𝑳𝒊𝒃𝒓𝒆 [𝑺𝒆𝒗𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆]

Prólogo༄

La paz. Por fin tenían paz después de tantos años de guerra. Para muchos esto era todavía algo extraño a lo que tenían que acostumbrarse. La joven no estaba segura de cómo sería su vida ahora que la guerra había terminado. Realmente no podía recordar su vida antes de que la guerra comenzara para ella. Habían pasado demasiadas cosas, habían muerto demasiados amigos.

Ahora, sólo unos meses después, estaba montando el tren de vuelta a casa. A casa... Nunca hubiera pensado que llamaría a su escuela su hogar. Sí, le encantaba la escuela y aprender, hacer tareas, pero aun así, ni siquiera ella estaba tan obsesionada con la escuela, aunque siempre la habían llamado la bruja más brillante de su edad o una insufrible sabelotodo. Sin embargo, se sentía así. Pensaba en Hogwarts como su hogar. Se podía entender que Harry pensara así, ya que nunca llegó a conocer a sus padres y se crió con sus tíos, que no le trataron bien. Definitivamente no fue un chico al que se le quisiera más mientras crecía pero a pesar de eso o incluso por eso era una de las personas más cariñosas que conocía. Ella era un poco más afortunada, sus padres la querían y la cuidaban.

Estaban vivos, sí, pero no recordaban haber tenido nunca una hija que se llamara Hermione Granger y tal vez esa era la razón por la que volver a Hogwarts se sentía como volver a casa para la antigua bruja de pelo tupido. En Hogwarts vivía con sus amigos y con algunos que sí consideraba familia.

A la joven le habría encantado decirles a sus padres que este año la habían nombrado prefecta. Le habría encantado ver sus caras de orgullo.

"Hermione" una voz tranquila le sonó.

"Hermione", esta vez era más fuerte.

"¡Hermione!" ahora la voz gritaba y la joven finalmente reconoció la voz que intentaba hablarle.

"¿Sí? ¿Qué pasa?", preguntó confundida.

"Oye, ¿has oído siquiera lo que estábamos hablando?" preguntó el pelinegro sentado frente a ella.

"Lo siento, Harry...", murmuró Hermione un poco avergonzada.

"Llegaremos en unos minutos y creo que la señorita prefecta debería vestirse con su uniforme ya que no querrá ser una mala influencia para los niños en los que confío".

El hombre se rió de su mejor amiga mientras su novia reía sentada a su lado. En eso Hermione tomó su uniforme y fue a cambiarse con él por última vez en el inicio de un nuevo año escolar en Hogwarts. Esto la entristeció bastante. Este iba a ser el último viaje en tren a Hogwarts con sus amigos.

Al cambiarse, se dio cuenta de que había algunas cosas diferentes en su atuendo. Le indicaron que llevara corbatas negras lisas en lugar de su habitual corbata roja y dorada. Además, faltaba el escudo de la casa Gryffindor en su pecho. En su lugar, el escudo de Hogwarts es ahora claramente visible. No hay señales de que la joven haya sido una orgullosa Gryffindor. Pensar en esto hizo que la bruja de pelo castaño sintiera bastante curiosidad. Después de cambiarse, volvió al compartimento de sus amigos. Una vez que llegó, el tren ya empezaba a bajar la velocidad y los cuatro se preparaban para salir de este tren para su último año de escuela.

Cuando por fin salieron, saludaron a Hagrid, que esperaba ansioso la llegada de los de primer año. Rápidamente se hicieron con un carruaje por su cuenta antes de tener que subir al castillo.

"Así que estos son los Thestrals", dijo Ginny.

"¿De verdad los usamos para llegar al Ministerio? Maldita sea, hemos sido muy imprudentes", dijo Ron al ver a las criaturas.

El viaje hasta el castillo y la ceremonia de clasificación pasaron más rápido de lo que podían decir "Quidditch" y ahora Minerva McGonagall ocupó su lugar y comenzó a dar su discurso.

"Ahora que todo el mundo está clasificado, no quiero que tengan que esperar demasiado tiempo antes de que se alimenten, pero hay algunas cosas que tengo que tratar. Como recordatorio, no deben aventurarse en el bosque y tengan cuidado con las escaleras. Ahora bien, me gustaría que los que han regresado para su séptimo año vengan a mi oficina directamente después de que la comida haya comenzado. Hay algunas cosas que deben tener en cuenta. Y ahora les deseo a todos un exitoso y pacífico año de aprendizaje y educación".

Los alumnos aplaudieron cortésmente antes de que la comida apareciera en las mesas y todos empezaran a comer. Ron fue el primero en coger un poco de pollo: ¿cómo podría haber sido diferente?

"Harry, ¿sabes por casualidad quién va a enseñar pociones este año?", preguntó Hermione.

Él se limitó a mirarla sin saber qué hacer y respondió: "No, pero falta un profesor. Tal vez no haya llegado todavía. Sólo espero que McGonagall haya encontrado a alguien competente para enseñar pociones. Es decir, nunca encontrará a alguien tan competente como Snape, pero tal vez a alguien un poco más agradable".

Le sonrió mientras ella daba un mordisco a su filete.

Una vez que los platos desaparecieron, todos se dirigieron al despacho de McGonagall.