92. Marcas De Fuego.

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Bajo tus estrellas ★

★ Capítulo 92 ★

CHARLOTTE

10 galletas con chispas de chocolate. Una taza caliente de un buen café. Y el volver a ver la película: "Rápidos y Furiosos 7 "...creí que serían suficientes para no levantarme e interrumpir el necesario sueño que comenzaba a tener, hasta que...

—Joshua...—susurré y él removió un poco su cabeza. Con mucho cuidado, me giré y sólo por los fríos segundos la calidez en mi interior se hizo presente cuando lo observé.

La oscuridad de la noche no me impidió observar y enamorarme más del chico que estaba a mi lado.

Verlo respirar de una manera tan tranquila con sus ojos cerrados, mechones cafés claros cayendo sobre su frente, me llena de ternura al mismo tiempo que de unas ganas de acariciar su rostro dormido.

—¿Qué pasa? —Preguntó en un suave hilo de voz, aún sin abrir sus ojos odiaba tener que despertarlo justo cuando es él quién está más cansado.

—Tengo sed —dije moviéndome—, iré abajo ¿sí? Sigue durmiendo.

Removí las gruesas y pesadas sábanas, permitiéndoles a mis descalzos pies y brazos libres fueran golpeados por el duro frío de una de las noches cercanas a diciembre.

Y para aumentar el frío en mi despertar, mis pies tocaron la textura del piso sobre la que no hay alfombra. Con pequeños pero silenciosamente seguros pasos comencé a acercarme a la puerta para salir de la habitación de Joshua.

—¿Charlotte...? —El nuevo y suave hilo de voz proveniente de la voz ronca del soñoliento Joshua me detuvo. Ladeé mi cabeza, sus ojos cerrados ahora estaban entreabiertos. Lo suficiente para verme.

—¿Sí?

—Me está dando frío... —dijo y no supe qué contestar. Tal vez hablaba dormido o ya estaba delirando cosas sin sentido. Cualquiera que fuera de las anteriores, decidí seguirlo.

—Eres oso polar, el frío es tu clima. Tu ambiente.

—Soy raro en mi especie —seguido de esto dejó salir una pequeña, aguda y ronca risa. La calidez en mi interior volvió—. Al no tener pelaje que me de calor, necesito estar en mi hogar para tener calor.

No entendía sus palabras, o el punto de estas.

—Estás en el calor de tu hogar, Joshua —dije tratando de ahogar mi falta de entendimiento ante la situación.

—Estoy en la casa de mis padres, viviendo solo entre cuatro paredes —una bocanada de aire lo pausa—, pero la calidez de mi hogar cariñoso evita que muera de hipotermia por el frío de la soledad. Eres la calidez de mi hogar, osa polar.

La confusión fue reemplazada, esta vez no por una calidez, si no por un fuego abrasador.

Las pequeñas y húmedas lágrimas recorrieron mis mejillas, pero logré contener los fuerte suspiros de estas y al contrario, logré sonreír para mí misma porque sé que la oscuridad le impide verla.

—No puedo creer que seas real, Joshua —dije en un hilo de voz pero el eco de su tranquila respiración llenó el silencio de la habitación. Supuse que estaba dormido, pero tal vez fue eso o el hecho que pudiera escucharlo dentro de su mente...no sé qué fue, pero me impulsé a decirlo.

—Te quiero mucho, Joshua. No tienes idea de lo mucho que lo hago.

El silencio no me afectó en absoluto.

Bajo Tus Estrellas [#1]Where stories live. Discover now