Final

4.4K 423 1.4K
                                    

Louis lo miró perplejo. Tragó saliva por décima vez en aquel momento, y se humedeció los labios cuando notó una fuerte sequedad en ellos.

No sabía qué decir.

—Ha…Harry. —tartamudeó—. ¿Tú me escuchas cuando te digo que somos muy jóvenes?

—¿Tú me escuchas a mí cuando te digo que me da igual el tiempo? no sé donde estaré mañana, si vivo o bajo tierra. Y por eso mismo, si tengo que morir, quiero hacerlo sabiendo que morí feliz siendo tu esposo.

—Harry, joder. —suspiró.

Lágrimas silenciosas comenzaron a descender con rapidez por sus mejillas. Estaba confuso. No sabía qué hacer, si dejarse arrastrar al precipicio de la locura en el que Harry lo esperaba ansioso, o si juntar las pocas fuerzas que tenía y permanecer en el lugar donde reina la realidad sin dejar espacio a la ficción.

Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, decidió obedecer a su corazón. Después de todo, un amor como el suyo era difícil de encontrar, pero demasiado fácil de perder. Y eso era algo que sabían los dos.

Lo miró a los ojos, sintiendo su corazón latir con fuerza mientras sus manos agarraban las suyas como si de ello dependiera su vida. Harry lo animó con la mirada, en sumo silencio esperando una contestación que se hizo de esperar.

Y entonces, el castaño, asintió con timidez.

—Está bien.

—¿Sí? ¿sí quieres? ¿aquí y ahora? —quiso asegurarse. No se creía que aquello estuviera sucediendo.

—Aquí y ahora, bebé. —lo miró ilusionado.

El rizado fue incapaz de contener su emoción. Lo alzó por los aires haciendo que rodeara su cintura con sus piernas, y comenzó a dar vueltas con él en brazos, ambos riéndose como dos niños pequeños que acaban de hacer la mayor trastada de sus vidas.

—Te vas a casar conmigo. —lo repitió en voz alta. Quizás así lograría creer que aquello sucedía de verdad, y no era producto de su imaginación.

—Y tú conmigo.

—Y yo contigo. —repitió asintiendo.

Se acercaron al altar con nerviosismo, ambos conscientes de la locura que estaban a punto de cometer. Pero ninguno de los dos tenía en mente echar un paso atrás.

Se colocaron en sus respectivas posiciones, los dos observando al sacerdote, quien no dudó en sonreír observando tal escena.

—Nunca me había pasado esto.

—¿El qué, padre?

—Una boda improvisada sin anillos, sin invitados, y sin nada preparado. Como quien decide pararse a comprarse un helado. —habló con gracia.

Harry se encogió de hombros observando a su bichito.

—Supongo que nosotros somos así. —sonrió.

El sacerdote procedió a hacer una eucaristía adaptada a la situación, evitando el sermón reglamentario y algunas cosas que realmente, no les interesaba a ninguno de los tres.

Pasó prácticamente a la parte final al no haber nadie más presenciando la escena, y los miró cerrando el libro que había mantenido abierto desde el principio.

—Harry Edward Styles, ¿quieres recibir a Louis Tomlinson, como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

Los orbes verdes de Harry chocaron de
inmediato contra los azules de Louis, quien agarraba sus manos con fuerza debido a su nerviosismo. Asintió convencido.

Un juego de dosWhere stories live. Discover now