segunda oportunidad

capítulo 6

Capítulo 6

Breeze westh.

Me quedo sin aire al oír sus palabras.

Esto no podía ser posible, tenía que ser un sueño, si, si eso era una terrible pesadilla de la cual en algún momento despertaría.

Un silencio se creó hasta que por fin logre hablar.

—¿cómo puede pasar es? ¿Qué significan sus palabras señor?—logro decir—.Esto debe ser una broma.

Clava su mirada en mí causando que escalofríos me pasen por el cuerpo.

—Esto es la realidad querida Breeze, estoy aquí para ayudarte y sé que lo que te propondré no te podrás negar—se sienta en el sofá de mi cuarto y cruza sus piernas elegantemente.

—¿Qué clase de propuesta?

—Es simple y sencillo, te daré tres cosas que deseas claro yo decidiré si es justo o no y a cambio solo pediré algo insignificante.

Desconfiaba de aquel que estaba sentado en el sofá ¿cómo savia que podía confiar en él?

 Corro rápido a la perta.

—¡Mamá! ¡Muller!—grito al mismo tiempo que trato de abrir la puerta pero no cedía.

Era como si estuviera atrancada, así que comienzo a golpearla con fuerza pero nadie respondía.

¿Dónde estaban?

Me giro y miro al hombre.

—¡¿Qué le hiciste?!—pregunto estérica.

El seguía calmado como si estuviera pasando nada, como si todo el tiempo lidiara cosas como estas.

—No les hice nada—por fin responde—.Simplemente detuve el tiempo y espacio, ellos están paralizado, solo en tu habitación nos podemos mover.

Esto...tenía que ser imposible.

Corro y miro por la ventana. Nada se movía, un señor se encontraba inmóvil en la acera.

Entonces si era como que decía.

¿En verdad podía ayudarme?

—Claro—me sobresalto al escucharlo responder a mis pensamientos.

Me volteo nerviosa y me siento en la orilla de la cama.

—¿Qué es lo insignificante que pedirás?—pregunto recordando sus palabras. Una sádica sonrisa se extiende en su rostro.

Era un hombre atractivo, ¿podía alguien como el ser el diablo?

—Cuando mueras me darás tu alma—habla con una pisca de emoción. Me sorprendo aún más al oír su petición.

¿Era eso lo que quería?

El alma tenía un gran valor...pero nunca pensaría que alguien la pediría a cambio de un favor.

Pienso durante unos minutos toda la situación, los pros y los contras. Le daría mi alma cuando muera a cambien de tres de seos.

Era una mujer de solo 25 años a sí que no morirá pronto, lograría disfrutar mis tres deseos, aparte era alguien saludable, nada de mis deseos me afectarían directamente.

Podría ser libe y llevar una vida normal y propia sin estar que revolcándome para conseguir lo que quiero.

Definitivamente, no podría negarme, era muy tentador.

Respiro profundo antes de responder.

—Acepto el trato—digo sin más.

La emoción inunda su rostro y sonríe.