Especial 4: Después de la guerra Casian.

36 3 0
                                    

POV CASIAN

Todo acabó. Castiel estaba escribiendo cartas, una parte de los sobrevivientes desapareciendo los cuerpos del bando contrario, la otra parte enterrando a los nuestros y yo torturando a Nate, porque sí, así no se iban a quedar las cosas. Necesitaba venganza, mi hermana, mi amor, mi vida, todo, todo lo fastidió él. Por simple dinero que no le pertenecía, placer que obligaba a darle, arruinarme la vida, venganza, pero cierto. Copa por copa. Su copa llena, la vacíe y mi copa llena se encargó de derramar su contenido. Estamos a la par, ahora solo queda romper la copa. El tiró, ahora me toca a mí. Bajé con la navaja en la mano. Y la pistola en la otra. Tenía la movilidad reducida debido a su disparo en la pierna y las manos atadas que había atado justo cuando terminó la guerra y bajé.

_Yo: ¿Cómo va el disparo? ¿Duele?

Dije para proceder introduciendo la punta de la navaja en la herida y empujando con fuerza.

_Nate: Nunca lo conseguirás. No harás que me suicide como hizo la cobarde de mi hermana.

_Yo: Veremos si te comes ese ego. Aunque por como veo esa herida antes mueres de desangramiento o de infección. Aunque podrían mandar a curarlas a mitad y seguir torturándote. Quien sabe, a lo mejor lo hago. Bueno me voy. Torturar me da placer y tu asco. No quiero cogerle asco al sexo, por tu culpa.

_Nate: Tráeme a tu dulce perra. Ella tiene que recordar lo que es un hombre y no un crío.

Dos movimientos rápidos han hecho que tenga un poco más de acero en su cuerpo, una linda perforación en su brazo y más sangre por el suelo.

_Yo: Lo que traeré serán unas hermosas ratas hambrientas. Que te comerán por dentro y por fuera. Con ellas traeré unos hermosos clavos a los que te perforaré y te anclaré a la pared. Pasaré a romperte la mandíbula y meteré por tu garganta una de esas ratas para que sientas el cosquilleo de las infecciones y la muerte. Te escucharé llorar y suplicar por tu vida. Y cuando lo hagas, si antes no has muerto, te meteré vivo en una trituradora para personas. En la que desearas no haberte metido con mi novia ni en nuestro camino. Y ahí me reiré en tu cara, viendo como tú vaso se rompe en pequeños fragmentos mientras el mío se vuelve a rellenar. Y bueno, si se me ocurre más, serás mi conejito de Indias, perdón, rata de laboratorio, te es más familiar.

Casi un año, en ese tiempo he podido hacer múltiples cosas, pero las cosas terminaron. Tras matar a Nate tal y como se lo dije, escuchando cada vez que pasaba por la puerta sus llantos y quejidos, destruí la organización desde que recuperé el dinero prestado. Al ser el último jefe me quedé con todo el patrimonio de ella, ya que todo le pertenece al jefe y si está se destruye todo está a su nombre. Cuentas bancarias, casas, terrenos, coches, armas.

Decidí rehabilitarme, ir al psicólogo de confianza que estaba en la mansión, para ser mi antiguo yo, ese que supo aprovechar el tiempo después de salir de esta mierda, lo que estaba bien hundido en el fango. Conseguí los mejores médicos y pude recuperarme.

Solo me arrepiento de una cosa, no hablar con Hona. Tengo noticias de ella, pero no podemos hablar. Es la única forma que pude recuperarme. Ahora que ya el psicólogo me ha dicho que ya estoy recuperado y desde hace meses decidí hacer una cosa. Un regalo. Una prueba. Ir a ver a Hona. Por navidad.

Lo sé todo. Nunca dejé de saber de ella. Dante me informaban desde el más mínimo detalle. Sé que están juntos desde hace tiempo. Aprendí que no podía quererla como una novia, aprendí a quererla como mi hermana, mi compañera de aventuras. Me alegro que por fin ambos hayan terminado bien. Sabía que algo así iba a pasar, por eso le pedí a Dante que él la cuidara. Ella le quería a él como un novio, pero no se dio cuenta hasta hace poco y él igual a ella. Ambos se querían, lo sé. Y espero que esto perdure hasta el final de sus tiempos.

Yo por ahora me limitaré a ir en navidad y ver si de verdad me he recuperado del todo, así como creo yo. Si no, tendré que seguir recuperándome y comprobar cada navidad si me he recuperado. Si estoy recuperado no se qué hacer, tal vez comprarme una casa cerca o viajar por el mundo e ir a visitarles en fechas puntuales.

Primer avión, casi tres horas de vuelo. En la primera escala desayuné. Otro vuelo de otras tres horas y aproveché para almorzar y caminar por el aeropuerto, eran dos horas de escala. Y por último otro vuelo a mi destino. Había hablado con Dante y no quería que me viniera a buscar. Quería ser un poco independiente y coger un taxi hacia esa dirección mientras apreciaba las vistas de ese bello lugar.

Al llegar caminé de un lado a otro a unos metros de la casa. Y sí, estaba bastante nervioso. Miré el reloj: 18:46. Respiré hondo y caminé con mi maleta en dirección a la puerta. Toqué el timbre después de respirar hondo y esperé a que me abrieran la puerta. Tras unos minutos me abrió la puerta un señor. Dante me había dicho que se llamaba Darra.

_Darra: Buenas tardes ¿Es Casian verdad? Dante me dijo que iba a venir.

_Yo: Si. Soy yo.

_Darra: Pues bien, pase, sígame y le enseñaré su habitación. Dante me dio órdenes de que fuera por la subida de servicio. Así Hona no lo ve. No suele bajar por ahí.

_Yo: Bien. Perfecto.

_Darra: Se quedará unos minutos en su habitación y Dante irá a buscarlo.

_Yo: Bien. Perfecto. Necesito organizar unas cosas en la habitación.

_Darra: ¿Le gustaría algo de tomar?

_Yo: Agua nada más, por favor. Gracias.

_Darra: Bien. Le llevo y ahora mismo se la subo.

_Yo: Gracias.

Luz de LunaМесто, где живут истории. Откройте их для себя