doce.

1.2K 198 40
                                    

─Perdón...

Era la décima vez que el pelinegro se disculpaba con el rubio por aquel golpe que le había propinado hace unos minutos atrás.

Este sólo lo miraba preocupado.

─Ya te dije que está bien pero... es probable que te vayan a suspender por esto. ─Su voz sonaba un poco apagada. De verdad le estaba afectando lo que había ocurrido y las consecuencias que podría tener ese comportamiento impulsivo del mayor.

─Sí. Lo sé. ─Suspiró, pasando una de sus manos por su cara. Sus nudillos dolían pero no estaba para nada arrepentido de lo que había ocurrido─. Sé que me pueden castigar pero no podía dejar que hable así de Kaia. Lo entiendes, ¿verdad?

El menor sólo asintió, colocándose enfrente del cuerpo ajeno y tomándolo por los hombros.

─Sé que te enoja que hablen mal de la persona con la que estás saliendo, pero los golpes se dan afuera del colegio para no tener alguna sanción.

No sabía qué era más sorprendente.

Si escuchar a Chifuyu hablando de golpear a aquel tipo, o si Chifuyu creyendo que tenía una relación con Kaia.

De cualquier modo, ambas lo sorprendían bastante.

─¿Chifuyu? ¿Por qué hablas de golpes, eh? ─Molestó, colocando ahora él sus manos sobre los hombros adversos y mirándolo fijamente.

Se quedaron así por un momento; ambos con sus manos encima del otro y mirándose a los ojos directamente.

─Yo tampoco dejaría que hablen mal de la persona que me gusta. ─Musitó el de ojos claros, rompiendo poco a poco el agarre que estaba ejerciendo y desviando su mirada hacia el suelo.

Lo único que podía hacer Baji en ese momento, era alejarse de igual manera y observarlo en silencio. No sabía qué decir. ¿Aclararle las cosas? No es como si eso fuera una información relevante para su amigo

─Kaia no me gusta y no estamos saliendo. ─Habló firme luego de unos segundos, tomando la mano del menor y acercándolo a él para volver a ejercer contacto visual─. El q...

De un momento a otro, se vio interrumpido por la presencia de un compañero de clases, quien lo miraba serio y parecía apresurado.

─Keisuke, el director dice que quiere que estés ahí en un minuto o te expulsarán.

───

Sabía que aquello le iba a costar una expulsión momentánea de la institución pero también debía de recibir un castigo extra por todo un mes cuando estuviera de vuelta.

Debía retirarse en ese mismo instante del lugar.

─Baji. ─Una voz femenina capturó su atención; Kaia lo miraba un poco avergonzada y en sus ojos se reflejaba la tristeza. El azabache se acercó hacia ella y la abrazó.

─El tipo quedó con un ojo hinchado y la nariz rota. Además, le advertí que si se vuelve a meter contigo o con cualquier otra chica, me lo iba a cargar. ─Murmuró, acariciando las hebras del cabello ajeno con suavidad. La contraria se mantenía en silencio, escondiendo el rostro sobre su pecho.

Chifuyu también salió del aula cuando vio a su amigo tomar sus cosas y retirarse sin decir una sola palabra. Quiso acercarse a este para preguntarle sobre lo ocurrido pero la castaña había sido un poco más rápida que él.

Sólo se quedó atrás, observando todo con tranquilidad y pensando en aquellas palabras que el pelinegro le había dicho en el baño.

No tenían una relación y no existía una atracción. Al menos no de parte del mayor. ¿Por qué fue tan importante tener que escuchar eso? Lo estaba esperando desde hace semanas, cuando la menor apareció de la nada en el puesto en donde él y sus amigos comían en la hora de receso, haciéndose llamar la "mejor amiga de Baji".

─Hey. ─Escuchó a Inui a sus espaldas y se dio media vuelta para poder mirarlo─. ¿No vas a preguntarle algo?

─Lo haré luego. ─Respondió, regalándole una sonrisa─. ¡Te veo después!

Dicho esto, se dispuso a entrar a su clase nuevamente. El profesor aún no estaba, así que aprovechó para enviarle un mensaje al chico de ojos cafeses, preguntándole de cuánto tiempo había sido su expulsión. Este le envió un "te diré cuando te vea en tu trabajo" como respuesta, haciendo que el rubio sólo bloqueara su celular y lo guardara para poder esperar pacientemente a que llegue esa hora.

───

─Dos semanas... Creo que está bien. ─Hablaba el de orbes claros mientras caminaba a su lado, sujetando su brazo y mirando hacia adelante.

El mayor le había pedido que lo acompañe a una tienda a comprar comida que necesitaba en su hogar. El más pequeño aceptó y se apegó a su cuerpo instintivamente cuando entraron al local.

─Sí. ─Dijo, tomando una caja de cereal para poder dejarla en el carrito de compras─. Debo ir a ver las tareas a la hora de salida y, me preguntaba si quisieras estudiar estas dos semanas conmigo para que me expliques las clases y no atrasarme.

Aquella petición fue perfectamente aceptada. Quedaron en estudiar juntos después de que Chifuyu terminara de trabajar y también le pidió que mientras no esté en el colegio, cuidara de la chica con la que habían entablado una amistad hace poco.

.

|| 𝐇𝐄'𝐒 𝐉𝐔𝐒𝐓 (𝐧𝐨𝐭) 𝐈𝐍𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔. ||Where stories live. Discover now