Especial 2: La guerra.

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POV CASIAN

_Gonzalo: Jefe llegaron. Ya va a comenzar la batalla -dijo tocando y abriendo la puerta-

_Yo: Bien.

Abrí la megafonía y hablé:

_Yo: La guerra comienza. Todos a sus puestos y buena suerte. Ganaremos esta batalla. Dante. Ya sabes que hacer.

_Hona: No me voy a ir. Me quedo -dijo entrando a mi despacho con Dante detrás-

_Yo: Ni de coña. Vas a bajar con Dante en dos segundos al garaje, coger un coche blindado y se van.

_Hona: Ven con nosotros. Qué te cuesta.

_Yo: Mucho. Salgan ya. Suerte. Te amo. Y a ti también te quiero. Cuídala.

Dije dándole un beso.

_Dante: Suerte. Yo igual. Sabes a qué teléfono llamar.

_Hona: Suerte.

Hona se echó a llorar y Dante la cogió y bajó rápidamente. Yo salí detrás de ellos con la pistola en la mano y poco después de llegar al garaje entraron a la casa. Los vi saliendo con el coche a toda velocidad por la salida del garaje, llevándose a unos cuantos por delante.

_Nate: No disparen todavía, quiero hablar. ¿Te abandonaron en tu pocilga? ¿Tu asquerosa putita se fue con tu mejor amigo? Mi querido primo traicionero.

_Yo: Mantente a raya y cuidado con tus palabras. Puedo hacerte piscos ahora mismo. Tus hombres apuntan a los míos, los míos a los tuyos, tu a mí y yo a tí. Un disparo y continúa la guerra. Somos mayoría desde que entraste. Estas en mi territorio por lo que me debes lealtad. La mitad de tus hombre son nuevos, no tienen experiencia, tiemblan al tener el arma en la mano, no acertarán muchos disparos. En cambio los míos llevan años, pueden disparar con dos armas a la vez sin fallar un tiro. Podemos hacerlo por las buenas o por las malas. ¿Quieres perder hombres? Y estos a sus familias. O cederme tu territorio y asumir tu derrota. Tu seguirás vivo, ellos también.

_Nate: Ni de broma (dijo intentando clavarme un puñal que esquivé)

_Yo: Bien. Que empiece la guerra.

Dije disparando a un hombre que fue a clavarle el puñal a Castiel. Disparos iban y venían por todos lados mientras Nate venía por mí y yo iba por él. Estábamos en un cuerpo a cuerpo. Corrí lejos de él y empecé a disparar a otros de sus hombres que iban por los míos. Por un lado estaban contra Wael y en el otro contra Jorge. Disparé a sus oponente y vino de nuevo Nate. Esquivé el puñal que lanzó y que le cortó el gemelo a Wael. Lo que hizo que cayera y su nuevo oponente le cortara el cuello. Apunté y su cuerpo cayó al lado del de Wael. Poco a poco fueron creciendo las víctimas de este encuentro, personas que les gustó todo esto o que por contratiempos de la vida están aquí.  Un disparo rozó por mi brazo. Lo que conlleva a una ligera picazón. Todo bien. Un disparo provocado por mí atravesaba la pierna de Nate. Perdió estabilidad y cayó al piso. Lo llevé al sótano siguiendo disparando a toda persona fuera de mi equipo que se me cruzaba por el camino. Lo dejé ahí agonizando en la habitación cerrada y subí de nuevo a la guerra. Casi todo su equipo estaba ya muerto en el piso. Unos pocos de los míos también. Degollar, disparar, mutilar. Todo eso fue lo que hicimos. Cuando todos en su equipo cayeron los poco que quedamos sacamos todos los cuerpos fuera de la casa. Los amontonamos en pilas, excepto a los de mi bando que estaban en otra parte y los rociamos con gasolina. Tiré una cerilla y ardieron como si de papel se tratase.
Al ser la tarde, nadie tenía hambre, todos estábamos conmovidos por las pérdidas en nuestro equipo. Ocho muertos, cuatro heridos.

_Castiel: Me encargaré de apuntar los nombres y escribir las cartas a los familiares de quien tuviera. Empezaré con Wael.

_Yo: Bien. Gracias.

Me levanté de la escalera donde estábamos todos sentados y fui a mi despacho. Cogí el teléfono y marqué el número con el que me pondría en contacto con Dante y Hona.

_Dante: Felicidades ¿Todos bien? ¿Hay muchas caídas?

_Yo: Si, algún rasguño de bala, cortadas leves y poco más. Ocho bajas y cuatro heridos. Wael murió y Oliver. Carlos, Julia, Rosalía, Cristina, Rubén y Jairo también. El resto estamos vivos.

_Dante: Bien. Iré a preparar el funeral con Castiel si está bien.

_Yo: Si lo está, pero no hace falta. Quedate con ella. Te necesitará. Hazla lo más feliz que puedas, ámala, sé que lo haces, cuídala y nunca la abandones, haz que se olvide de mí de esta forma, lo conseguirás. Bueno, si no quieres estar con ella cuídamela, como si fuera yo, pero nunca te separes de ella. Es lo único que te pido.

Dije llorando. Por qué sí, la amo. Pero a veces, la mejor forma de amar a alguien es alejándola y que sea feliz. Conmigo no lo será, pero sé que con Dante sí.

_Yo: Pásamela por favor. Quiero despedirme de ella.

_Dante: No te despidas. Por el bien de los dos. Ven a verla. Como su hermano. Forma parte de su vida de esta forma.

_Yo: Nos dolerá a los dos. Todavía la amo, pero hay veces que soltar es la mejor forma de amar. Conmigo aquí no sera feliz, pero la llevo en mi corazón. No tendré ese amor que tengo por ella con nadie. Es mi pequeña, la pieza de mi puzzle, el cristal de mi espejo. Ella se resume a un fragmento de mí. Quizás todo de mi. Pásamela por favor.

_Hona: Estás vivo. Gracias -escuché a los segundos-

Dijo llorando.

_Yo: Hey pequeña, no llores, te prometí que estaría vivo, pero ahora prométeme tú a mí una cosa. Prométeme que serás feliz sin mí. Que vivirás una vida de ensueño, que te cuidaras y te dejaras cuidar por Dante. Que me olvidarás para que todo esto pueda cumplirse. Que consigas a tu amor.

_Hona: No, no te voy a olvidar. Te quiero aquí conmigo. Viviendo una vida juntos.

_Yo: Conmigo ahí no serás feliz lo se. Te cuidaré desde la distancia. A veces hay que soltar por el bien. Yo suelto por tu bien. No quiero que estés aquí metida en un mundo oscuro. Cuando tú eres puro sol. Recuerda siempre que te amo.

_Hona: No.

Gritó mientras lloraba y seguía negando. De fondo escuchaba con Dante la consolaba y esto cada vez me partía el alma en mil pedazos más.

_Yo: Te amo. Y te amaré siempre.

_Hona: No. No lo hagas. Ven. Quiero vivir en ese mundo oscuro. Quiero ir contigo al fin del mundo. Quiero perderme en tí y tu maldito mundo de muerte.

_Yo: Y lo estarás. Tú estás en mi corazón y yo en el tuyo. Siempre lo estaremos igual que Luka. Y si se me olvida solo miraré el brazo. Te amo.

_Hona: Te amo.

Respiré hondo y colgué. La última llamada de mi vida con ella. La extrañaré cada maldito segundo de mi vida y también la amaré hasta el fin de mis tiempos. Y todo por protegerla. Aunque sé que no servirá de mucho. Me gustaría verla ahora mismo y consolarla, decirle que ahí estaré para todo, pero es mentira. No puedo estar. Amarla es cuidarla y por su bien tengo que dejarla ir aunque eso haga hundirme en la miseria.

Luz de LunaWhere stories live. Discover now