Las cosas cambian con el paso del tiempo, aquello que uno creía eterno... como la amistad ahora no es más que unos cuantos recuerdos.
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Esta historia es basada en la serie: Sen Çal Kapımi pero el desarrollo de los personajes prin...
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Lunes. 5 AM. Y una Kiraz totalmente emocionada salía de la ducha lista para comenzar su primer dia de trabajo.
La noche anterior la castaña se la había pasado pensando en aquel proyecto que sus padres habían mencionado, uno que la tenia totalmente eufórica y emotiva al ver la responsabilidad que sus padres ponían en ella.
—Buenos días— escucho a su padre saludar a sus espaldas.
—Buenos días papá — saludó ella con una sonrisa.
—¿Si sabes que no vamos a ir todavía a la oficina verdad?— preguntó Serkan haciendo a su hija reir.
—Lo se, pero no lo puedo evitar. Estoy ansiosa— confesó ella. —Tal vez si me dieras un adelanto...
—No no, no voy a permitir que tu madre se enoje conmigo otra vez. No— respondio el pelirrojo rápidamente haciendo a su hija reir una vez mas.
—Podemos decirle que yo te presione— insistió Kiraz mientras se servia su desayuno.
—Podriamos hacer eso— le siguió el juego su padre. —Pero no— dijo despues antes de soltar una corta risa al ver el gesto de su hija.
—Esta bien, esperemos a mama entonces.
—¿Vendras con nosotros o en tu auto?— pregunto después de un rato Serkan.
—Creo que ire con ustedes, al menos por hoy— respondio la castaña antes de ver a su padre asentir con una sonrisa.
Padre e hija no volvieron a hablar durante todo el desayuno, y justo cuando estaban acabando aparecían Eda y Alp en el comedor. Los cuatro se prepararon y salieron de casa, Alp fue el único en despedirse deseándole buena suerte a su hermana mayor en su primer dia.
Los padres junto con su primogénita llegaron a su destino, y caminaron tranquilamente hacia la entrada en donde Serkan pego un salto al oir una pequeña explosión al mismo tiempo que veía miles de papelitos de colores ser esparcidos por toda la entrada.
—Erdem- gruño el pelirrojo mientras su esposa e hija solo negaban sonriendo.
—¿Qué? Es la bienvenida de Kiraz— se defendió rápidamente antes de voltearse a ver a la castaña menor. —¡BIENVENIDA KIRAZ!— grito entonces haciendo reir a la mencionada.
—Gracias Erdem, es un muy lindo gesto de tu parte— agradeció ella viéndolo asentir con suficiencia hacia su padre.
—¿Ve? Ella si valora mi esfuerzo— dijo antes de darse la vuelta e irse como si nada hubiera pasado.
—Lo voy a matar, ahora hay que limpiar todo esto— se quejo el pelirrojo.
—Ya déjalo, ya pediremos que lo limpien. ¿No tenemos cosas mas importantes que hacer?— pregunto Eda mientras subia y bajaba las cejas emocionada.
