37. Hola otra vez

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No logré concentrarme durante toda la clase. Definitivamente Matt no sale de mi cabeza.

Paso la hora de almuerzo con Nate pero todo el rato estoy pensando en Matt y en lo que pasará esta noche. Puedo imaginar todas las posiciones, las palabras, los besos y el placer que me hará sentir y lo que yo quiero hacerle sentir a él cuando estemos al fin solos.

-¿Brid? –Nate me mira expectante.

-¿Si? –digo algo asustada.

Espero que no haya estado hablando en voz alta mis pensamientos para mayores.

-Te pregunté si tenías los apuntes de ayer –me mira cabreado.

-Perdón –sonrío como idiota. –Aquí están –busco en mi mochila y le entrego mi cuaderno.

-Gracias –dice sonriente mientras recibe mis apuntes.

-Nate, hoy vuelve Matt –digo esperando algún consejo.

-¿Y? –escribe en su notebook y me ignora. –Supongo que volvieron con su extraña relación ¿O no?

-No lo sé aún, todo depende de hoy.

-Ok –dice sin mirarme.

-¿Te pasa algo? –digo curiosa.

-Nada -suspira y de inmediato noto lo tenso que se ha puesto.

-Nate... Te conozco -digo rodando los ojos.

-Nada Brid, -me mira serio. -Es solo que estoy cansado de consolarte cada vez que ese idiota te lastima.

Rayos.

-Siento haberte pedido ayuda entonces –digo algo molesta.

-No es eso –bufa. –Es solo que... -hace una pausa. –Me molesta ver como sufres por ese tipo –lo miro en silencio. –No pienses que estoy enamorado de ti, solo te lo digo como tu mejor amigo. Ese Matt no es bueno para ti, pero al parecer eres medio masoquista.

Sin decir nada más, Nate se levanta y mete sus cosas en la mochila para luego irse rápidamente dejándome con las palabras en la punta de la lengua.

Supongo que él tiene razón y no debo seguir aburriéndolo con mis problemas, pero es al único al que le puedo contar todo. 

Ojalá Jess no fuera hija de Barbara para poder hablarle.


***


A las 2 salgo de clases y me voy de vuelta al departamento. Cuando entro, Jess está en la cocina.

Aquí vamos Bridget, pon una linda sonrisa y prepara el almuerzo para la ex novia de Matt.

-¡Hola! –digo alegre.

-Hola Brid, ya empecé a cocinar, ayúdame con la pasta, haremos lasagna vegetariana –Jess me indica la humeante olla en la estufa.

-Ok, iré a dejar mis cosas y vuelvo –digo caminando a mi habitación.

Dejo mi mochila en la cama y abro las cortinas para que la luz entre a mí habitación.

Me pongo una polera negra que me llega un poco más arriba del ombligo, unos pantalones de algodón que uso para hacer aseo y me hago una cola de caballo. Toda una dueña de casa, digo mirándome al espejo.

Jess y yo empezamos a armar la lasagna vegetariana pero vemos que nos falta el ingrediente secreto, salsa blanca, así que mi amiga decide ir a comprar mientras yo sigo cociendo lo demás.

A los pocos minutos, suena el timbre. Dejo las cosas y voy a abrir la puerta pensando que a Jess se le ha olvidado algo.

-Hola.

OH POR...

-¿¡¡¡Matt!!!? –chillo impresionada con los ojos muy abiertos al verlo justo frente a mi.

-Sorpresa –pone su linda sonrisa.

-¿¡Qué... qué haces aquí!? –lo abrazo fuerte y siento que mi corazón se va a salir de mi pecho.

-Mi vuelo se adelantó –me da un beso en la frente que me derrite y se aleja para verme mejor.

-Perdón por la ropa –me separo de él avergonzada de estar tan desarreglada.

-¿Crees que me importa la ropa?

Él cierra la puerta en su espalda y me besa intensamente mientras me lleva contra la pared de la sala.

Ay Dios, su boca... Cuanto había extrañado su boca.

-Matt –trato de zafarme de sus brazos.

-Bridget –me mira. -No estoy sola -susurro y él me mira divertido.

-Vi a Jess salir, no soy idiota para venir sabiendo que podría estar aquí -continúa besándome.

-Pero... Barbara vendrá a cenar -lo detengo. -Jess acaba de salir a comprar.

-¿Y eso que? –me vuelve a besar.

-Matt nadie puede vernos, ¿Qué pasa si nos ven aquí?

-No me importa, quiero tenerte ahora.

-Esta relación de sexo no funcionará si quieres hacerlo en cualquier parte –digo riendo en sus labios.

-Solo cállate y déjate llevar –él aún me abraza fuerte por la cintura.

Dios, sé que Jess o Barbara pueden llegar en cualquier momento, pero Matt no me deja pensar claramente las cosas.

-Matt –le ruego una vez más. –Se me va a quemar la comida –él se ríe pero sigue intentando callarme con sus irresistibles besos.

-Basta... –resoplo. – ¡Jess puede llegar en cualquier momento, hasta Barbara puede llegar! -Mi voz aún suena agitada por tratar de zafarme de sus brazos. -¿No entiendes que lo nuestro jamás resultará si nos ven? –me muevo pero el rápidamente toma mis manos y las sostiene por encima de mi cabeza, apegándome contra la pared.

Su cuerpo junto al mío provocan una energía única e indescriptible... sus ojos azules me miran fijo a los míos... su sonrisa perfecta... ¿Por qué se tuvo que fijar en mí?

-Bridget... -su lengua acaricia mi nombre y siento escalofríos por toda mi espalda. -Sabes que no puedes alejarte de mí... -él roza mis labios con los suyos.

Este hombre me provocará un infarto.

-Matt... -suplico, pero es inútil.

Siento sus labios besando los míos y solo puedo cerrar los ojos y dejarme llevar en esa intensa sensación de placer.

Prohibido enamorarse [Matt Bomer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora