Capítulo 10. La ducha.

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-Muy bien, ya podéis sentaros- 

Por fin, pensaba que no iba a acabar nunca.

-¿Qué nota tenemos?- Dijo Josh mientras pasaba su mano por mi cintura, la cual aparte al instante.

-Tenéis un ocho. Enhorabuena- 

Josh iba a decirme algo, pero en ese momento sonó el timbre que indicaba que las clases ya habían terminado.

Salí rápidamente de allí y Mía corrió hacia mí para acompañarme a casa.

-Maddie- Llamó la castaña al llegar a mi lado, yo solo la miré esperando a que hablase -¿Te importa que venga Axel con nosotras?-

-No, claro que no-

Estábamos casi llegando a casa cuando Mía habló.

-¿Qué vais a hacer por navidad?- 

-Yo voy a ir a casa de mis padres- Contestó Axel.

-Yo también voy a ir con mis padres- Dijo Mía mirando al rubio un poco embobada. De repente giró su cabeza como la niña del exorcista hacia mi-¿Y tu?-

-No sé, quedarme aquí y hacer cualquier cosa-

-Eso suena muy aburrido, por lo menos pon un arbolito en tu apartamento- Creo que Mía tenía una pequeña obsesión con la navidad.

-Me lo pensaré- Después de esa conversación la parejita feliz se quedó en el edificio de Mía y yo me fui al mío.

Al llegar me encontré a Dash en mi cama durmiendo, así que decidí divertirme un poco.

Me quité el abrigo, dejé las cosas en el escritorio, cogí carrerilla y me tiré encima del ojiverde, el cual abrió los ojos de par en par.

-Me asustaste, pensaba que se me callera el techo encima- Me reí ante su reacción. -¿Te parece gracioso?- 

-Un poco-

-¿A si?- En un abrir y cerrar de ojos yo estaba debajo de el moreno, y me empezó a hacer cosquillas sin piedad.

-P-pa-ara- Dije como pude.

-¿Qué?- Acercó su cara a la mía -No te escuché bien-

-P-para- Conseguí decir.

-Se pide por favor-

-Por favor, para- Paró en seco, y por fin pude respirar.

Nos miramos a los ojos, estaba muy cerca mía. Se acercó despacio y unió nuestros labios en un beso delicado y lleno de sentimientos.

-Cada vez me gustas más- El moreno conectó sus ojos con los míos y sentí escalofríos por todo el cuerpo. -Oye, estuve pensando-

-¿Tú pensando? Eso es nuevo- Contesté divertida.

-¿Tu que vas a hacer en navidad?- Dijo ignorando mi comentario, porque sabía que era gracioso, pero no quería admitirlo.

-Pues nada-

-¿Y si vienes conmigo a casa de mis padres?-

Espera, ¿Qué?

-¿Quieres que vaya a tu casa para pasar navidad?-

-Sí. A ver, si no quieres no, pero mis padres dijeron que podías ir. No te sientas presionada, si no quieres no pa...- No lo dejé terminar ya que lo besé.

-Me encantaría-

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Decir que estaba nerviosa al recordar que iba a conocer a sus padres era poco, pero vida solo hay una, y quien le tenga miedo al éxito que no nazca.

Estaba en clase de teoría del Espectáculo y la Comunicación. El señor Félix, que era el profesor, estaba explicando algo de un trabajo cuando un chico, cuyo nombre no me sabía, levantó la mano.

El señor Félix miró para él y desvió su mirada repetidas veces, hasta que por fin le hizo caso.

-¿Sí?- Dijo el profesor mirando para el chico.

-¿Cuándo hay que entregar el trabajo?-

-El lunes que viene- Miró para la carpeta que tenía en la mano y volvió a mirar para el chico -Y recordad que tenéis que entregar la entrega el día de la entrega, porque si no entregáis el día de la entrega no os recojo la entrega- Este señor a veces me preocupaba. Por suerte en ese momento sonó el timbre anunciando el final de las clases.

Al salir de la universidad vi a Dash afuera, cuando me vio corrió hacia mí y me plantó un beso en los labios.

-¿Vamos?- Preguntó ofreciéndome su mano.

-¿Y Mía?-

-Me llamó antes para decirme que se iba a casa de un tal Aleix- Sonreí al escuchar eso.

-Axel- Corregí.

-Eso- Comenzamos a caminar y a hablar de cosas sin sentido, hasta llegar a la calle de nuestro edificio.

Dash me soltó la mano y se agachó para hacer una bola de nieve, lo siguiente que vi fue la bola impactar en mi cara.

-¡Te vas a enterar!- Y así es como comenzamos una pelea de bolas de nieve. En un punto me harté de que él siempre me daba en la cara y yo no le daba ni una vez, así que me acerqué a el sin que se diera cuenta y le metí la bola por dentro de la camiseta.

-¡Ahh, esto está muy frío!-

-De eso se trata- El moreno me cogió desprevenida y me lanzó otra bola a la cara, la cuál me comí porque tenía la boca abierta.

-¡Ahora tengo frío por tu culpa!- Me quejé.

-Venga, deja de ser tan dramática y vamos arriba, que creo que necesitamos una ducha-

Al subir arriba entré en mi habitación para ducharme, y el moreno se tumbó en mi cama.

-¿Quieres?-

Venga Maddie tu puedes.

-¿Si quiero qué?-

-¿Quieres ducharte conmigo?- Lo dije tan rápido que creo que no me entendió.

-Claro-

-Pero, ehh... solo nos vamos a duchar, nada más.- Agaché mi cabeza avergonzada -Yo, aún no estoy lista para...- Dash se levantó de la cama, caminó hacia mí y me levanto la cara para que lo mirara a los ojos.

-No pasa nada, si no quieres lo voy a respetar. Voy a esperarte hasta que estés lista.-

-Gracias- Dicho esto nos metimos en la ducha.

Dash me lavó el pelo con delicadeza, me encantaba lo delicado que era conmigo. Me trataba como una flor a punto de marchitarse.

Giré sobre mi misma quedando en frente a Dash, lo miré mientras me esparcía el champú del pelo. Me fijé en sus ojos, eran verdes, como los prados en primavera, me recordaban a profundos bosques llenos de magia, me encantaban, me encantaba él.

Al salir nos vestimos y fuimos a ver una peli al sofá. Hasta quedarme dormida sobre su hombro.

***

Nota de autora 

Este capítulo se lo dedico a mi mejor amiga que está hoy de cumple, y me hacía ilusión.

Espero que os esté gustando el libro.

La semana que viene no creo que publique capítulo, ya que tengo un viaje y no voy a poder llevar el ordenador, pero si me viene la inspiración intentaré escribir en el móvil.

Hasta el próximo capítulo;)

El inicio de una bonita historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora