cuatro.

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Estudiar no se le daba tan bien, pero se esforzaba porque ya era su último año en el colegio. Koko se consideraba alguien alejado de todos, incluso aunque tenía a mucha gente a su alrededor.

Nunca hubo una chica que lo rechazara, y, a pesar de que no le importaba que ocurriera lo opuesto a aquello, la mayor parte del tiempo sus relaciones fallaban porque sus novias se enamoraban de su mejor amigo.

Jamás las culpó pero sí hubo un tiempo en el que se alejó del chico de cabello largo porque se sentía un poco incómodo con todo lo que ocurría. No se quería echar la culpa y pensar en que no era suficiente para nadie, por lo que optó por tirarle a Baji la pelota y dejar que él cargara con ella.

Sus días sin él fueron completamente distintos aunque ni siquiera pasaron por más de tres. Fue ahí cuando entendió que estaba haciendo todo mal y que el menor no tenía la culpa de lo que ocurría.

Aún así, Koko tenía una parte resentida que habitaba dentro suyo. Esa parte no hacía excepciones de gente, ni siquiera de su mejor amigo. Por más de que intentaba suprimirla, inconscientemente esta salía a la superficie y tomaba el control de sus acciones.

─Hola, Chifuyu. ─Lo saludó, colocando su mano sobre su cabeza por unos cuantos segundos. Habían pasado exactamente cuatro semanas desde que los cuatro chicos se conocieron. Al inicio, todos hacían sus cosas por separados pero desde que Baji y el ojiazul salieron del aula de clases juntos y se quedaron por primera vez durante todo el receso, no pudieron separarse más─. ¿Por qué Inupi no viene contigo?

─Fue a comprar su comida. Pronto estará acá. ─Respondió. No hizo falta que pasara un minuto para poder visualizar la figura del rubio que faltaba. Todos lo saludaron y pronto este se encontraba sentado a un lado de Koko.

─Ya vuelvo. Iré a comprar mi comida. ─Avisó el de orbes cafeses.

─Te acompaño. ─La voz del más bajo también se hizo presente. No tuvo que pensar en alguna respuesta ya que, un segundo después, ambos chicos empezaron a caminar en dirección al comedor.

Seishu los miraba desde su posición, intentando descifrar qué era lo que su mejor amigo, posiblemente, sentía por el contrario.

─¿También te gusta? ─El ambiente silencioso se vio afectado por la voz masculina del azabache que le hacía compañía. Lo miraba expectante.

─¿Por qué dices "también"? ─Contraatacó confundido. El adverso sólo llevó el vaso de su bebida hasta su boca y dio un sorbo.

─Pues... No sé. ─Elevó sus hombros─. Creo que a Baji le llama la atención. Jamás lo había visto interesarse en un chico. ─Todo lo que decía era cierto. Esa actitud de su amigo lo desconcertaba un poco pero no iba a hacer nada para cambiarlo porque lo notaba feliz.

─Me parece bien... y me parece más normal que alguien se sienta atraído por Chifuyu que alguien que no. ─Aunque intentaba añadirle un tono divertido a su comentario, eso sonaba bastante serio y a la vez, con un toque de nostalgia─. Si él es feliz entonces yo lo seré. No haré nada para impedir que Chifuyu conozca a la gente que quiera.

Koko lo miraba sorprendido internamente. Jamás pensó que recibiría una respuesta como aquella; era sincera, llena de generosidad y positivismo.

─¿Cómo... ─Intentaba hablar pero sus palabras no salían con fluidez. El rubio lo observó de reojo─. ...Cómo puedes decir eso?

─¿Qué cosa? ─No entendía a qué se refería y no quería malinterpretar su pregunta, la cual parecía genuina y sin malas intenciones.

─¿Lo amas, no? ─Recibió una respuesta afirmativa por parte del contrario─. ¿No te duele pensar que podría estar con alguien más, entonces?

El ojiazul suspiró.

─Koko, el amor nunca debería de doler.

───

─¿Qué ocurre? En todo el camino no has dicho nada.

Los pelinegros se encontraban caminando hacia sus casas como era costumbre, pero esta vez lo hacían en silencio. No es como si nunca se callaran pero la mayor parte del tiempo siempre tenían algo que decir o bromas por hacerse.

─Baji. ─Se detuvo cuando escuchó al mayor llamarlo por su nombre─. Soy un terrible mejor amigo. Creo que el peor que has podido tener. ─El menor sólo lo observaba confundido desde su altura. No entendía por qué estaba diciendo esas cosas─. Te culpé a ti por lo que ocurrió con todas mis ex novias y aún sigue viva una parte resentida dentro de mí... A veces sólo quiero que te sientas como yo me he sentido pero en realidad, ni siquiera yo mismo sé qué sentí.

─Kok... ─Una mano sobre lo hombro hizo que no continuara.

─Eres la persona más importante en mi vida y prometo cambiar estos sentimientos negativos que llevo adentro.

A pesar de que este estaba hablando con toda la sinceridad que pudiera abundar en su alma, para Baji esas actitudes eran supremamente extrañas, y había una probabilidad alta de que eso no vuelva a pasar hasta después de un siglo.

─Koko... ─Lo llamó y el contrario fijó su mirada en su rostro, esperando a que hable─. Te pusiste maricón. Me das asco. ─Bromeó, y como resultado, obtuvo un golpe en su estómago y una patada en su muslo. El de ojos cafeses reía en voz alta mientras que el adverso sólo se encontraba irritado caminando a su lado.

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|| 𝐇𝐄'𝐒 𝐉𝐔𝐒𝐓 (𝐧𝐨𝐭) 𝐈𝐍𝐓𝐎 𝐘𝐎𝐔. ||Where stories live. Discover now