PARTE #2

1.8K 88 5
                                    

PARTE #2

El joven sintió un calor agradable, correspondió al abrazo del niño, puso la mano sobre la cabecita castaña del menor y lo empezó a sobar tratando de consolarlo. Cada hipido lo hacía sentir una extraña sensación, no lo describía bien, pero Teo lo sentía muy bien. Las lágrimas fueron disipándose. Sin embargo, cuando Teo se separó porque ya no lloraba el pequeño. El niño reaccionó de manera que no lo hubiera pensado.

- Niño: [cabizbajo] Perdóneme, no lo volveré a hacer.

Seguido de esto el niño se fue antes de que Teo siquiera le dijo algo, él se quedó quieto como una estatua, dentro de él quería correr hacia él, pero solo estuvo quieto. Suspiro, pensando en ese pequeño. Algo había en el que le llamaba la atención por ese momento al menos eso pensó.

Se fue a su casa caminando no estaba tan lejos como en él anterior colegio, la caminata era extensa, pero lo ayudaba a pensar más. Solo pensó que es una pequeña casualidad y accidente haberlo encontrado a ese pequeño en aquellas situaciones.

Ya en casa, se quitó su uniforme, se echó en la cama, quedando en ropa interior, quería descansar un poco sin embargo alguien tocó a su puerta. Teo se levantó y abrió la puerta, la asistenta que había tocado la puerta se ruborizó, solo le dijo: "Joven Teo, vuestros padres esperan abajo".

- Teo: Gracias Caroline, pero no pienso bajar.

- Asistenta: Señor, es que dicen que es necesario que usted baje.

- Teo: Joder, diles que ya bajo.

- Asistenta: Como usted diga.

EN EL COMEDOR

- Teo: La asistenta me dijo que me llamaban.

- Padre: [cortando su filete] En efecto, queríamos saber cómo te fue en tu primer día.

- Teo: [discrepando] Me llamaste solo para preguntarme eso.

- Padre: Era necesario.

- Teo: No soy un niñito, me fue bien, aunque no están acostumbrados a ver al hijo de 2 personas importantes de un negocio rentable por esos lares.

- Padre: Será temporal, en lo que vemos a qué colegio trasladarte o puedes volver al...

- Teo: [interrumpiendo] No pienso volver a ese lugar, prefiero beber de un charco, me quedo en el que estoy ahora, por algo me mandaste ahí, ¿No?

El padre lo miró de manera seria, Teo lo miró desafiante, todo se cortó apenas llegó el almuerzo. Su madre rompiendo la tensión que había le preguntó a Teo.

- Madre: ¿Cómo va todo en el colegio? ¿Hiciste amigos?

Entonces lo vio de nuevo, pero no en persona su mente le había jugado una mala pasada lo había visto hasta en el reflejo de su sopa. Era él.

- Madre: ¿Teo? ¿Estás bien?

- Teo: [volviendo a la realidad] Si, solo que... nada, preguntabas algo.

- Madre: Te preguntaba si hiciste amigos.

- Teo: Aún no.

El almuerzo no se extendió mucho, apenas Teo terminó de almorzar se fue devuelta a su habitación, para pasar el tiempo hizo su tarea y así pasó rápido el tiempo. Un tiempo después ya era hora de dormir, puso su alarma y se echó a dormir. Sin embargo, en la madrugada. "¡Por favor, déjenme en paz!" "¡Ayúdame!" "¡Ayúdame!" "¡¡AYUDAME!!" "Ayúdame por favor"

EL PEQUEÑO DE PAPIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora