Esencia de Lavanda

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Todos iban en dirección a la cafetería, era un día tranquilo, después de ir a la enfermeria, recibió tres clases sin que los profesores les dejasen tareas, lo cual era ventajoso para la busqueda de respuestas del Rubio. Miró a su lado, allí estaba el dúo de tontos, comportandose como auténticas niñeras.

— ¿Qué esperan? — Bakugo no hesitó en aquella pregunta, se veía claramente la gran cantidad de disturbio mental que poseían.

Kirishima tomó la iniciativa. — Bueno, queriamos saber, el origen de tus flores.. ¿cómo las tuviste? —

— El origen... — Susurró para sí mismo el rubio.

— Ya sabes, el momento en que nacen, pensabamos que Recovery te ayudaría a recordarlo. —

— ¿Eso porqué me tiene que ayudar? —

— Saber qué lo originó te ayuda a saber que lo provoca, ¿no? — Kaminari dejó de jugar con su arroz para darle especial atención a lo que respondería su amigo.

Bakugo bufó fuertemente y apartó su plato para dar enfasis al tema de conversación. — No tiene sentido, he visto que las de Kirishima crecen por cualquier estupidez. —

El pelirrojo teñido gruñó en negación mientras Denki le daba algunas palmadas a su espalda. — En eso tienes razón pero, el primer brote es el determinante, es tu debilidad, es algo muy varonil e importante. —

— Lo que generara esta basura me las va a pagar una a una. — juntó sus puños y envolviendo una mano con la otra, tronó todos sus dedos como si se preparara para alguna pelea.

— Deberías hablarlo con Midoriya, parece que se les da bie- — Un golpe en el estómago por parte de Kirishima lo silenció.

Bakugou refunfuña por lo que planeaba decir Kaminari, pero aún así dirigió su vista a la mesa en la que Deku comía con sus amigos, en silencio, mirando como sonreía. "Maldita sonrisa de mierda".

Volteando su vista hacia sus amigos, pudo darse cuenta que ambos estaban concentrados en ñiñerias y cuando pelean, es simplemente mejor que nadie interfiera.

Decirle ayer que quería ver al nerd hoy, fue la sentencia que decidió encadenarse. Ir a la enfermería lo agobiaba ahora que el único tema de conversación eran sus inexistentes semillas, Se sentía peor cuando todos le ocultaban información.

Por el momento debería hacer su propia investigación. Pensaba recurrir al propio dueño de muchas de las preguntas que tenía justo en aquellos momentos. Lo veía caminar unos pasos al frente de él, charlando con su grupo de amigos camino al comedor. Era interesante como alguien tan tímido como el Peliverde podía soltarse a hablar por horas cuando encontrabas un tema que le gustase, por experiencia de Katsuki, los héroes y el ejercicio eran los primeros de la lista.

Ya siendo las siete de la noche podía ir haciendose a la idea de que, en efecto, Deku vendría, el problema era exactamente ese, que no era Kirishima, ni tampoco Kaminari, era la sanguijuela nerviosa que, muy de vez en cuando, lo sacaba de quicio. Siendo sincero el nunca ha podido repudiarlo, sin embargo, toda su vida lo apartó porque sentía cierta rabia en él cada vez que lo tenía remotamente cerca. 

Y a día de hoy no sabría decir con exactitud la razón por la que lo despreciaba, siempre le atribuyó esa responsabilidad a las lindas flores amarillas de Deku, las muy perras parecían ser más brillantes y felices cuando el pecoso andaba cerca del rubio, él sentía que lo estaban retando, como se movían con el viento, parecía que bailaban burlonas. Eso lo fastidiaba, y le creaba una especie de remordimiento o ganas de luchar que él mismo no encontraba con qué desahogar.

¿Por qué justo en el momento en que está ocurriendo esto de las malditas flores Deku parece integrarse más a su vida? Es como una ironía cruel o un chiste mal contado.

Dying in flowersHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin