Árbol de Navidad

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Había llegado la víspera de navidad y todos habían invertido su tiempo en la decoración de la casa la cual se veía más linda y navideña que nunca

—¿¡Y ese árbol tan hermoso!? —pregunto Lia a Sirius muy emocionada— ¡Aaah! ¿Son haditas de verdad?
—Que bueno que le guste señorita Black —respondió Mundungus quien estaba acomodando el árbol que había traído— ¡Y sí, son hadas cien por ciento reales!
—Debo aceptar que se ha lucido señor Mundungus Fletcher
—Gracias señorita Black —dijo Mundungus sonriendo moviendo la cabeza alegre mientras Lia miraba embelesada a las hadas

Sirius iba donde los demás quienes miraban la escena sorprendidos de la muy sincera amabilidad de Lia con Mundungus con quien antes solo fingía ser amable, pero esta vez no era como antes

—¡La magia de la navidad! —exclamó Sirius haciendo que todos rieran— Subamos el árbol al salón principal estoy seguro que lucirá mejor ahí que aquí —intervino Sirius mientras indicaba a todos que subieran

Mundungus se acercó a él tímidamente, no quería subir pues aún recordaba las palabras de Lia

—Pero... solo suben los in...
—Lia te engaño, aunque no dudo que subir a la segunda planta no es seguro, ahí es su cuarto así que puede haber dejado trampas, quien sabe, es mejor prevenir, por ahora el salón y la primera planta están sin hechizos será mejor llevar el árbol arriba —dijo mientras se dirigía hacia el árbol empezando a moverlo y sin más Mundungus corría a ayudarlo algo sorprendido de la noticia

—¿Qué bonitos se ven no crees? —pregunto Lia subiendo atrás de Sirius y Mundungus quienes cargaban y subían el árbol debido a que dijeron que era muy cerca para usar la magia
—¿Nosotros? Desde siempre —dijo Sirius sonriendo presumidamente
—No hablo de ustedes, hablo de los elfos y sus gorritos —comentó Lia quien acomodaba los gorros de los elfos que se estaban cayendo debido al árbol que los había movido
—Elfos, elfos... Lia aun no vez a tu buen amigo Kreacher, ¿No piensa saludarte?
—No... aún no lo veo debe de estar resentido porque hay mucha gente y ya no solo somos los tres, espero verlo pronto —respondió Lia llegando por fin a la primera planta y viendo cómo Sirius y Mundungus acomodaban el árbol— Mira ¿Te gusta este adorno? —preguntó mostrándole a Sirius una pequeña corona de navidad colgante
—Bello como mi hija, ven, colócalo
—No es para el árbol, va en el pomo de la puerta —corrigió la chica que estaba apoyada en el marco de la puerta viendo todo
—Colócalo en la puerta entonces cachorrita, puedes buscar más decoraciones abajo y traerlas
—La de aquí ya tiene —aviso Lia mostrándole el pomo de la puerta la cual tenía colgando unos bastones de caramelo— No importa, iré a buscar otras decoraciones creo que todas las puertas ya tienen sus colgantes...
—¡Oh Lia! Antes de que bajes puedes traer mi varita la dejé... no mejor no vayas la deje arriba iré yo —añadió mientras caminaba hacia la puerta donde Lia estaba, fue quien le abrió pasó dejando que pasara
—Yo podía haber subido —dijo persiguiendo a Sirius— veras nunca e invadido el otro cuarto, y cuando entró al tuyo soy muy responsable
—Si claro, la última vez te la pasaste hurgando en una caja
—Era de dulces —se defendió ofendida tirando su cabeza en la baranda mientras subía fingiendo una gran tristeza
—Hasta aquí —Sirius detuvo a la chica que estaba atrás suya dejándola a la mitad de las escaleras para la cuarta planta aunque debido a que estaban en el medio de la escalera, Lia podía ver como Sirius subía y entraba a su cuarto sin saber que el motivo por el cual no la dejaban entrar esta vez era porque Sirius había dejado la sorpresa de esta chica a plena vista, en su cama

¡Yo tengo la culpa por abrir esa cajita! Ah, pero seguro igual no me hubiese dejado, «Eloise la cuarta planta está prohiba» dijo fingiendo ser Sirius «Eloise te prohibo...»

—Regulus Black... —susurro viendo la puerta de arriba que se encontraba sin ninguna decoración, la chica se quedo callada rápidamente tratando de escuchar si Sirius ya salía y al oír que este aún seguía buscando su varita subió de puntitas rápidamente sin hacer ruido y en completo silencio colocó el adorno que tenía en el pomo de aquella puerta

Inefable Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin