siete

655 56 4
                                    

Volver a charlar con Erik había sido todo lo que Wilhelm necesitaba, una parte de él ahora se sentía ligera y completa dentro de su pecho. Y ahora envolviendo el cuerpo más pequeño de su novio, cree sentir lo que es sentirse un adolescente normal por primera vez en su vida.

Cuando todos se habían ido a la cama, Wilhelm se había escabullido de su habitación para colarse en la habitación al otro lado del pasillo dónde habían instalado a Simon, y aunque ambos chicos habían bajado a cenar a la cocina una vez que el rubio cenizo llegó del hospital, Wilhelm no desperdiciaría la oportunidad de dormir al lado de su novio mientras estaba en el palacio.

—¿En qué piensas? — Preguntó el rizado susurrando frente al rubio cenizo, frotando sus brazos alrededor de su pecho.

Dejando escapar un suspiro en la nuca del moreno que lo hace estremecer ligeramente, Wilhelm envuelve sus brazos alrededor del cuerpo del contrario.

—Nada, sólo... estoy feliz, — declara sonando justamente feliz.

Simon se gira en su abrazo para quedar cara a cara, la mirada que le dedica a Wilhelm lo deja casi sin aire, y lo tiene con el corazón golpeando fuertemente contra su pecho. Y tal vez, Simon pueda escucharlo, o sentirlo, porque la sonrisa que le dedica justo antes de alcanzar sus labios es justo esa sonrisa que le dedica cuando está burlándose de él.

—Estoy feliz de que estés feliz. — Suspira Simon sobre la boca contraria una vez que el beso termina. — Pero, estuve pensando sobre lo que dijo tu mamá mientras no estabas....

—Okay... — Wilhelm puede sentir el pánico subir directamente hasta su garganta desde su estómago, es una sensación que le recorre desde que comprendió lo que ser príncipe significaba.

Es una sensación que viene siempre antes de una mala noticia, una que probablemente lo hará despertar de su sueño con Simon a su lado y tendrá que enfrentar si es que el chico quiere terminar esto, si quiere salir antes de que toda la mierda que conlleva la Corona lo arrastre. Está seguro de que por mucho que ame a Simon en este momento, no puede pedirle que sacrifique toda su vida por estar con él, siguiendo todas las reglas y toda la atención que conllevaría salir con el príncipe de Suecia.

Wilhelm sabía lo que está reunión con su madre podría provocar, muy dentro de su cabeza lo sabía, el que Simon quisiera dejarlo inmediatamente después de que todas las reglas de la Corona lo abrumaran y le exprimieran la vida.

Su corazón late fuertemente contra su pecho, puede sentir que la presión familiar dentro de su pecho se vuelve poco a poco insoportable conforme los pensamientos lo aprisionan y arrinconan contra sí mismo.

—Wille, Wille, está bien, tranquilo, respira. — La voz de Simon lo vuelve lentamente, puede sentir la mano del chico presionando contra su pecho justo sobre dónde yace la suya, en un habito ya común en él cuando siente que todo a su alrededor es demasiado. — Respira, mírame. Respira conmigo, dentro, fuera.

Sus ojos se encuentran con los del chico frente a él, puede sentir toda la preocupación irradiar de ellos, mientras trata de igualar su respiración lentamente, sabe que probablemente Simon también quiera librarse de esto, del príncipe roto.

—Está bien, estás mejor. — Puede sentir su corazón calmarse dentro de su pecho y las manos de Simon frotando sus brazos lo calman rápidamente.

—Lo siento, yo- lo siento.

―Está bien, Wille. Está bien. ― Repitió Simon todavía frotando sus manos contra sus brazos.

―No, yo... lo siento por-por mi madre, todas las reglas, las restricciones, todo lo que conlleva estar conmigo. Si no quieres estar conmigo, yo-lo entiendo. ― Sintió que su garganta se apretaba alrededor de las palabras, pero necesitaba decirlo, necesitaba disculparse con Simon por arrastrarlo a algo en lo que él no quería ser arrastrado.

― ¿De qué hablas? ¿Por qué no querría estar contigo? ― Preguntó el moreno retirándose un poco para mirarlo mejor a los ojos.

Wilhelm negó cerrando los ojos, tratando de aclarar sus ideas para ponerlas en palabras.

―Dijiste-dijiste que estuviste pensando lo que mamá te dijo, yo creí―.

―Sí, porque creo que es importante y necesitaba pensar en cómo le diría a mi mamá que ahora toda mi vida sería un espectáculo público. ¿Qué pensabas que significaba?

Wilhelm sintió que las palabras se quedaban atoradas dentro de su pecho, una sensación de vértigo recorrió sus entrañas cuando las palabras de Simon por fin atravesaron su cabeza y la comprensión lo alcanzó por completo.

Sin poder decir aún nada, alcanzó al chico golpeando sus labios contra los contrarios en un beso desordenado y emocionado. El pequeño grito de Simon de sorpresa quedó ahogado contra los labios del príncipe cuando logró por fin hacer funcionar correctamente su cuerpo y cubrir el cuerpo del chico debajo del suyo.

― ¿Lo dices en serio? ― Preguntó como un susurro contra los labios contrarios, no pudiendo separarse por completo del chico. ― Quiero decir, es mucho, no puedo pedirte algo como eso, sé que mi madre dijo que, si vamos a estar juntos, la Corona debe encargarse de todo, pero no puedo pedirte que hagas algo como eso, no por mí, quiero-

― ¿Y si no lo hiciera por ti, por quién más lo haría? ― Pregunta Simon sonriéndole burlescamente.

Wilhelm se detiene un momento, mientras mira al chico que ahora se ha recostado sobre sus codos para tratar de erguirse un poco sobre la cama.

― ¿Qué?

―Wille, yo sabía quién eras cuando-... ― La mirada de Simon vacila un poco, desviándola hacia las sábanas.

― ¿Cuándo qué? ― Preguntó en un susurró el rubio, acercándose nuevamente al espacio del contrario.

―Cuando me enamoré de ti. ― Murmura el rizado levantando la mirada para encontrarse con los ojos de Wilhelm.

La confesión lo hace sonreír fuertemente, sintiendo como su corazón crece dentro de su pecho y el rubor sube rápidamente desde su cuello y hasta sus mejillas. Acercando sus rostros nuevamente, Wilhelm mira fijamente el rostro de Simon, tratando de memorizar cada centímetro de la piel bronceada.

―Yo también estoy enamorado de ti, Simme. ― La sonrisa que el chico le había dedicado podía iluminar los días de Wilhelm para siempre.

Sonriendo contra la boca del chico que todavía yacía bajo él, Wilhelm sintió su corazón hincharse dentro de su pecho nuevamente y mientras los labios de Simon le transmitían todas las emociones de regreso en el beso, por primera vez desde hacía mucho tiempo, Wilhelm sintió lo que era sentirse completo y era una sensación que no quería dejar ir nunca.





Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


¡Estoy de vuelta! Aquí les dejó otro capítulo más. Y nos estamos acercando al final de esto.

Esta pequeña charla tenía como propósito inicial volverse un poco seria para discutir lo que ambos querrían hacer acerca de August, pero mientras escribía resultó esto, así que lo dejé.

¡En el próximo capítulo volveremos a la charla con la reina! Pero ahora que Erik despertó ¿todo seguirá como ella les había dicho? ¿O simplemente la recuperación del príncipe heredero podría eclipsar el escandalo de Wilhelm y que la reina trate de que ambos vuelvan a su relación secreta? 

Muchas gracias por sus votos y comentarios, de verdad.<3<3

i can't find the key without you » Wilmon | Young RoyalsWhere stories live. Discover now