Capítulo 12 - El Final (PARTE 2)

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Alcina cada vez estaba perdiendo más fuerza, su cuerpo había recibido muchas heridas y cada vez se le hacía más difícil elevarse. Miranda por otro lado, aunque había recibido varios ataques aun podía seguir a un ritmo considerable. Ambas criaturas se miraron por unos segundos, solo había odio en su mirada, siendo conscientes del momento ambas empezaron a correr hacia la otra. Alcina pensó aplicar la misma táctica de sujetarla en el aire y luego dejarla caer, ella se acercaba a una gran velocidad mientras levantaba sus alas, protegería a las personas que ama hasta su último aliento, aunque fuese algo predecible no se le ocurría nada más.

Como esperaba, Miranda vio venir el ataque de Alcina y en respuesta a eso tomó una postura bastante inusual. Su cuerpo se tiró al suelo, mientras que sus patas de cangrejo, ahora más alargadas, se quedaban en el aire bastante abiertas, esperando que Alcina la tocase. Como había previsto Miranda, Alcina intento sujetarla, pero rápidamente fue atrapada por las patas de Miranda, como si fuese una planta carnívora que se cierra cuando algo se posa sobre ella. Las patas de Miranda apretaban el cuerpo de Alcina y no la de dejaban estirar sus alas, Miranda al notar lo indefensa que estaba Alcina, sonrió. Poco a poco Miranda empezó a cerrar sus patas, sofocando aún más el cuerpo entero de Alcina, hasta la silueta blanca que formaba parte de la criatura estaba atrapada bajo la prisión de Miranda.

- Creo que este es el adiós Alcina. – Miranda intento acercar su cuerpo un poco para que Alcina la escuchara. – Voy aplastarte hasta matarte.

-N-No.... m-m-miranda... - Alcina apenas podía pronunciar palabra, no veía nada, solo perdía fuerzas cada vez más y más.

- Adiós Alcina. – fue lo último que dijo Miranda antes de apretar con todas sus fuerzas el gran cuerpo de la criatura. Como era de esperarse, la sangre se esparció por todos lados. Como Miranda esperaba, lo que sentía a hora era un bulto de carne mucho más pequeño, posiblemente todo lo que quedaba de Alcina al exprimirla por completo.

Una vez segura de su muerte, Miranda liberó a Alcina de su prisión, o lo que quedaba de ella. Era apenas reconocible si la comparabas con la criatura alada y blanca de hace un momento. Las alas estaban totalmente desgarradas y rotas, lo que se semejaba a su boca había sido tan deformada que jamás supondrías que había algo ahí. Los largos brazos y piernas de la criatura ahora estaban tan rotos que, aunque la criatura estuviese viva, era totalmente imposible que se levantara usando esas extremidades. De cualquier manera, lo que Miranda tenía en frente, ya no representaba ningún problema para ella.

- Bien.... Ahora debería- ¡eh! – Miranda sintió algo raro en su brazo, peor aún, no lo sentía, en el momento en que volteo hacia otro lugar, Miranda había perdido un brazo.

- ¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAHHHHHHGGGGGG!!!!!!!

Miranda se retrocedió por el dolor, al tener la parte inferior de su cuerpo con otra forma que no era humana su campo de visión no le dejaba ver lo que había abajo debido a la altura que Miranda alcanzaba. Cuando vio lo que había en el suelo, Miranda se llenó de ira.

- ¡TÚ! – Gritó Miranda.

- Hola, creo que se te perdió esto... - Heisenberg sujetaba el brazo de cortado de Miranda que aun chorreaba liquido negro, mientras que en la otra sujetaba su martillo, el cual se veía diferente, puesto que en un lado había una larga cuchilla que le daba la apariencia de una hoz.

- Heisenberg... ¡Debí matarte cuando te tuve en frente! – Miranda se acercó al hombre dispuesta a aplastarlo, pero justo cuando iba a dejarse caer sobre él, vio cómo su objetivo se alejaba de ella rápidamente. Miranda quedó confundida por esto, no lo vio retroceder o saltar, simplemente su cuerpo se alejó como si alguna fuerza invisible lo hubiera apartado.

No Dan Tanto MiedoWhere stories live. Discover now