9- Mata la justicia absoluta.

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El reloj al medio de todo resonaba una y otra vez, en medio de un extenso silencio que hace rato parecía no tener fin, a la vez que mantenían su vista fija en sus recién objetivos, respectivamente.

"..."

"..."

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-... Así que ya sabes quienes somos. ¿Por qué estás aquí? No creo que hayas venido sólo para morir...- Mine inquirió sonriente luego de un extenso silencio en el que sólo el viento y el reloj hacían eco de sonido.

No hubo respuesta durante un rato, y se limitó a quedarse parada con los brazos cruzados, y las otras dos esperaban respuesta o algún movimiento.

"..."

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-No importa lo que pase... ¡Voy a hacer justicia! Por mi padre, que murió cumpliendo su deber frente a villanos como ustedes, ¡¡Y mi querido maestro que fue asesinado por ti y tus amigos!!- exclamó furiosa y deformando su rostro para demostrar una ira con sus ojos penetrantes y abiertos de par en par, a la par que las señalaba amenazante.

-¡¡¡NUNCA SERÁN PERDONADOS!!!- repitió con furia en su voz.

Una vez más, el viento resonó en la zona como compensación por no obtener respuesta durante un momento...

Sin saber que las asesinas tensaban levemente los músculos.

-Realmente tiene intención de hacer esto, ¿Eh? Entonces, está bien- Mine le informó a su camarada, haciendo un ágil movimiento sobre su Teigu que sostenía entre manos.

Rápidamente movió una palanca que estaba en Pumpkin, y la cambió de forma con rapidez, hasta comenzar a disparar sin previo aviso hacia la soldado imperial.

-¡¡El primero que ataca tiene ventaja!!- exclamó aumentando la velocidad levemente de sus disparos.

Extrañamente, en lo que las balas la alcanzaban con rapidez, Seryu ni se inmutó, solo dedicando una mirada vacía hacia las asesinas con los brazos cruzados.

Cuando de repente, Koro se interpuso rápidamente entre el blanco y las balas.

-¡¡Kyu-uah!!- exclamó al interponerse.

Todas las balas llegaron y resonaron contra el cuerpo, pero por alguna razón, alrededor se creó una cortina de humo que impidió ver lo que ocurría adentro.

Mine detuvo sus disparos, preguntándose por la efectividad de sus ataques.

-¿Lo conseguí...?- se preguntó en voz alta.

La niebla se fue poco a poco con el viento, revelando lo que realmente pasó... Y completamente sorpresivo.

Las balas dieron contra el cuerpo, sí, pero no precisamente al del objetivo...

Koro se había colado y recibió todas las balas, y al revelarse por completo... Mostró que todo su cuerpo había aumentado enormemente de tamaño, llegando a medir el doble que ellas, y su expresión cambió a mostrar los dientes de forma amenazante.

Akame Ga Kill! Green and RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora