veintidos.

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─Me encontré con mi mamá.

Aquellas palabras habían atrapado su atención por completo.

Cuando Chifuyu llegó a la casa, Inui se encontraba en el sofá viendo una película. Había preparado comida para gastar lo último que quedaba, y así, volver a llenar el refrigerador.

Ahora se encontraban en la mesa, uno enfrente del otro.

─¿Cómo les fue? ─Preguntó, intentando saber si el más bajo se encontraba bien con aquella reunión o no, sin embargo, no obtuvo respuesta alguna. La mirada del contrario se encontraba en el plato─. ¿Chifuyu?

─Ah... ─Murmuró, llevando un bocado de comida a su boca para masticarlo con suavidad─. Mmm... no me esperaba este encuentro. Ella me pidió disculpas y me dijo que le regalara una nueva oportunidad. ─Hizo una pausa para poder tragar. Inui lo observaba atento desde su puesto, esperando que continuara con la historia─. Me preguntó por ti.

─¿Por mí?

Eso último lo había desconcertado un poco. No recordaba en algún momento haber tenido contacto con su madre. Su ceño se frunció ligeramente mientras intentaba averiguar si hubo un momento en el que habló con ella.

─¿Puedo preguntarte algo y me puedes responder con sinceridad? ─Los nervios lo estaban comiendo por dentro. No sabía qué haría con cualquier respuesta que el mayor le diera y le estaba haciendo doler la cabeza sobrepensarlo.

─¡Yo jamás he hablado con tu mamá! ¡De verdad! ¡Te lo hubiera dicho si ese fuera el c...

Su tono exaltado fue retenido por la mano del menor que se elevó, intentando pedir la palabra.

─Yo sé que no. No era esa la pregunta. ─Dijo de inmediato, notando cómo el adverso se tranquilizaba y volvía a retomar una postura cómoda en su sitio─. ¿Tú alguna vez sentiste algo por mí?






















─¿Si sientes algo por él entonces por qué no se lo dices?

La voz calmada de su hermana le hizo compañía. Después de haber dejado a Chifuyu en su hogar, los hermanos llegaron al suyo y se sentaron para comer.

─Está saliendo con una niña. ─Respondió sin más.

─Mmmh... ¿y qué tiene? Puedes confesarle tu amor. Arriésgate un poco, Inupi. Siempre que quieres algo, sólo lo admiras desde lejos y no te atreves a tomarlo por miedo. Debes cambiar eso.

Aunque las palabras salían de su boca de la manera más tranquila, para la mente del menor se sentían como latigazos. Escuchar la verdad le dolía siempre, por eso, creaba una verdad propia que nadie podría debatirle nunca.

─Chifuyu es malo haciendo amigos y por primera vez pudo hablarle a una niña. No quiero arruinar su esfuerzo sólo para satisfacerme a mí. ─Inició, observando a la mayor fijamente─. Aún somos niños y más adelante habrá más tiempo para hablar de esto. Por ahora, sólo quiero que disfrute de lo que ha logrado conseguir con su propia voluntad.

Convencerse de esas palabras era lo único que le quedaba por hacer.

Aún así, los años pasaron y sus sentimientos no cambiaban.



















─Sí. ─Respondió en un susurro.

La mirada penetrante del menor no le daba una oportunidad para decir lo contrario. Ambos se quedaron en silencio por un segundo, intentando asimilar que estaban teniendo esa conversación.

─¿Por qué no me lo dijiste? ─Volvió a interrogar─. ¿Qué harías si te dijera que yo sentía lo mismo?

─Tal vez me lamentaría por no habértelo dicho antes. ─Contestó sin problema alguno, regalándole una pequeña sonrisa─. Mis mejores años han sido contigo, Chifuyu. Me alegra haberte conocido y haber estado contigo en todo momento, pero, ¿no crees que si ambos nos sentíamos igual y nunca lo dijimos, probablemente fue porque lo nuestro nunca se iba a dar de esa forma?

Al decir todo eso, se dio cuenta de que no había cambiado tanto, reprochándose mentalmente por aquello.

─¿Tú... lo crees así?

─Sí. ─Estiró su mano hacia su cabeza, sacudiendo un poco su cabello─. Ahora estás con Baji, ¿no? Él te hace feliz, al parecer corresponde tus sentimientos. Ese es el único camino que debes mirar, lo que tienes y no lo que pudiste haber tenido.

Los años pasaban pero Inui jamás dejaría de enseñarle tantas cosas. Una sonrisa se amplió en su rostro después de escuchar todo lo que este dijo, suspirando antes de tomar la palabra.

─No puedo dejar de pensar en lo que pudo haber pasado si hubiesemos sido más sinceros con nuestros sentimientos. ─Admitió, enderezándose en su asiento para acomodarse mejor─. Aún así, creo que tienes razón. Yo... tengo a Baji y tú tienes a ¿Koko...?

─¿De qué hablas? ─Intentaba disimular que esa oración le había causado un temblor en su pecho, moviéndose de su lugar con agilidad para volver a centrar su atención en su comida.

─¿Ustedes no...? ─Se encontraba confundido y no quería asumir lo que ocurría entre Inupi y Koko, por lo que decidió preguntar por su propia cuenta.

─Estamos bien ahora pero es un poco complicado. ─Dijo mientras tomaba un poco de su bebida─. Hace varias semanas pasó algo mientras estudiabamos. Le conté que nunca había besado y él... me besó.

Esa confesión lo asombró bastante, haciendo que sus cejas se elevaran y sus manos se colocaran sobre la mesa.

─¿Él fue tu primer beso?

─Sí.

Continuaron conversando por varias horas más. Tanto Chifuyu como Inupi sintieron un peso menos de encima cuando pudieron confesar aquellos sentimientos y vieron que su relación seguía con normalidad.

Para el menor fue un poco difícil el no decirle que Koko no había sido su primer beso pero sabía que si lo hacía, probablemente el límite se rompería y las cosas se pondrían incómodos entre ellos.

Aún así, consideraba lindo el hecho de saber algo de Inupi que incluso ni él mismo sabía.

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|| 𝐇𝐄'𝐒 𝐉𝐔𝐒𝐓 (𝐧𝐨𝐭) 𝐈𝐍𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔. ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora