Capítulo 18

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— ¿Puedes dejar de moverte, cariño? —la maquillista trata de mantener su tono dulce, aunque sé que ya la tengo desesperada y al punto de dimitir

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— ¿Puedes dejar de moverte, cariño? —la maquillista trata de mantener su tono dulce, aunque sé que ya la tengo desesperada y al punto de dimitir.

— ¿Puede usted dejar de maquillarme? No, ¿verdad? Pues yo tampoco puedo dejar de moverme. Me es sumamente incómodo —hablo con acidez notable en mi voz (me declaro culpable, soy una descaradita que hablo cuando quiero). Porque sí, el día de la boda de Melanie ha llegado; y al ser dama de honor, no han dejado de arreglarme.

— ¡No puedo más! Esta niña no se queda quieta —explotó luego de intentar hacerme el delineado por decimoquinta vez.

—Alaia, coopera. Por favor —la tía Marisa me da una sonrisa de dientes apretados. Yo sonrío socarrona y asiento, para cuando me van a volver a hacerme el delineado moverme a postas.

—UPS —es lo que sale de mi boca. La maquillista me mira mal.

—Mejor no te hago delineado —se rinde.

—Sí, mejor —asiento complacida, pues con mi modo de comportarme como una cría he ocasionado que esté débilmente maquillada y con un peinado sencillo. Tal como quise desde un inicio.

— ¡Marta, controla a tu hija! —ante el grito desesperado de la tía Marisa, mamá entra con algo en sus manos que, si mi vista no me falla, es una, ¿chancla? Sí, una chancla.

—Alaia Daniels —Su tono es bajo, y eso me asusta más. —, más te vale ubicarte y dejar que te maquillen y peinen hermosamente para que no seas la cosa más fea en la linda boda de tu prima, la cual quiere que todas sus damas estén perfectas, si no quieres buscarte un grave problema conmigo y que tenga que usar la chancla. Solo te he tocado una vez con ella, y no fue de tu agrado —Amenaza. Asiento por instinto tragando en seco por el miedo que me causa esta versión de mi madre. —. Perfecto —Asiente y se dirige hacia la encargada del maquillaje. —. Puede trabajar con tranquilidad que ella no molestará.

La mujer, algo desconfiada, acerca las brochas y todo lo que utiliza para maquillar y empieza a realizar su “magia”. Luego es turno de la peinadora, que me da miles de alones de pelo. Creo que se ha vengado por el primer intento de peinarme. Me cae mal, esa flacucha. Ok... el tipo de la serie turca que estaba viendo mi madre ayer me ha afectado y pegado sus frases.

(...)

—Wow —Exclama el padre de Melanie al entrar a buscar a su hija. Casi es hora de que la ceremonia de inicio. —Están todas preciosas.

—El maquillaje hace milagros, hasta con Alaia —si, ese lindo comentario fue de Kayla. Ella siempre tan linda (sarcasmo, obviamente).

El padre de Melanie ríe y niega, yo solo ruedo los ojos y hago lo que ella odia: la ignoro.

—Vengo porque ya es hora de comenzar, el novio está inquieto, ansioso por ver a su futura esposa —al mencionar al futuro marido de su hija, hace una mueca y rueda los ojos.

Una sola palabra: INCOMPRENDIDA   [Completa✓] #1 Where stories live. Discover now