Capítulo 31: "Espadas arriba: por él"

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-¡Es perfecto!- dijo Gibbs acercándose a Yemayá que estaba junto al cuerpo de Jack-. Hazlo niña.

-La nave debe tener un Capitán y esa no seré yo. Nunca que le llegaré a los talones-. Dice Yemayá y veo como su puñal comienza a plantarse en el pecho de Jack.

Yo miraba expectante y traumado mientras los demás comenzaban a cargar los cañones para alistarse a atacar a Beckett.

Yemayá finalmente logra terminar y veo como un corazón sorprendentemente latente se posa en su mano. Lo mete dentro del jarrón con tierra y rápidamente- y como puede- comienza a cocer la herida con ayuda de su madre.

-Tiene que funcionar. Debe funcionar.- la escucho decir mientras varios sollozos y lágrimas van escapando de ella al notar que nada cambia-. ¡Vamos despierta!- grita y la primera bala de cañón atraviesa el Perla.

-Yem...- le toco el hombro para que vea que es inútil y ella se desprende de mi agarre.

-Déjame.- me espeta-. No voy a dejarlo-. Abraza su cuerpo inmóvil-. ¡Jack!- y otra bala de cañón le da a la nave.

-¿Por qué no pruebas con el collar de Calypso?- le sugiero tratando de buscar una solución.

-No sirve, Samuel. No sirve con mortales.- llora posando su cabeza en el pecho de su padre.

-Déjalo, pequeña...- interviene Gibbs-. No funciona, Jack no volverá.

Y eso la pone peor, se da la vuelta y abraza a Gibbs mientras las balas siguen rompiendo la madera del Perla.

Con ayuda de Gibbs, tomamos el cuerpo de Jack y lo arrojamos al océano. Cuando finalizamos, me doy la vuelta y la veo mirándonos con más lágrimas que de costumbre. No aguanto otro segundo y la abrazo con todo lo que tengo sintiendo sus costillas en mi pecho. Acaricio su pelo y llora en mi hombro.

-Te prometo que todo estará bien

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-Te prometo que todo estará bien.- le susurro.

-Ya nada lo está.- me contesta y se separa de mi tomando su espada.

-Lo estará, confía en mí.- y como si fuera a propósito, cada vez que intento besarla, nos interrumpen con otra bala de cañón. Ella se enfada al ver la nave a nada de hundirse y se pone en marcha.

El impacto del golpe nos ha tirado a los dos y yo caigo encima de ella y en eso me percato que la herida que tenía antes se le ha abierto dejando un gran camino de sangre recorriendo su brazo. Yo la miro preocupado y me dice que todo está bien.

-Nos destrozará- digo en voz baja pero ella logra escucharme.

-No conmigo aquí. No dejaré que otro muera hoy.- finaliza y comienza a mirar hacia todos lados en busca de algo.

Y en eso observo que posa su vista en una gigantesca roca que está incrustada en el medio del océano. Ahí es cuando me doy cuenta que un plan vino a su mente.

PIRATAS DEL CARIBE: "La hija del Capitán"Where stories live. Discover now