Capítulo III

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La mañana pasó con tranquilidad.

Para fortuna de Louis, Harry no volvió a dejarse ver en ninguna hora, y aquello le facilitó el poder estar tranquilo sin meterse en líos por su culpa.

Se encontraban a última hora, en la clase figuras y formas, y Louis sonrió cuando logró hacer con agua la forma de una casa, gracias a las indicaciones del profesor.

—Mira, Horan. —exclamó emocionado, observando la casa que flotaba sobre sus manos, tratando de no destruirla.

—No es justo, yo intento hacer un corazón y me sale un círculo. —se indignó.

Louis deshizo la casa evaporando el agua para no derramarla, y comenzó a reír cuando observó a Niall, quien luchaba con su rayo de electricidad tratando de darle la forma de un corazón.

—Eres pésimo.

—Gracias, animas muy bien, ¿sabes? —bufó frustrado, sin mirarlo.

—No animo, digo la verdad. —comenzó a reír.

De pronto un silencio calló a todo el salón, y los dos amigos miraron hacia la puerta.

Louis resopló al verlo.

—¿Qué mierda hace aquí? —murmuró frustrado, mirándolo con rabia.

—Esta también es su clase, Louis.  —murmuró Niall en su mismo tono.

—Me la suda.

Harry caminó hacia su pupitre, el cual se encontraba delante de Louis, y lo miró desafiante todo su camino desde la puerta hasta allí.

Pero Louis, lejos de intimidarse, enfrentó su mirada mirándolo exactamente igual que él, algo que no le gustó en absoluto.

—Te tengo unas ganas… —murmuró Harry cuando llegó hasta él, en señal de advertencia.

—Ya sé que me tienes ganas, cualquiera me las tendría, ¿no me ves? —vaciló con sorna, enfadándolo mucho más.

—No vas a durar ni dos días aquí dentro, no mientras yo esté aquí. —trató de calmarse, sentándose en su asiento.

—Ya lo veremos. —volvió a vacilar.

Louis observó como él apretó su puño con fuerza en un disimulado intento de calmar toda la impotencia que sentía en ese mismo momento, y una sonrisa divertida se formuló en sus labios, satisfecho de haberlo provocado de tal forma.

—Louis te vas a meter en un buen lío y no te conviene meterte con él. —aconsejó Niall cuando salieron de la clase.

—No me da ningún miedo, solo es un estúpido imbécil que se cree valiente solo porque nadie lo ha encarado antes.

—Te va a hacer daño.

—Yo también puedo hacérselo a él.

Porque sí, así era.

Louis Tomlinson, bajo la apariencia de niño tímido y reservado que jamás mataría ni a una mosca, podía llegar a ser muy violento si la situación lo requería.

Y eso, era algo con lo que Harry no contaba.

♕ ♕ ♕

Harry se dejó caer sobre el sillón que tenía en su habitación, y se encendió un cigarro a sabiendas de que estaba prohibido fumar en las habitaciones, cosa que le daba absolutamente igual.

Estaba nervioso, inquieto, con la impotencia corriendo veloz por sus venas y la rabia a flor de piel.

—Necesitas tranquilizarte. —se preocupó Zayn, su mejor amigo.

Un juego de dosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant