ella se alejaba aún más, por alguna extraña razón la mariposa de aquella vez se posiciono en mi hombro nuevamente 

—Te amo... 

Intente besarla pero esta se resistía tanto que empezamos a forcejear, de un momento a otro tome los hombros de Jane y la lanze por el balcón donde cayó hacia un solo destino, la muerte 

—Mierda... 

La mariposa comenzó a volar hacia otro lugar, dejándome solo con un enorme peso encima, puesto que acaba de asesinar a la chica que me gustaba accidentalmente...creo.

OscuroWhere stories live. Discover now