Amor En Palabras

Capitulo XIV

Capitulo XIV
Confianza
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                       Diamante
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No sé cuánto tiempo he estado aquí observando el techo de mi habitación, pero no puedo dormir, trato en descansar pero se me es imposible. 
Al cerrar mis ojos solo se proyectaba aquella hermosa mujer, su cabello, sus ojos, su belleza. ¡Joder! Estaba perdido y solo había pasado un día desde su llegada y sabía que al tenerla en mi empresa sería mi mayor martirio.

Era imposible no olvidarla.
Serenity...
Serenity...
Serenity...
Solo ella estaba en mi mente. Era absurdo y un poco ridículo obsesionarme con una mujer en tan poco tiempo de volver a verla, pero no era mi culpa, talvez un poco.
Serenity sigue siendo perfecta, hermosa y sus palabras, Wow, con solo escuchar su dulce voz acelera por completo mi corazón.

Al día siguiente me costó demasiado despertar, no quería salir de la cama pero aquel pensamiento de su primer día me hizo levantarme de forma inmediata.
Una ducha matutina y un buen traje haciendome ver el jefe, al salir de mi habitación percibir el olor a huevos con tocino y... A pan quemado.

—Maldicion lo he vuelto a quemar...

Fruncí el ceño.
¿Mina cocinando? Nunca la había visto de esta manera tan hogareña.

—¿Que haces?

Al hacerle la pregunta me gane su respuesta en forma de grito, un grito agudo además de dos huevos caerse al piso.
Alce una ceja a su dirección.

—Oh hola, Buenos días Diamantino

Puse los ojos en blanco.

—¿De verdad? Ese apodo suena Ridículo.

—A mi me gusta —se defendió—. Además somos amigos ¿No?. Anda toma asiento y disfruta de mi desayuno.

Me ofreció un plato con dos huevos con yema y tocino.

—¿Desde cuándo sabes cocinar? —Pregunte—. Tenía entendido que no era de tu agrado la cocina.

Se encogio de hombros dándome la espalda y sacar el pan quemado de la tostadora.

—Kunzite me enseñó hace poco. Habíamos tenido la idea de formar... —Se quedó en silencio.

Se lo que iba a decir.

—¿Formar una familia? —Termine su frase.

Se giró lentamente hacia mí y Asintió levemente con algo de pena.

—Lo siento —Susurro—. Pero solo estaba contigo por, ya sabes, los peones en este ajedrez.

Nos sumergimos en Silencio, en un inexplicable silenció.

—Lamento tener está conversación contigo —Continuo—. No creas que todo esto aún sigue siendo sencillo para mí, a papá cada día le cuesta enderezar a mi hermano, sus deudas por comprar al exceso y sus drogas y todo eso, soy la que les transfiere a veces cierta cantidad de dinero pero no es lo suficientemente.

Se encogio de hombros.
Yo tenía una muy diferente perspectiva de la familia Aino, todos conocían aquella familia como unas de las mejores pero como siempre tiene que ver secretos en cada familia.
Mina se esforzaba en ser la mejor modelo, es muy apegada a su familia, era dulce, carismática y divertida. No la Odiaba o sentía una pizca de rencor por ser infiel, no debía sentir nada de eso porque yo nunca sentí amor por ella.

Suspiré.

—Te puedo apoyar en eso Mina, pasa a mi oficina para darte cierta cantidad hacia tus padres.