Capítulo 25.

55 9 0
                                    

2 año después.

Bexley.

Un bufido sale de mis labios y miró la hora en el reloj que cuelga en la pared de mi departamento, maldita sea se nos va a hacer tarde.

—¡Noah date prisa!.

—¡Ya voy, Bex!.

Esto de que tenga seis años se me está haciendo raro, pero ahora no tengo la necesidad de vestirlo, yo de veinticuatro años, aun me cuesta levantarme de la cama.

—¡Llegaras tarde a la escuela, Noah!.

—Por mi no iría—Llega frente a mi y arruga su nariz.

Suelto una carcajada y acomodo sus rizos, el sonríe de lado y apuntó a la mesa.

—Hay pan tostado con nutella.

El chilla feliz y se va a sentar a comer, yo por mientras voy a cepillar mis dientes y a tomar mi bolso. Cuando bajó Noah esta terminando por lo que sube corriendo a buscar su mochila y cepillar sus dientes.

—Listo.

Tomó su mano y ambos salimos del departamento, Noah va tarareando una canción de alguno de sus programas infantiles y yo sonrio de lado al escucharlo.

—¿Que harán hoy?.

—No se, la maestra dijo que habría una sorpresa, espero y no sea un examen.

—¿No estudiaste ayer?—Frunzo mi ceño y desbloqueo el auto.

—Sip, pero era para lenguaje—Se sube al auto y me rio.

Me subo seguido de el y enciendo el auto para arrancar, manejos por las calles de Dublin y chasqueo la lengua, mientras escucho las canciones que Noah puso desde el celular.

—¿Bex?.

—Uhm...

—¿Éstas bien?—Frunzo mi ceño sin entender—Ya sabes, han pasado dos años y...

—Estoy bien, bestia—Sonrió—¿Tú?.

—También—Carraspea y suspira—Hendry me decía bestia, ¿no?.

Sonrió de lado y asiento. Noah a pesar de dos años, no ha olvidado a Hendry y, yo tampoco, perdí contacto con el porque mi celular cayó al agua y no tuve demasiado tiempo para buscar a las personas que tenia antes.

Mi tiempo se basa en, trabajar, ordenar y cuidar de Noah. Tengo tiempo para mi y es lo que hago, darme mi tiempo sin preocuparme de nada.

—¿Lo extrañas?.

—Si, un poco.

Estacionó frente a la escuela y la misma maestra de siempre abre la puerta.

—Hola Bex.

—Hola Kyra—Sonrió y veo a Noah—Portate bien, Bestia.

—Tu también, fea.

Me rio y espero a que Noah entre para arrancar el auto y salir de hay, conduzco hasta llegar al estudio donde están las modelos, y sonrió al saber que ese estudio, es mío.

El brillo en sus ojos. [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora