47. Sungchan day!

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Si había una cosa que Johnny adoraba, esa eran los cumpleaños.

Le gustaba su cumpleaños porque siempre los había celebrado al lado de su madre, riendo y comiendo pastel durante todo su día especial. Había veces en las que el trabajo que tenía era demasiado y lo llevaba con ella a los estudios de grabación, haciendo que tuviera un día bastante divertido.

Así que ahora mismo estaba en la cocina, tratando de hacer un desayuno decente para Sungchan ya que era su cumpleaños número nueve.

—Yo se que te emociona esto, pero... ¿Había necesidad de despertarme a las cinco de la madrugada? —reclamó el pelinegro, quien había sido víctima de la emoción de su prometido. —Llevas una hora intentando decorar eso, cariño, y yo solo estoy aquí de adorno porque no me dejas ayudar.

—Necesito apoyo moral.

—Tu apoyo moral tiene sueño.

A las ocho de la mañana, Johnny ya tenía listo y bien decorado el desayuno del pequeño. No quería la ayuda de su prometido pero al final tuvo que pedirsela porque por más que intentaba, todo se le terminaba quemando.

¿Tendría una maldición? Lo estaba considerando seriamente.

Subieron a la habitación del pequeño y entraron en silencio, viéndolo dormir tan tranquilo que a Doyoung le dió lástima tener que levantarlo solo por las ideas de su futuro esposo y padre de sus hijas.

—Sung —Doyoung apartó con cuidado los cabellos castaños del más pequeño y sonrió cuando lo vió arrugar la nariz. —Buenos días, Sung.

—¿Qué tienen de buenos, Doyoung? —se quejó amargamente mientras se estiraba para darse la vuelta con intenciones de volver a dormir.

—Es tu cumpleaños —en cuanto terminó de decir esto, Sungchan se sentó en su cama y talló sus ojos, tratando de quitarse un poco el sueño.

—Doyoung, soy un año más viejo —Sungchan abrió los ojos con sorpresa y después vió a Johnny. —¿Tu qué?

—Grosero —con un puchero formado en sus labios, Johnny tomó asiento al lado de Sungchan y le mostró el plato con su desayuno. —Lo hice yo solito para ti.

—Mentiroso, se te quema incluso el cereal —entrecerró los ojos, sospechando completamente de su mayor.

—No, esta vez si lo hizo el —mintió Doyoung para después guiñarle a su prometido con una sonrisa cómplice. —¿Y sabes por qué?

—Nop.

—Porque te queremos mucho.

Antes de que pudiera huir, Doyoung lo atrapó en la cama y comenzó a repartir besos por todo el rostro de su hermanito, sacándole carcajadas y varias quejas porque ya era mayor para ese tipo de cosas, según el.

Sungchan pudo comer su desayuno en la cama, estando emocionado porque su hermano mayor estaba a un lado suyo y Johnny del otro, viendo una caricatura en la televisión. Pero no iba a decir que le había gustado eso porque después se emocionarían.

Para su mala suerte, aún así tenía que ir al colegio, así que entre reclamos se colocó su uniforme para subir al auto.

—Mañana iremos a la cafetería del señor Kang —le dijo Doyoung a su hermano, mirándolo por el espejo retrovisor. —Dijo que te tiene una sorpresa y yo tengo ganas de sus galletas en forma de dinosaurio.

—¿A mí no me llevan? —Johnny dejó un beso rápidamente sobre los labios de su novio cuando el semáforo estaba en rojo, causando una expresión de asco en el pequeño que iba en la parte trasera.

(Borrador) InvasorWhere stories live. Discover now