Panther

Capítulo Dieciocho

—Eres Magnus ¿cierto? —Magnus dio un respingo del susto, después de cerrar su casillero y que la chica apareciera de repente, ella se rio. —Disculpa

—Esta bien. Si, soy Magnus.

—Haré una fiesta esta noche, estas invitado. —Le extendió un pequeño sobre azul, Magnus lo tomo. —Realmente espero que vayas, nunca vas siempre que te invitan. —Ella se cruzó de brazos. —En realidad ¿quién eres? Quiero decir, eres muy misterioso y siempre rodeado de esos hombres de negro. ¿Tu papá quien es? ¿Político o mafioso? —Magnus alzó ambas cejas. —A todos nos da curiosidad.

—No es nada de eso. —Mintió.

Magnus recordaba el nombre de la chica, era Wendy. Wendy al parecer esperaba que hablara más, Magnus no lo hizo.

—Bueno, entonces te veré en la noche. —Se despidió, yéndose rápido.

Magnus frunció el ceño, pero se encogió de hombros,  restándole importancia y camino a su salón.

(...)

—Hola. - Magnus levantó la mirada de su libro, el chico frente a él le sonrió. —Soy Ashton, pero dime Ash. —Sonrió, era lindo, Magnus lo admitía.

—Magnus. —Solo dijo, el chico asintió.

—Lo sé. —Siguió sonriendo. —¿Iras a la fiesta hoy?

Magnus sacudió la cabeza. —No lo creo.

Ash miró de reojo a los guardaespaldas que estaban a una distancia considerable de ellos. —Puedo ayudarte a deshacerte de ellos. —Ofreció, Magnus se rio.

—Gracias por la oferta.

Ash asintió, recargo sus brazos en la mesa—¿Tu papá es muy estricto?

Magnus evitó reírse. Aunque, sinceramente ya estaba harto de los murmurós de la gente preguntándose porque tenía guardaespaldas. Suspiro. —No es por mi papá,  es por mi novio.

Ash alzó ambas cejas. —¿Novio?

—¿No luzco como alguien que pueda tener un novio?

Ash se rio. —Me hubiera sorprendifo más si me dijeras que no lo tienes. —Magnus evitó rodar los ojos,  así que este tipo estaba coqueteando con el. Estaba perdiendo el tiempo. —Entonces tu novio ¿porque te pondría guardaespaldas? ¿Es muy celoso?

En realidad,  Alec no lo era, o tal vez Magnus nunca le había dado motivos para hacerlo. —No. 

Ash pareció desconcertado. —¿Entonces porque... 

—Tengo que irme, mi clase ya va a empezar. —Se levantó, comenzando a juntar sus cosas. 

—Oh,  esta bien. Entonces,  si vas a la fiesta de esta noche, buscame, nos divertiremos.—Le guiño un ojo, y luego se fue. 

Magnus suspiro, terminó de guardar sus cosas y camino a su siguiente clase.  

(...) 

Entró rápido a la casa,  se estaba muriendo de hambre y quería saber cómo estaba Clary. Pero,  se detuvo en la sala, mirando a la persona ahí. 

—Hola. —Ella sonrió, acercándose a él.