𝑫| Jungkook es un pintor que sueña con un chico del campo, y Jimin es un chico del campo que sueña con un pintor, ninguno sabe de donde vienen, o el por qué de estos sueños, solo ambos sienten la constante necesidad de saber quien es ese extraño en...
—Así que... eres de un pueblo tan pequeño que ni siquiera aparece en un mapa, eso curioso —comentó Jungkook con la vista en la avenida, manejando con tranquilidad.
—Si, así es —suspiro el joven rubio—. Pero es muy lindo y cálido, la gente que habita allí es muy amable, los niños pueden jugar hasta tarde sin preocuparse, tenemos un paisaje hermoso y vivimos en paz —sonrió mirando su ventana, proyectado en su mente los recuerdos de su hermoso pueblo.
—¿Es así? Vaya, incluso me han dado ganas de conocerlo ¿crees que algún día pueda ir... contigo? —preguntó, Jimin lo miró sorprendido por lo dicho—. Me refiero a que, yo me ofrezco a mostrarte la ciudad, y cuando vaya me gustaría que hicieras lo mismo con tu pueblo.
—Mmh está bien, cuando vayas seré tu guía de turistas ¿trato?.
—Trato —ambos asintieron con una sonrisa—. Ahora intentaré mostrarte las mejores partes de Seúl, y te llevaré a un par de lugares, pasaremos un buen día lo prometo.
—Está bien.
—¿Ya te sientes mejor sobre lo de tu novio? —aclaró su garganta y apretó el volante un tanto nervioso.
—Prefiero olvidarlo por ahora, pensar en eso baja mi animo —suspiro ligeramente—. Realmente no se que sucederá entre nosotros luego de este día, estoy preocupado.
Jungkook se mantuvo en silencio, no podía ni quiera opinar nada, prefirió guardar silencio antes de causar una nueva emoción fuerte, suficiente tuvo con lo del restaurante, ahora lo que quería lograr era subir su ánimo. De alguna manera había algo en ese chico que lo empujaba a protegerlo, no quería que sufriera, quería hacerlo feliz.
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El día estaba comenzando al igual que el viaje de turistas por Seúl patrocinado por Jungkook, quien fue el encargado de mostrarle la bella ciudad donde llevaba viviendo casi diez años, la conocía bastante bien, había estado hace unos años atrás en la misma posición de Jimin, un chico joven e inocente nuevo en la ciudad, así que sabía dónde llevarlo.
La primera parada fue el Changdeokgung-Palace que es el segundo palacio real más antiguo de Seúl, el cual consiste en un área pública de turismo, un edificio residencial diseñado para la familia real y un gran jardín exuberante conocido como Huwon Secret Garden. La espectacular presencia del Monte Bugaksan por detrás del Changdeokgung-Palace hace de esta atracción uno de los lugares más impresionantes de la ciudad y una de los más visitados.
Jimin no dudó ni un segundo en tomarse unas cuantos fotos en aquel hermoso lugar, realmente estaba impresionado, y lo que faltaba.
Su segunda parada fue Insadong el cual es el distrito del arte tradicional de Seúl y una de las paradas obligatorias para cualquier turista que esté interesado en las escenas culturales locales. Este tiene un vecindario con estrechas callejuelas, y estas están llenas de galerías, cafés, tiendas de artesanías y casas de té, lo que le da al área un ambiente bohemio de estilo coreano. Allí decidieron comprar algunos artículos de recuerdo, también se detuvieron a comer de cerdo asado con un poco de Soju.
