No Dan Tanto Miedo

La Reunión (Parte 1)

- Entonces la niña quedó atrapada en el espejo de la malvada bruja. – Mientras sostenía el libro, Bela poco a poco empezaba a cortar la distancia entre ella y la niña. – Sus padres la buscaron todo el día hasta que finalmente la encontraron.

- wUhhA.

- Si exacto, bruja. – Bela le sonrió a la niña, ver como su pequeña hermana se iba desarrollando era algo que ella disfrutaba bastante. – El padre, furioso con la bruja le plantó cara mientras que la madre liberaba a su hija del hechizo con su amor. Pero la bruja era más fuerte y el padre gritó: "¡Salva a la niña!". Así que la madre la puso a salvo mientras que el bosque se consumía.

Bela cambio su posición nuevamente, esta vez al lado de la niña, con la intención de mostrarle las ilustraciones del libro, aunque sentir como su pequeña hermana se apoyaba y le sonreía a ella, era algo que también le encantaba.

- Ahora el bosque calcinado es un triste recuerdo del sacrificio de su padre. – Bela miró a su hermana y vio como esta empezaba a cerrar los ojos. – Hoy en día si un niño fija la mirada en el yermo paisaje, tendrá pesadillas en las que se verá perdido buscando bayas. – Bela cerró el libro lentamente dando un suspiro de satisfacción. Miró a su hermana ya dormida y empezó a acariciarle la cabeza. – Siempre lo digo, pero tienes un cabello muy lindo Rose.

- ¿No fue un poco deprimente esa historia?

Esa voz que provenía detrás de ella sorprendió a Bela, aunque era la que más demostraba afecto entre las 3 hijas de Alcina, aun así, era vergonzoso para ella ser pillada tan desprevenida.

- Cassandra, creí que estabas dormida. – Bela se alejó lentamente de la niña y la acomodó con cuidado en el sofá de la sala, cubriéndola con su manta y dándole un beso en la frente.

- Solo tomaba una siesta, apenas son las seis y veinte. – Cassandra desbloqueo su celular y le mostró la hora a su hermana.

- Oh cierto, madre e Ethan deberían regresar pronto. – Bela empezó a salir de la sala para dirigirse al patio trasero mientras Cassandra la seguía.

- ¿A dónde fueron?

- Algunas cosas para la granja, no sé exactamente que fueron a comprar. – Bela se sentó en el banco de madera mientras veía el extenso terreno plantado con vides.

Cassandra se sentó al lado de su hermana con las manos detrás de su cabeza, tan despreocupada como de costumbre. - ¿Quién diría que a mamá le iría tan bien con esto de la producción de vinos?

- ¿Acaso dudas de la capacidad de Madre para los negocios Cassandra? – Bela miró de reojo a su hermana de cabello rojo.

- ¡C-Claro que no! – Cassandra dejo su postura relajado y cruzó los brazos. – Es solo que ella se veía algo insegura cuando nos mudamos al pueblo de Fort Scott.

- Todos lo estábamos. Pero un estilo de vida más simple fue lo que nos prometieron. – Bela juntó las manos. – Sobre todo el señor Ethan.

- Supongo que sí, aunque no estaría mal cargarse un humano para variar.

- ¡Cassandra Dimitrescu! – Bela reprendió a su hermana por el comentario.

- ¡Solo bromeaba! Demonios... no aguantas una broma. – Cassandra miró en dirección a la sala donde se encontraba durmiendo Rose. – No podría volver a comerme a nadie, ya no. – Cassandra esbozó una sonrisa.

- Eso espero, todos hemos hecho nuestra parte para intentar adaptarnos. Incluso Daniela.

- Daniela... ¿Dónde está esta chica por cierto?