III

9.3K 1.8K 1.3K
                                    

La voz de Hyunjin se mezcló con el sonido del viento y las olas rompiendo cada vez más alto, como si de pronto el mar tuviera vida propia y quisiera demostrarle al mundo que no es solo un montón de agua, hay más allí. Más vida, más dolor, la mismísima muerte si es que se sabe buscar. El mar es más que agua, Hyunjin estaba comenzando a darse cuenta, mientras sus manos se sostenían de los costados de su pequeño barco, su cuello se estiraba y su ropa ya completamente mojada, se pegaba en su cuerpo.

—Cuenta la leyenda, que al mar se escucha hablar, una vez que partes, puedes nunca regresar. —Hyunjin, trataba de leer a causa de la cantidad excesiva de agua que entraba al barco de nuevo y le golpeaba fuertemente el cuerpo y rostro. —Habla aquel mito, que el sol se esconderá. Del navío se encarga el agua, del capitán el mar. —El viento se mezcló en el llamado, Hyunjin tomó con su mano un cuchillo grande que guardaba en el bolso, si esa criatura gigante aparecía, no dudaría ni dos segundos en utilizar la fuerza. —Pon tus pies en la proa, que te escuchen cantar y tu escucha sus secretos que tu alma custodiarán.

Una fuerte ola golpeó el barco de tal forma que HyunJin cayó directo al suelo, golpeando su cabeza con la parte trasera y dejando un jadeo de dolor agudo en el aire. Sus manos se dirigieron a la parte trasera de su cabeza, sintiendo sus dedos mojarse con sangre y la oscuridad de la noche apagar todo rastro que quedaba de una buena visión.

Tomó el libro una vez más en sus manos, iba a empezar lo que terminó, y aunque sabía que no tenía posibilidad de salir de esa, se imaginó un futuro donde volvía a la orilla con la cabeza de algún tiburón gigante, ganaba la competencia y su familia no tendría que dejar el pueblo a falta de recursos económicos. Si, ese era el único pensamiento que debía tener.

—Cuenta la leyenda, que al marinero juzgarán, y si vuelves a la orilla, a la criatura has de agradar. —El mar comenzó a formar una enorme ola que cambió drásticamente de dirección, apuntando a Hyunjin y yendo en contra de toda su naturaleza. —¿Cómo...? —Su voz sonaba asustada, el agua se escurría por su rostro y entraba a su boca, impidiendo que sus palabras sonarán claras. Tomó aire en sus pulmones, mirando la ola y sabiendo que definitivamente iba a morir ahí. —En las profundidades... —La ola se acercó amenazante, triplicando el tamaño del castaño. —Criaturas siempre habitarán y cuando alces la voz...—Hyunjin sujetó el libro a su pecho, tomó el cuchillo fuertemente con su otra mano y cerró los ojos.—Con tu canto las llamarás.

El cuerpo de Hyunjin sintió toda la presión del agua cayendo directo en él y su pequeño barco. Escuchó el ruido del barco destrozándose y su estómago hundirse ante el repentino ataque a su indefenso cuerpo. Perdió el cuchillo, perdió el libro y perdió por completo la estabilidad, cayendo al agua y hundiéndose profundamente sin ser capaz de distinguir nada. Estaba sumido en una verdadera oscuridad, sus pulmones gritaban la necesidad del aire y su corazón latía desenfrenado en su pecho.

Intentó abrir la boca como un instinto de querer gritar y tomar aire, pero lo único que se metía eran litros de agua. Movió las manos con la intención de volver arriba, pero su cuerpo se mantenía girando sobre sí mismo, las olas lo estaban hundiendo. Abrió los ojos, su cuerpo dolía, su mejilla tenía un corte profundo y su cabeza seguía haciendo presión en aquella zona donde se había golpeado.

La impotencia comenzó a invadir su cuerpo humano, queriendo salir, buscar un poco de seguridad en aquel lugar que no reconocía, pero las olas lo estaban tirando hacia abajo imponentes. Aún así, Hyunjin se mantuvo luchando, moviendo sus manos y evitando golpearse con piedras y trozos del barco que se movían con rapidez por debajo del agua.

Y entonces, una luz hizo presencia en la punta del acantilado, otra vez se había encendido el faro y era lo único que pudo distinguir entre tanta oscuridad. Su cuerpo se iluminó, de alguna extraña forma el faro lo estaba apuntando a él. Miró sus manos con claridad, sus piernas, los trozos de madera y la superficie llena de olas amenazantes. Hyunjin se movió rápido, ya estaba comenzando a perder fuerzas y necesitaba respirar urgentemente.

En las profundidades - [Hyunin] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora