XXI

5.7K 1.5K 2.2K
                                    

El sonido de una bocina hizo presencia desde la parte delantera del barco, Hyunjin se dio la vuelta asustado por el ruido. Los pescadores estaban deseando abandonar el puerto lo más rápido posible y Minho y Jisung aún parecían discutir en el muelle. Por otro lado, Seungmin había bajado del barco, estaba claro, pues se encontraba tratando de alejar a Jisung de la mano derecha de Gyeong.

—Innie, voy a hacer algo que puede que al principio no te agrade, pero tengo que sacarte de allí de alguna forma, ¿Entiendes? —el tritón miró a Hyunjin con miedo en sus ojos, no había cosa peor que estar encerrado en un contenedor gigante, no cuando tú destino allí dentro era un museo, experimentos o la mismísima muerte—. Prometo que haré lo posible para que no sufras, pero debes confiar en mí.

Hyunjin sabía que había perdido parte de la confianza del tritón en cuanto delató sin malas intenciones la existencia de la criatura. Pero Jeongin se mantenía fiel a sus sentimientos humanos, dejando de lado su parte marina, fantasiosa o inhumana, el tritón estaba respondiendo a aquello que todos los seres humanos llaman amor.

Asintió en respuesta, extendiendo su mano por el hueco hasta tomar la del castaño. Su piel blanca y fría haciendo contraste con la de Hyunjin fue la señal que necesitaba para pelear contra el mismísimo océano si era necesario.

—¡Gyeong, no puede agarrarnos la noche! —exigió uno de los pescadores desde la parte alta del barco.

—¡Cierra la boca! —el mayor le devolvió el grito, dándose la vuelta de nuevo para empujar a Minho y alejarse de él con la determinación de volver a subir al barco.

Y antes de que Hyunjin pudiera entrar en pánico por el poco tiempo que disponía para volver sano y salvo a la orilla, Jisung salió corriendo hasta el pescador para colgarse por su espalda y taparle los ojos con sus débiles brazos. Minho le miró con horror en su rostro y Seungmin solo pudo pensar en tensar la soga que sobraba en el muelle para hacer caer al pescador.

—Oh, no. Esto es malo, muy malo. Jeongin, debemos apurarnos —pidió Hyunjin, extendiendo sus brazos hasta el tritón, recibiendo de su parte una morada confundida—. Vamos, voy a cargarte.

La criatura levantó una ceja. Hyunjin no se movió ni un centímetro.

—Vamos, Innie. Confía en mí.

Su voz salió desesperada, el reloj le estaba jugando en contra a sus nervios. Jeongin se sumergió en la poca disponibilidad de agua y espacio que tenía ahí dentro y salió con firmeza y su cabello negro mojado para aferrarse a los hombros de Hyunjin y hacer presión en estos para sostenerse con fuerza. Hyunjin lo tomo de la cintura, lo sacó de allí dentro con poca estabilidad, pues era más pesado de lo que creyó. Lo tomo en parte por su cintura y por debajo de su cola marina. Era extraño, la textura de su piel mojada y su parte inhumana, era simplemente extraño.

—¡Alguien dispárele a este idiota! —Gyeong gritó desde abajo, alertando al castaño.

Hyunjin se giró con Jeongin aún en sus brazos, su plan era lanzarse al agua con él, pero el barco se movió para apurar al pescador pendiente y sus pies tambalearon por la fuerza que estaba haciendo arriba con sus brazos, cayendo de rodillas al suelo. Soltó una maldición mental, volviendo a juntar fuerzas para levantarse, pero le estaba costando si el barco se seguía moviendo.

—¡Deja de mover el barco,  Hale! ¡Dije que ya voy! —Gyeong tomó un arma y le apuntó directo a Jisung.

Una vez que pudo asustarlo, retrocedió con sangre en su boca. Hyunjin estaba entrando en pánico de nuevo, si le disparaba, la culpa le comería las entrañas todo el resto de su vida. Él los había metido en ese lío después de todo.

En las profundidades - [Hyunin] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora