Capítulo 6. Perdón.

1.4K 128 65
                                    

-¡Maddie!- Me giré para ver de donde venía esa voz, eran mis padres, parecían desesperados.

-¿Qué pasa?- Pregunté preocupada, casi nunca los veía así y menos en el medio de Nueva York.

-¿Por qué te fuiste, por qué nos dejaste?- Mi madre estaba llorando mientras me agarraba el brazo, como si no quisiera que me moviese.

-Yo no quería, pero no podía seguir allí- Intenté explicar, pero no servía de nada, ellos estaban llorando y no me escuchaban.

-¿No hicimos suficiente? Seguro que es eso, vuelve por favor- Lágrimas descontroladas caían de mis ojos.

-Vosotros no erais el problema-

-¿Entonces por qué nos dejaste?- Esta vez fue mi padre el que habló.

-No era mi intención...- Dije llorando.

-¿Por qué nos hiciste eso?-

-¡Lo siento!- Grité al ver a mi madre destrozada.

-¡Y ni siquiera nos llamas, Maddie, Maddie, Maddie!- Empezaron a sacudirme.

-¡Ahhh!- Abrí los ojos de repente, me di cuenta de que estaba llorando y que Dash me miraba preocupado.

-Maddie, tranquila. Solo fue una pesadilla- Me aferré fuerte a él, como si con el nadie pudiera hacerme daño.

-Ojalá solo fuera una pesadilla- Desde que me fui siempre tuve ese sentimiento de culpa, a pesar de que mis padres siempre me dijeron que no pasaba nada, sentí que les fallé, y por si fuera poco casi no hablo con ellos.

-¿Quieres hablar de esto?- Preguntó refiriéndose a la pesadilla.

No estaba segura de hacerlo o no. Pero le conté más cosas y no me juzgó ni le dijo nada a nadie, supongo que puedo confiar en él.

-Si- Hizo un ademán de soltarme, pero me aferré más a él para que no lo hiciera. -No me sueltes-

-No tengo intención de soltarte, absurda. Ahora dime, ¿qué pasó?-

-Mis padres- No era capaz de hablar, las palabras se atascaban en mi garganta.

-Si no quieres hablar no lo hagas-

-Si que quiero. Yo...- Solté un largo suspiro antes de seguir -Me marché de casa, porque lo necesitaba, quería dejar todo atrás- Dije rápidamente.

-Maddie, tranquila, vete despacio no hay prisa-

-El caso es que quiero mucho a mis padres, pero también los deje allí, y ahora siento culpa por ello-

-Nada es culpa tuya, seguro que tus padres de quieren un montón y entienden el motivo de porque te fuiste- Una sonrisa triste apareció en mis labios.

-Gracias, por todo. Siempre te trato mal y tu siempre me ayudas- Las lágrimas siguen cayéndome.

-No me importa que me trates mal, tendrás tus motivos, además yo no fui el mejor vecino de todos-

-En eso de que no fuiste el mejor vecino estoy de acuerdo. Supongo que ahora puedo confiar en ti-

-Claro que puedes confiar en mí, absurda- Se quedó un momento en silencio mientras acariciaba mi pelo-Maddie, eres preciosa, ¿lo sabías?- Inconscientemente levante mi cabeza mirándolo directamente a los ojos, eses ojos verdes tan profundos que podían verme hasta el alma.

Sus palabras daban mil vueltas por mi cabeza.

Ahora que me fijo, sus ojos son preciosos. No puedo parar de mirarlos y no se porque.

El inicio de una bonita historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora