Hell's Kitchen High ♡ Fratt

10: Contra el suelo

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Murdock se había despertado muy temprano aquél miércoles, no estaba seguro si era la necesidad de comenzar el día y prepararse para la tarde en que rendiría la prueba de Fury o los nervios que la misma le causaban, disfrazándose de un dolor de estómago que amenazaba con vaciar todo en su interior al inodoro.

Con una manzana en el estómago, el pelirrojo llevaba su mochila y su maletín deportivo mientras tanteaba las madrugadoras calles de Nueva York. Scott estaría enfadado con él por no haberlo esperado pero nadie en casa salvo Wade debía conocer la existencia del bolso en el que escondía su traje.

Sin problemas, arribó a la recién abierta preparatoria y se dirigió sin titubear al gimnasio techado donde se encontraban los casilleros de los jugadores de americano y el suyo, como mascota del equipo. El lugar estaba vacío y sus pasos hacían eco con cada pisar, entonces dobló la esquina hacia el pasillo que le llevaría al área de vestidores.

Suspiró al estar frente su casillero, abrió el candado y dejó su maletín dentro. Bostezó ligeramente y trató de ubicarse mejor, aún no lograba adaptarse a la idea de que tendría la oportunidad de formar parte del equipo de fútbol. Parecía un logro importante para el chico.

Entonces una idea peculiar cruzó su mente: ¿Cuál de los casilleros era el de Castle? 

La idea se desvaneció en un santiamén al recordar la cercanía con la que tocó su rostro, al rememorar la lejanía que tienen y cómo son ajenos.

El chico resopló antes de retirarse a esperar a sus amigos e ir a clase, aunque no sería capaz de poner atención por la simple idea de lo que le aguardaba al término de clases.

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Los adolescentes se retiraban de las instalaciones por el término de la jornada, algunos arrastraban los pies con cansancio porque al parecer días como aquél eran algo desgastantes en una ciudad en la que se añoraba el fin de semana y un miércoles era un cruel recordatorio de que la semana apenas iba a mediación.

No era el caso de Murdock quien, tras despedirse de sus amigos, se dirigió al gimnasio tal y como lo hizo en la mañana. Apresurado y haciendo lo posible por no ser visto, entró al área de vestidores para poder cambiarse sin ser notado. No podía permitirse que nadie más se enterara de su identidad.

El chico salió de los vestuarios portando su traje a la medida, recibiendo miradas indiscretas por parte de los jóvenes que practicaban animación. Entre ellos Jessica Jones, quien no pudo evitar una risa entre dientes por la actitud distinta que Murdock presentaba al portar el traje.

Una sonrisa pequeña se formó en los labios de Matthew, quien sabía que estaba siendo observado. Por alguna razón, todo temor se desvanecía cuando la rojiza tela cubría su rostro. Era una persona diferente.

Con un caminar relajado que contrastaba con el nervioso chico que se escudaba detrás de sus amigos, llegó al campo de juego donde el entrenador esperaba junto a unos ayudantes. Inmediatamente pudo reconocer que uno de ellos era Frank Castle; el aroma y sus latidos lo revelaban. Sin embargo, podía sentir que Castle le odiaba cuando portaba su disfraz.

—Llegas tarde —reclamó Fury un retraso de doce minutos.

—O tal vez ustedes llegaron temprano.