Parte 18: La habitación del castigo.

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Casian la ignoró por lo que se ve y empezó a darle golpes a la puerta.

_Casian: Sal o tiro la puerta, como tú quieras Hona.

_Yo: Hazlo si quieres. E intenta apuntar bien para que me dé en la cabeza y me caiga contra el mueble y no verte la cara en unos días.

_Casian: ¿Eso quieres? ¿No verme la cara? -dijo tirando la puerta abajo-

_Yo: Si, estoy bien si no te veo.

_Casian: Vale, irás a una habitación aparte. No podrán ir a verte. El único que podría ir sería yo, pero como no quieres verme, no irá nadie. Es la habitación del castigo. Ahí solo puede ir el dueño de la casa y se usa para castigar a los malos empleados. Ahora vivirás ahí. No tienes derecho a salir a ninguna parte. Ve poniéndote cómoda porque no vas a salir de ahí en un tiempo -dijo cogiéndome y llevándome por pasillos que nunca había ido por ellos-

_María: No es para tanto Casian -dijo viniendo detrás nuestra-

_Casian: Quédate ahí María, este no es tu asunto.

_María: DANTE -chilló-

_Dante: Que fue -vino corriendo unos minutos más tarde-

_María: Habla con él. Se la lleva a la habitación de castigo.

_Dante: Joder Casian, no es para tanto -caminó detrás nuestro con María-

_Casian: DEJEN DE DECIRME COMO HACER MIS COSAS JODER -gritó mientras se giraba-

_Yo: Da igual chicos. Gracias de todas formas. Vallan a sus habitaciones -dije como pude-

Se pararon de golpe y vi como susurraban un "lo siento", asentí suavemente. Varios pasillos más tarde llegamos a la habitación. Allí había de todo, esposas, varas de madera, una mesa, un sillón, una silla y más cosas de tortura.

_Yo: Ni se te ocurra hacerme nada.

_Casian: No voy acerte nada, no por ahora.

_Yo: Replanteate lo del psiquiatra, lo necesitas. Estás loco -dije mientras se iba-

_Casian: No me provoques Hona. Intento hacer lo mejor para tí.

_Yo: Para mí o para tí. Hay una gran diferencia. Lo mejor para mí sería que me dejaras en paz y rehagas tu vida lejos de mí. Lo mejor para tí sería tenerme encerrada como peces en una pecera, sin contacto con el exterior -se paro de golpe al escuchar las primeras palabras-

Se giró y se fue metiendo un portazo a la puerta de metal de diez centímetros de grosor.

_Yo: ESTÁS LOCO -chille-

_Casian: YO TAMBIÉN TE AMO AMOR -chilló desde fuera-

_Yo: Idiota -susurré-

Pasaron las horas y solo había entrado una vez a darme comida, yo estaba sentada en el sillón ignorándolo. Se fue y comí el pollo que trajo. Me volví a sentar en el sillón y me puse a dormir hasta ahora.

_Yo: ¿ME VAS A DEJAR AQUÍ PARA SIEMPRE O ME VAS A DEJAR SALIR DE UNA PUTA VEZ? -chille a una cámara que supongo que estaba viendo él-

Unos segundos después escuché su voz por un altavoz.

_Casian: Tu eres quien no me quiere ver la cara.

_Yo: Y no quiero verte, pero tampoco quiero estar secuestrada.

_Casian: No estás secuestrada. Viniste porque quisiste.

_Yo: Sabes muy bien porqué vine. Y no es exactamente porque quería verte.

_Casian: ¿Quieres salir? Pues no me enfades y haz lo que te pida.

_Yo: No soy tu criada ni una de tus putas, ya no hay nada que nos entrelaza a los dos. Déjame en paz.

_Casian: De aquí no vas a irte Hona.

_Yo: No te preocupes, ya me encargaré yo de salir.

_Casian: Hona, no sé en qué momento pasamos de estar bien a qué me quieras matar, pero no voy a dejarte salir hasta que pienses y recapacites. Solo tengo la llave yo y soy el único que sabe cómo se va a esa habitación.

_Yo: ¿Y por qué María y Dante saben que existe?

_Casian: No eres la única que estuvo ahí.

_Yo: ¿Ellos estuvieron?

_Casian: Estuvimos cuando éramos pequeños.

_Yo: A.

_Casian: ¿Recapacitaste?

Rodé los ojos y me giré al lado contrario a la cámara.

_Casian: No hace falta que te vires. Puedo ver cualquier rincón de la habitación. Y no me ruedes los ojos, lo digo enserio, cuando pienses sales.

_Yo: ¿Qué quieres que piense? ¿Qué seré feliz encerrada?

_Casian: Hona. Creas o no hago lo mejor para tí.

_Yo: Eso es discutible. Al menos déjame salir de aquí. Me duele el cuello de dormir en el sillón.

_Casian: ¿Te vas a comportar?

_Yo: Sí -dijo cansada-

_Casian: Esperemos.

Unos minutos más tarde Casian abrió la puerta.

_Casian: Sal antes de que me arrepienta.

Salí y me dirigí a la habitación de María.

_Casian: Por ahí no es. No corras si no sabes el camino. Sígueme.

Me giré y lo seguí en silencio hasta que llegamos a la habitación de María.

Casian me miró y siguió caminando.

Me metí en la habitación y me senté en el sillón.

_María: ¿Te dejo salir?

_Yo: Sí. ¿Qué hora es?

_María: Las doce y media de la noche.

_Yo: Tan tarde ya.

_María: Sí. Baja a comer. Tienes que tener hambre.

_Yo: Sí. ¿Quieres algo?

_María: No. Gracias.

Asentí y bajé a la cocina.

_Casian: ¿Quieres algo? -dijo cuando entré a la cocina.

_Yo: Mejor vengo más tarde.

_Casian: Hona. -dijo advirtiéndome-

_Yo: ¿Hay fresas? -dije en un claro tono de resentimiento-

_Casian: En la nevera.

Cogí las fresas, las lavé, y las piqué poniéndolas en un bol.

_Yo: Me dejas la stevia, por favor.

Me dió la stevia, le puse un poco a las fresas y se la devolví.

_Yo: Gracias.

Cogí mi bol y un tenedor y subí a la habitación de María.

_María: ¿No cenaste abajo? -dijo al verme-

_Yo: Está Casian abajo.

_María: ¿Qué tragiste?

_Yo: Fresas.

_María: ¿Con nata?

_Yo: No. Solas. ¿Quieres?

_María: No gracias.

Cuando terminé bajé el bol y después de limpiarlo subí.

_Casian: Lo siento. Debía hablar contigo antes de ir a buscarte -dijo cuando pase por el salón, ya que el estaba sentado en uno de los sillones-

_Yo: ¿Entonces me puedo ir?

_Casian: No. Solo te pido perdón por no hablar contigo antes.

_Yo: A bueno, entonces buenas noches.

_Casian: Igualmente.

Luz de LunaWhere stories live. Discover now