We have Vanya

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— Tengo que encontrar a Klaus. Lo necesito.—susurró a su hermano mientras este leía atentamente el periódico donde su séptima hermana podía estar, al parecer había perdido la memoria, según decía ese pedazo arrugado de papel.

— Y lo encontraremos, pero tenemos que hacer esto juntos, Ast, nos necesitamos.

La chica bufo sonoramente y tiró una navaja contra la pared, donde se quedo ensamblado, lo que hizo a Elliot tragar en seco .

— ¡El radar esta detectando algo! —exclamo emocionado viendo el aparato y así quitando de su visión la navaja— No entiendo que quieres registrar. —admitió— pero esta como loco, ¿una tormenta, quizás?

— Ondas sonoras, genial. —El sonido se elevó y al tener en su mente la posible ubicación tomo a su hermana de la muñeca y los transporto al auto, así comenzó a conducirlos a alguno de los posibles paradero de Vanya.

— Siento que tengo que disculparme con ella... —soltó viendo como cada vez el cielo aclaraba mas.

— Ambas se merecen una disculpa, pero tomando en cuenta lo vivido... Creo que ya esta resuelto. —sonrió petulante, pero al ver el rodar de los ojos a su hermana puso su mirada en ella un momento antes de seguir con sus ojos atentos en el camino de tierra al que entraron hace unos minutos.

— ¿Cómo vamos a decirle? —cuestionó la chica— ¿Cómo le explicas que ella causa el fin de todo?

— No lo sé... —murmuró— Aún no lo sé pero tenemos que ir por ella.

— Espero que esté bien.

— Lo está. Es una Hargrevees.

— Sobrevivimos como cucarachas. —rió la chica ganándose una sonrisa de su hermano.

— ¿En serio nos acabas de comparar con cucarachas?

— Sobreviven a todo, mal paradas, tambaleantes pero ahí están hasta que las pisas unas 10 veces.

Al llegar había un gran circulo echo por sembradíos aplastados, como si una nave espacial hubiese aterrizado ahí, aunque ambos sabían bien quien era la causante.

Encontraron sin ninguno de los matones, los hermanos de La Comisión sin huellas de estar en el lugar, lo que les provoco buscar con rapidez a su hermana, pues un encuentro con ellos es lo ultimo que querían.
Pasaron por varias plantas que pasaban de su estatura y las fueron haciendo a los lados hasta dar con la séptima echa un ovillo en los matorrales.

— Hola, Vanya. —sonrió su hermano observándola.

— ¿Quiénes son?

— Somos tus hermanos. —le dijo la rubia con cuidado acercándose a ella y ayudándola a colocarse de pie. — Joder, estas bien. —susurró aliviada y se abalanzo a ella dándole un fuerte abrazo, tratando así de expresarle todo su cariño retenido y la disculpa que la castaña se merecía según su criterio al no hacer más cuando Luther le encerró.

Vanya, quien estaba confundida recibió el abrazo con inseguridad, pero a la vez un tanto feliz de por fin ver a alguien que la reconociera.

— ¿Tengo hermanos? —cuestiono entre alegre y confundida. 

—Si, siete de echo. —sonrió Ast como una niña casi dando brinquitos.

— Si, si. —asintió Cinco— Oye, puedes quedarte aquí y esperar a que la mafia IKEA vuelva a matarte o puedes acompañarnos. —finalizó alejándose del lugar .

— ¿Por qué quieren matarme?

— Matarnos. —corrigió la rubia caminando a lado de ella.

— No deberíamos estar aquí. —contestó el castaño.

— ¿En Dallas?

— No, en 1963.

Al llegar fuera de los matorrales observaron con atención el circulo. 

— Mierda. —soltó la castaña sin dar crédito a lo que veía.

— Si... Increíble ¿no? —sonrió Cinco orgulloso de los poderes de su hermana— Es bueno ver que tus habilidades siguen intactos. Vamos.

Juntos pasaron de ese lugar y en un sepulcral silenció su hermano condujo a una cafetería donde su cuerpo le ansiaba café. 
La señora sirvió la tercera taza al menor de los Hargrevees.

— Déjeme la jarra. —pidió el castaño bajo la risueña mirada de su rubia hermana quien le daba un trago a su taza agradecida con la señora que les brindaba esa humeante y energética bebida que tanto necesitaban.

— Gracias.

— Insolente de mierda. —susurro la señora por lo que Ast soltó una limpia carcajada casi atragantándose con la bebida caliente.

— ¿Me van a decir que carajos esta pasando? En el auto ninguno se digno a hablar. 

— Bueno... —susurró su hermana.

— Fuiste comprada cuando eras una bebé por un excéntrico multimillonario. Te crio en una academia de elite con otros siete infantes con extraordinarios poderes. Pero... en el año 2019 para evitar el apocalipsis saltamos dentro de un vórtice y terminamos dispersados por toda la línea temporal en Dallas, Texas.

La cara de la castaña cada vez se deformaba mas en su expresión de confusión.

— Buen resumen, algo desvariado pero bueno. —admitió la rubia sacando uno de sus cigarros, agradecía que en esta época se podía fumar dentro de los locales.

— ¿Alguna pregunta?

— ¿Apocalipsis? ¿a qué te refieres?

— Habló del fin del mundo como se conoce.

— Si, ¿pero cómo?

Ast y Cinco intercambiaron miradas para después observar a su hermana.

— ¿En serio no recuerdas nada?

— ¿Nada de nada?

— No... —respondió ella— Nada hasta este ultimo mes.

— ¿Y qué si recuerdas?

—Hum... Que aterrice en una especie de callejón, me arrollo un auto. —denotó— Mi cabeza estaba a punto de estallar, no sabía como había llegado, ni de donde venía... simplemente nada. —los dos callaron— ¿Qué causa el apocalipsis? —insistió.

Ambos se quedaron en silencio.

— En realidad, Vanya... —comenzó la chica pero fue rápidamente cortada por el adolescente.

— Un asteroide impacta, la colisión destruyendo todo. Cómo el que acabo con los dinosaurios pero mucho peor.

Vanya y Ast se vieron atentamente, la castaña buscando la afirmación por parte de su hermana, sin embargo la rubia tuvo que despegar su mirada incapaz de sostener el secreto que su hermano acababa de formar.

— La cosa es que nos siguió hasta aquí. —añadió Ast dando una calada tratando se mantenerse segura.

— ¿Cómo nos siguió?

— Dentro de ocho días el mudo se acabará por un estallido nuclear. Diferente pero con el mismo resultado.

— No puedo creerlo...

— Nosotros lo vimos. —asintió la rubia con pesar.

— Con nuestros propios ojos. —puntializó Cinco— Tú estabas ahí. Y los demás.

— Mierda... —susurró impactada— Tengo que hacer una llamada.

— Vanya...

Cinco en un desespero se levantó de la silla y colgó el teléfono. Ast miró con impaciencia la discusión y cuando se iba a levantar a frenarlos ambos ya iban de vuelta.

— Necesiamos a Luther.

— ¿Quién es Luther?.


















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⏰ Last updated: Feb 16, 2022 ⏰

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The Witch ¦¦ Klaus HargreevesWhere stories live. Discover now