Capitulo XXXI

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Capitulo XXXI
La Familia, Secretos y...
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                   Serenity
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Hormonas, Náuseas, Felicidad, Cansancio, Inflamación. Todas aquellas palabras eran algunas de las tantas que describían como eran estos meses.
Es hermoso estar embarazada y sentir a tu bebé en tú interior pero a veces era tan cansado y complicado.

Al menos Diamante se mantenía siempre a mi lado apoyándome en todo, en mis nauseas, mis mareos y mis antojos. Era el hombre que amaba hasta el infinito y se lo demostraba con noches de amor profundo, aún que en estos momentos Diamante se niega a tener sexo pues cree que es un riesgo para nuestro hijo.

Mi vientre está muy inflamado, 22 semanas de embarazo, casi a los seis meses.

—¿Está bien? —Pregunto Diamante en un leve Susurró.

Al menos durante estas semanas hemos intentado enseñarnos a cambiar pañales en un bebé de juguete. A mí se me a dado bien, lo hice de maravilla la primera vez en el curso de padres primerizos pero a Diamante, Bueno, se le a complicado un poco.

—Lo has puesto al revés —Le sonreí.

—Me rindo —Se dejo caer en el sofá—. Lo Intento y no puedo, es frustrante.

Me reí Tomándo Asintió a su lado.

—Lo haces bien solo necesitas esforzarte un poco más —Lo animé—. Además, Tu hijo aprecia mucho el intento.

Me miró para después desviar la mirada hacia mí vientre.

—Nuestro hijo —Me acaricio suavemente, Inclinandose un poco hasta tener su cabeza en mi regazo—. ¿Cómo está el niño más hermoso del Mundo?

Sonreí acariciando su cabello, mientras Diamante se dedica hablar con nuestro hijo, aún que aún no tengamos el sexo exacto.
Nuestra familia a hecho apuestas, Mamoru y Esmeralda mencionan que es niña, Usagi, Zafiro, mi padre, la señora Black Y diamante mencionan que es un niño.
Yo solo deseo que mi bebé venga bien, no importa el sexo, solo que este bien, sano y Salvo.

Hice una mueca, inmediatamente Diamante se inclinó alarmado.

—¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Vamos al Hospital?

Negué tomando su mano y llevarla junto a mi costado, en mis costillas. Él me miró Frunciendo el ceño pero ante un ligero movimiento en mi vientre, sus ojos brillaron con emoción.

—¿Lo sientes?

Asintió.

—Es Hermoso —Murmuro en un hilo de voz, notando el brillo a causa de las lágrimas—. Hola mi amor, Soy yo, Tu Padre —Se inclino dando un beso en la zona donde nuestro hijo se había movido—, Estás bien, Sano y muy fuerte.

Me fue imposible no ponerme sentimentalmente, La forma dulce y tierna de Diamante al hablarme a nuestro hijo me llenaba de emociones Hermosas. Está etapa era hermosa, La maternidad, Ser padres primerizos y tener el apoyo del uno al otro.

Cuando Diamante alzo la mirada y notó mis lágrimas, Tomó mi rostro en sus manos para darme un ligero beso en la frente y limpiando mis lágrimas.

—¿Hormonas de nuevo?

Asentí dejándome abrazar, apoyando mi cabeza en su pecho y sus manos daban masajes en mi cabello y vientre.
Diamante tarareaba alguna canción, yo trataba de Tranquilizarme dejar a un lado la sensibilidad y sentirme cómoda y tranquila a su lado.
Duramos así durante largos minutos hasta que mi cuerpo se rindió y caí en los brazos de Morfeo.

Amor En PalabrasWo Geschichten leben. Entdecke jetzt