capitulo 11

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Capítulo 11

Esta vez había salido temprano de las clases de entrenamiento, evite encontrarme con Catia y Rían.

Estaba frente al bar, llevaba ropa discreta para entrar al lugar, traía unos jeans negros y una camisa azul oscura, nada que resaltaba en el lugar, sin maquillaje y el cabello recogido en una coleta alta y desordenada.

Aun no me acostumbraba a tener el cabello rojo, a que mi tono de piel fuera más claro y que mis ojos fueran distintos.

No era un bar que resaltara mucho, poca gente entraba y salía, no tenía música fuerte ni muchas luces de colores, era más bien un lugar anticuado para ir a beber.

Me siento en la barda de madera donde había una mujer cuarentona atendiendo.

—Buenas noches ¿qué quiere tomar?

Me giro sobre mi puesto y escaneo el lugar.

Las paredes eran blancas, tenían diversas mesas y su pisto era rustico al igual que anticuado, solo habían unas cinco personas en el lugar.

Dos en una mesa y tres en otra, la barra estaba desocupada. Para ser sincera, no sabía con exactitud qué era lo que estaba buscando.

¿Cómo era que había confiado en el mismísimo satanás, sabiendo que alguna vez engaño a la antigua Breeze?

Apoyo mi cabeza sobre la palma de mi mano.

Esto es ridículo, ¿qué pasa si es el lugar equivocado?

—Dame un wiski—pido mirando a la mujer.

Había pasado aproximadamente media hora.

Ya eran probablemente las once y no vena nada novedoso, la pareja se había ido y habían llegado nuevas personas que no reconocía ni que llamaban mi atención.

Había tomado cinco vasos de wiski con lentitud y estaba en el sexto cuando se escuchan fuertes risas.

Uno nunca sabe cómo reaccionara en una situación que te altere, puedes decir que si te roban te defenderás pero en realidad entraras en pánico, puedes decir que no lloraras si te deja pero al final te desboronas, si alguien entra a tu casa te esconderás, cuan vez entraras en pánico y terminar llorando.

Podemos decir cómo queremos que sean, pero en situaciones así es como si tu cerebro se desconectara de tu cuerpo y perdieras el control, las emociones se adueña de ti.

Bueno así me sucedió, pensé que cuando los volviera ver y oír me enojaría, les gritaría, desearía pegarles hasta no poder más, patearlos, escupirles en sus estudias caras pero nada fue así.

Lo curioso es que siempre vemos estas situaciones que pasan en cámara lenta pero luego las recuerdas súper rápido sin lograr entender.

Primero fueron las risas, causaron algo dentro de mi alma pero no fue suficiente señal, es como cuando tienes un presentimiento pero no se está seguro. Luego escuche pasos fuertes, las cortinas fueron corridas por una mano y a la sala desocupada entraron cuatro hombres entre risas.

Los cuatro mosqueteros.

Los cuatro monstruos.

Cuatro asesinos.

Cuatro violadores.

Esos cuatro que destruyeron mi vida.

Como olvidar rostros, como olvidar esos horrendos ojos que me observaron con deseo y burla mientras me maltrataban o me tocaban.

Hubiera querido levantarme firme, tomar el vaso y la botella, y romperla por sus asquerosas caras para borrar esas sonrisas, hubiera querido...

Todo se quedó en querer porque simplemente mi cuerpo se paralizo, tembló de miedo, observe a los hombres parar por mi lado y sentarse en una mesa a disfrutar como si fueran personas normales.

Entendí que así se oculta el mal, como cosas normales, sin llamar la atención siendo patéticos ciudadanos, riendo de sus desgracias pero ocultando un secreto. Lo peor es que personas así te lo cruzas en la calle, en el trabajo. Hasta en tu propia familia y muchas veces no sabes lo que es, no le das significado, no te paras y comienzas a escanear a cada uno diciéndote ¿acaso esta persona no oculta algo?

Por más que es normal nadie hace eso porque ya tenemos suficientes problemas en nuestras vidas para lidiar con otro.

Maddie nunca hubiera pensado que en la vida de Breeze hubieran pasado tantas cosas, que en una empresa se abusara así del poder, algunos sabían pero simplemente no se ponían a perder el tiempo en lago que la gente acepta. Todo en el mundo se vuelve normal y en eso se oculta el mal.

Los detalle a cada uno recordando todo el daño, hay estaba Frederick ese mismo que me llevo a ese horrendo lugar, Max el tercero que abuso de mi...mientras estuve hay supe el nombre de los otros dos, el primero que me toco con sus asquerosas manos era Adam ese mismo de cabello oscuro y ojos miel sin duda todos se parecían, el otro era Oliver hermano de Max.

Nunca había olvidado sus nombres, habían sido descuidados y los soltaron así como así ahora yo los tenia marcados.

—Oye—llama mi atención la mujer—señorita.

Parpadeo un par de peses y miro a la mujer

—Que...

No termino de preguntar porque me doy cuenta de que había regado el wiski sobre la barra.

El líquido había caído en mis pernas.

—Lo siento—trato de limpiarme— ¿dónde hay un baño?

Señala un lugar al fondo.

Trato de levantarme y no llamar la atención de los hombres pero era inevitable que Oliver se fijara en mí.

Sentí escalofríos de su mirara, aparte la mirada y seguí mi camino pero sabía que el aún me observaba.

No me reconocían.

Claro que no, porque este cara nunca había sido manchada por sus manos.

Era un horrible baño con un horrible olor, pero en ese momento no me importo solo me recosté a la pared y tome una profunda respiración.

No llore porque ya no tenía lágrimas, había llorado tanto que mis ojos se habían secado. Solo me quede tratando de calmar mi corazón, limpie mis manos sudadas y trate de que dejaran de temblar.

Miedo.

Eso era lo que tenía al verlos, recordaba el miedo que sufrí.

Limpie la bebida de mis pantalones, lave mi cara con agua y me mire en el espejo.

¿Ahora qué Maddie?

¿Ahora qué Breeze?

Por primera vez me di cuenta de que no había planeado la forma en que los destruiría, en que me vengaría, como les aria sufrir y que supieran que la causante fue esa mujer que secuestraron en el callejón.

Por más que me miraba en el espejo y trataba de encontrar algo de Maddie no había nada, todo era cambiado.

En ese momento supe y entendí que debía hacer

Haría que uno por uno cayera y muriera, cada uno pagara la gravedad de sus pecados, no lo eran en el infierno, lo harán con vida mientras yo miro retorciéndose de dolor y arrepentimiento.

Sonreí a la del espejo.

Desde ese momento dejaría ir a Maddie, esa débil Maddi que confió en todos, que fue buena y que no tuvo más que dolor a cambio.

Salude a esa nueva Breeze, despiadada, fría, que sabía que no todo era bueno, tampoco sería esa ingenua con el corazón roto, claro que no, porque ahora se convertirá en una acecina que vengara a una amiga que no conoció.

Suelto y acomodo mi cabello, salgo del baño con una pícara sonrisa.

Hola Breedie 

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⏰ Last updated: Nov 11, 2021 ⏰

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