𝑳𝒊𝒃𝒓𝒆 [𝑺𝒆𝒗𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆]

24༄

"Hermione, ¿me permites un baile?" Usando su máscara como medio para proteger su rostro de mostrar sus emociones, le preguntó a su aprendiz con su baritono una vez que estuvo a su lado.

"Por supuesto, Severus. ¿Puedes vigilar a Harry y a Draco un rato?" Los Weasley asintieron y entonces Hermione tomó la mano extendida de Severus.

En la pista de baile comenzaron a balancearse suavemente al ritmo de la balada bastante lenta que estaba sonando en ese momento.

"Echaré de menos esto".

Los ojos de Hermione estaban tristes al decir esto. Su máscara hizo todo lo posible por ocultar todo lo demás que su expresión facial podría haberle dicho, pero la forma en que sus ojos marrones miraban los aparentemente negros de él decía más de lo que las palabras podrían decir.

"¿Qué quieres decir, Hermione?"

"A esto. Todo esto.... Echaré de menos a los dos chicos correteando, sus risas, la forma en que actúan cuando están cerca el uno del otro... no soy tonta. Sé que esto terminará y que terminará muy pronto. Es que me he acostumbrado tanto a tenerlos siempre a mi alrededor. Echaré de menos la alegría que me aportan. Echaré de menos la forma en que te hacen sonreír con tanta facilidad, y definitivamente echaré de menos vivir contigo.... A pesar de lo que todo el mundo ha dicho siempre de ti, creo que eres una de las personas más apasionadas y cariñosas que he conocido. Echaré de menos nuestras conversaciones y la forma en que me consolabas y animabas. Te echaré de menos".

Al darse cuenta de lo que acababa de decirle a su mentor, sus ojos se abrieron de par en par en estado de shock antes de huir del gran salón, sin mirar atrás mientras lo dejaba de pie en medio de la pista de baile mirándola.

Él tardó unos segundos en darse cuenta de lo que acababa de decir, pero cuando lo hizo, empezó a perseguirla. Siguió sus pasos apresurados bajando los muchos tramos de escaleras hacia las mazmorras que le eran tan familiares.

Corrió tras ella a través de las mazmorras hasta llegar a las habitaciones de los alumnos de octavo curso. Severus se sorprendió de lo rápido que podía correr con su vestido y sus tacones.

La vio subir corriendo las escaleras hacia sus habitaciones, y ella cerró la puerta de golpe justo cuando él puso un pie en el pequeño pasillo que conducía a sus habitaciones.

"Hermione, por favor, abre. Hermione, por favor". Llamó a su puerta, hablando en voz alta pero muy baja.

La oyó llorar al otro lado de la puerta, y entonces sacó su varita usando alohomora para abrirle la puerta.

Ella estaba sentada acurrucada en el sillón que solía frecuentar durante su estancia con ella aquí, con los zapatos ya desechados. Rápidamente se dirigió hacia ella, con cuidado de no sobresaltarla.

"Hermione, ¿por qué has huido? Habla conmigo, por favor". Le rogó antes de ponerse de rodillas frente al sillón empujando suavemente un mechón de pelo detrás de la oreja que se le había escapado del moño.