capitulo 3

13 4 1
                                    

Capítulo 3

Abro los ojos lentamente y me encuentro con lo que parece un cielo despejado y claro.

Me sentía tranquila y relajada.

No sentía dolor ni tristeza...era como si este lugar trasmitiera esa paz y calmara mi alma.

Me levanto lentamente mirando m alrededor.

De nuevo estaba en un lugar desconocido, aunque es te era hermoso y tranquilo.

Me encontraba en lo que parecía ser la orilla de un lago rodeado de flores, unos cuantos árboles y más flores; una pequeña banca de color marrón claro donde había alguien sentada y me miraba con una sonrisa cálida y amigable. Me levanto y me miro de pies a cabeza.

Mi cuerpo ya no estaba lleno de hematomas ni rasguños, mi piel volvía hacer suave y clara; mis ropas ya no eran esas rotas prendas sino que las había remplazado un hermoso y largo vestidito blanco.

Vuelvo mi mirada a la persona sentada que aparecer era un hombre; camino en dirección en a él sintiendo el césped bajo mis pies descalzos.

Parecía ser que era un hombre entre los 20 y 30 años ya que su aspecto era joven junto con sus rasgos finos y perfectos, tenía ropas blancas y su cabello... su cabello era blanco junto con sus cejas y pestañas parecía a esas personas alvinas, sus ojos eran grises claros, tan claros que parecían transparentes.

—Maddie—pronuncia mi nombre con una voz calmada—estaba esperándote.

Hace un gesto para que me siente a su lado y lo hago

—¿Dónde estoy?—es lo primero que pregunto— ¿cómo llegue aquí?

Por alguna razón no desconfiaba de él, transmitía una paz sorprendente y una calma que te hacía sentir en la nubes.

Él sonríe cálidamente.

—Puedes llamarle como quieras, la limbo, la nada, el todo—su respuesta me sorprende lo que hace que cada recuerdo llegue a mi mente—estas muerta.

Mi pecho se oprime ante el dolor, siento como una lagrima rueda por mi mejilla.

Muerta.

Si estuviera unas cuantas semanas atrás jamás se me hubiera cruzado por la cabeza que moriría tan pronto y tan abruptamente.

Las palabras de mi madre tenían sentido:

Un día podemos estar aquí y en tan solo un abrir y cerrar de ojos, todo puede cambiar y dar un gran giro.

—Tranquila Maddie— pone su mano sobre mi hombro—tienes que calmarte.

Me paro tratando de buscar una salida mientras siento que mi corazón se acelera cada vez más.

— ¿Tranquila?.. Suena tan fácil, morí por culpa de esos bas...

—Nada de malas palabras—ya no tenía esa voz calmada sino un tono firme—la soberbia daña el alma y el dolor la envenena.

Su voz comenzaba a oírse lejos.

El dolor era cada vez más intento con cada recuerdo que llegaba a mi mente.

Aquellos hombres me hicieron daño, por su culpa morí, mientras mi vida llego a su fin ellos seguirán esparciendo daño, nadie hará nada, nadie me salvo, esos hombres, merecen morir merecen pudrirse en el infierno pero antes pagar también en vida.

Lagrima tras lagrima brotaba de mis ojos.

—Maddie—pone sus manos sobre mis hombros cubiertos por la tela del vestido—tienes que perdonarlos.

segunda oportunidadWhere stories live. Discover now