Bajo la luna || Tsukishima Kei x tú (fem)

Capítulo 16

—¿Se lo tomó bien?

—Pues sí, eso es lo que más me sorprende.

—Al parecer quiere hacer las cosas bien.

Estabas de regreso a la casa de Yachi junto a los demás, como el día de ayer, estaba vez no solo irían a dejarles, sino que también te acompañarían a tu casa. Al llegar, fuiste a la habitación de tu amiga y cogiste tus cosas que ya habías alistado una noche antes.

—Lista.

Se dirigieron por el camino más corto, mientras que se coordinaban para poder estudiar, además que no sabían si llamar a los otros dos, no había problemas, solo que los atrasaría un poco el tener que explicarles y así.

—Si no fuese porque Sugawara lo pide, no lo haría.

—Al menos Hinata tiene la intención —dijo Yamaguchi.

Ambas asintieron, pues los últimos días lo vieron re leyendo sus cuadernos una y otra vez.

—Le diré a mi papá para que nos podamos reunir este fin de semana.

—Hablando de tu papá. ahí está.

Volteaste y lo viste salir de la tienda, lo llamaste desde la otra esquina con los brazos alzados para que pueda ubicarlos. Él levantó su vista y los notó, dio una mala mirada a ambos chicos, se estaba por tomar en serio su papel de padre protector, quizás, pero se acercó con una sonrisa para dar una especie de calma.

—Buenas tardes —saludaron tus amigos al unísono.

—¿Quién es Tsukishima? —preguntó sin mas.

—¡Papá!

—Es lo que hacen todos los padres, ¿no?

Se quedaron mirando por un rato y luego negaron en conjunto, no saben nada de ser adulto o la conducta de los mayores, sin embargo, respondieron como si fueran totales expertos en el tema.

—Gracias por acompañarme —te dirigiste a tus amigos.

—No, no, vayan a la casa. Tengo unas cosas que hacer primero.

—Ah, sí.

Tu papá se alejó al lado contrario. Se quedaron confundidos por la forma en la que reaccionó al final, esperaban una respuesta un poco más severa. Aunque para ti no había sorpresa alguna, pues tal parece que está siendo el mismo de antes, cosa que te había prometido. Todos se dirigieron a tu casa para dejarte como habían acordado.

—Al final, sí cumple su palabra —dijo Yachi.

—Eso parece, me alegra que sea así.

—¿Le dirás para quedarte hasta la tarde?

—Si le digo que me van a traer ustedes o Ennoshita, seguro acepta.

—Pero esta semana tenemos las prácticas del colegio, así que deberíamos centrarnos primero en eso —intervino Yamaguchi.

—Cierto, nos reunimos mañana aquí.

Aceptaron, aunque seguían sin saber si invitarían a los otros dos.

Cuando llegó tu papá a casa, no hubo forma de parar a que deje de hacer preguntas, iba una después de otra sin darte espacio a responder, la mayoría se trataba de tu relación con Tsukishima. Tus respuestas eran monótonos al final ya para cortarle la conversación, comenzaste a pensar de que pudo haber sido una mala idea contarle en medio de un viaje.

A la tarde siguiente los seis se dirigieron primero a la biblioteca de la escuela para tomar algunos libros y después dirigirse a tu casa, también compraron algunos snacks. Como Kei te había mencionado antes, Shoyo no paraba de hablar en todo el camino, Yachi y Tobio eran los únicos que parecían entenderle.

—Te dije que no sería buena idea.

—Ya, pero no está mal ayudarlos —le respondiste.

Tu novio parecía no poder aguantar al peli naranja, así que se colocó sus audífonos para poder relajarse y solo esperaba que esa tortura se acabara pronto, muy pronto. Yamaguchi trataba de aceptar el ambiente que su compañero provocaba, pero daba expresiones que no se le eran fáciles entender; estás en la misma situación.

—Entonces bien, haremos esto: cada uno estudiará el tema que necesite por 30 minutos y luego tomaremos un descanso de 10 minutos. ¿Les parece?

—¡Oh, es la técnica esta! No recuerdo su nombre —dijo emocionado Hinata.

—La de pomodoro —respondió Yamaguchi.

—Yep, así que deja pongo el cronómetro y empezamos.

Eso hiciste, tomaste un libro y tu cuaderno con tus apunte, un poco desorganizados, pero entendibles para ti. Llamó la atención de todos que Hinata y Kageyama tengan tan desordenada su información.

—Será mejor que organicen eso, ya les dijimos la vez pasada —intervino Yachi, señalándote también.

Ellos solo asintieron a lo dicho y trataron de rehacer sus apuntes en otras hojas, llenando la información con lo que sacaban de los libros, hacían algunos resúmenes que le decían que haga, preguntas y demás. Una vez que tocó el tiempo de descansar parecía que ellos eran los único exhaustos, mientras que los demás estaban tranquilos.

—¿Qué haremos?, ¿películas?, ¿juegos? —preguntó inquieto el más pequeño.

—Cada quien hace lo que quiere —dijo Tsukishima para luego echarse en el sofá y ponerse sus audífonos.

—Yo iré a traer unos bowls.

Te dirigiste a la cocina, agarraste uno para cada uno. En eso se aparece Yamaguchi en la puerta, tenía como la mirada preocupada y perdida.

—¿Puedo contarte algo?

Asentiste dejando las cosas a un lado.

—Lo que necesites.

—Sé que a veces Tsuki puede parecer un poco cortante, es solo que...

—Perdón que te corte, pero es la primera vez que se porta así.

—Entonces es solo porque Hinata y Kageyama están aquí.

Te encogiste de hombros y diste una leve risa que él acompañó, le indicaste para ir al comedor con los demás. Abrieron algunas bolsitas de las papitas y dulces, lo pusieron en los recipientes para que luego cada quien tomase lo que quiera.

Su semana se podría resumir en eso, claro que turnaban en las casa de los demás. Luego para volver a sus casas, Tsukishima te acompañaba hasta la esquina de la tuya y se iba desde ahí, sin embargo, insistía en dejarte más cerca, al menos hasta la puerta, solo que te negabas ya que era mucho para ti que se de el tiempo de que alargara su camino por ti.