Today was a fairytale

1.2K 32 2
                                    

Marc POV
Me desperté y Carla no estaba a mi lado. Me senté en la cama y sonreí recordando anoche, ella era todo lo que necesitaba en menos de 24h me s sentía diferente, como curado. Ya no tenía esa sensación de vacío matador dentro de mí que hacía que quisiera enfadarme con todo el mundo. Antes me parecía una chorrada que los sentimientos pudieran cambiar a las personas pero con el tiempo... tengo que dar la razón a los que piensan que si pueden cambiarte.
Oí ruido en la cocina, me lenvanté y fuí hacia ella no llegando a entrar, quedándome en el marco de la puerta. Carla estaba cocinando y bailando alrededor de la cocina, estaba increible con solo mi camiseta y el pelo recogido en una trenza. Toso para que se dé cuenta de mi presencia y se asusta.
-Ey, menudo susto. Buenos días dormilón-me dice mientras la agarro por la cintura y la atraigo pare besarla.
-Buenos días, estás muy contenta hoy ¿no?-La pregunto y me asiente sonriendo. La aprieto más a mí porque es tan mona a veces que solo quiero estrujarla entre mis brazos.
-¿Por qué no iba a estar contenta? Estás aquí- me dice antes de besarme- tengo grandes planes para nosotros hoy- acaba de contarme.
-¿Sí? ¿Y esos planes incluyen este desayuno?- le dijo
-Sí... bueno la cosa era que no te despertaras y que fuera sorpresa pero..
-Bueno... ya que estamos aquí podemos enfocar toda esta energía que pareces tener esta mañana en cosas más.. productivas.
-Ummm... ¿Qué sugieres?
-Ejercicio... antes del desayuno
-¿Nunca te cansas?- me dice alzandome una ceja.
-Soy insaciable en cuanto a tí respecta ¿Te cansas tú?
Nunca- me responde dádome un beso apasionado
Perfecto, estamos de acuerdo entonces- la digo y la cojo en mis brazos mientras ella da un pequeño chillido y rie. La llevo a la cama y me pierdo en ella una vez más.
Más tarde hacemos el desayuno juntos entre risas y desayunamod tranquilamente en su terraza.
-¿Qué tal Alex y San?- me pregunta.
-Sandra está como para explotar lo fuerte es que ha sido en un abrir y cerrar de ojos, verás cuando la veas y todavía la faltan dos meses-la digo dando un mordisco a mis tortitas.
-¿Enserio? ¿Y Alex? ¿Nervioso?- me dice
-A ver, delante de San intenta no parecerlo porque no quiere extresarla, pero está paranoico preocupado por la salud de Sandra y de el bebé.
-Normal, de todas formas ya queda poquito, dos meses no son nada.
-Ya, dos meses y seremos tíos... qué fuerte.
-Ya ves. Y.. ¿Qué tal tus padres?
-Cabreados conmigo a más no poder. El día siguiente del beso con Lily, que mi padre vió, mi madre me echó la bronca del siglo, dijo que la había decepcionado y que ella no había criado a un hombre así. No saben que estoy aquí contigo así que seguiran queriendo matarme.
-Sí bueno, me acuerdo de ver a Juliá ese día.
-Mi padre no estará tan enfadado, porque sabe que esto está pasando, o sabe que va a pasar.
-¿Por? ¿Le has llamado?- me preguntó
-No-sonreí-el día de Lily me advirtió que estaba enamorado de tí y que iba a perderte si la seguia cagando. Él sabe lo que eres para mí, así que imagino que sabe que no te iba a dejar marchar-Le dije y sonrió.Le pregunté por su familia a la que tuve ocasión de conocer un fin de semana y me contó que estaba todo bien, que no les había contando que no estábamos juntos porque no se veía con fuerzas, iba hacerlo este fin de semana así que por suerte su familia no se ha enterado de mi cagada.
Carla decidió llevarme por Madrid, a sitios que eran secretos para mí porque ella no quería decirme. Primero fuimos al retiro. Paseamos, hablando de motos y la próxima carrera en Valencia, la última. Tendríamos que irnos a Valencia en 5 días y yo tendría que cojer un avión a Barcenona mañana por la noche. Estaba pensando en pedirle a Carla que nos fuéramos a vivir juntos casi 8 meses juntos eran suficientes para mí para saber que la quería a mi lado todas las mañanas pero la duda y el miedo me asaltó por lo que ella amaba Madrid, decía cosas positivas de cada baldosa que pisábamos en la capital. Me parecía un crimen alejarla de su ciudad, su gente y su familia. Además no quería presionarla y agobiarla cuando acabábamos de arreglarlo.
Comimos en el retiro tirados en el cesped, varios fans vinieron a hacerse una foto conmigo y Car las tomó alegremente. Después de comer Car me llevó al Prado y me guió por el, se sabía las salas de memoria y yo no podía hacer otra cosa que mirarla pasmado mientras me contaba historias sobre los cuadros. Cuando salimos era casi la hora de cenar así que Carla me contó que había quedado con sus antiguos amigo de la universidad y que si me apretecía podiamos ir,a mi me pareció bien así que fuimos a un pequeño restaurante italiano y mi chica comenzó a saludar con la mano a un grupo de chicos como nosotros en una mesa.
Ana,Marco, Elena y María, eran los compañeros de universidad de Car, María me contó que en teoría compartía piso con mi Carla pero que cuando empezó con su novio Pedro, que estaba sentado a mi lado en la mesa, estaba casi todas las semanas con el y así dejaba a Carla libre, como el piso era de sus padres ella no estaba pagando alquiler así que no la importaba. Estuve hablando sobre todo con los chicos sobre las motos, me felicitaban por mi mundial y me preguntaban sobre cosas de la moto. Car estaba muy animada hablando con sus amigas de los países que había visto gracias a la beca y a veces hablaba por lo bajini de mí, pero yo ponía el oido. No es que sea cotilla pero a uno siempre le gustan oir buenas palabras de la gente que quiere. Nos despedimos de todos y quedamos para otra vez cuando viniera a Madrid, Car y yo empezamos a caminar a casa cuando me entró una llamada, era Alex.
-Marc- me dijo con voz preocupada.
-Alex, ¿Qué pasa?
-Estamos en el hospital, San se ha mareado hoy en casa y he tenido que llamar a la ambulancia.
-No jodas- miré a Carla que me miraba interrogante- ¿Sabes como está?
-Sólo sé que el bebé está bien-dijo apenado
-Tranquilo Alex que vamos para allá.
-No Marc, no hagas alarma. Por ahora no sabemos nada. Ha podido ser una bajada de tensión, es una
tonteria que vengais. Además está aquí toda la familia nuestra y de San.
-Vale Alex, pero si sabes algo mantenos al tanto por favor. Y tranquilo, verás como no es nada.
-Sí, tranquilo. Te aviso.Adiós.
-Adiós.

Le conté a Carla lo que pasaba y esta se puso muy nerviosa, lo normal. Fuimos a casa y nos tiramos en el sofá esperando respuestas de mi hermano, me llamo mi madre, la cual alucinó cuando supo que estaba en casa de Carla pero no era momento de explicarla lo que había pasado. También llamó mi hermano agobiado por toda la presión y el tiempo de espera. En la segunda llamada ya tenía información nueva,Sandra estaba despierta y sana. Los análisis mostraban falta de hierro y otras vitaminas que debía tomar en pastillas. La falta de esas vitaminas y el gasto de energía del embarazo la había ocasionado a el cuerpo una situación insostenible, no tenía energía y por eso el mareo. Todos nos tranquilizamos, Carla habló un poco con Sandra, bromeeando hasta en la cama del hospital y yo hablé con Alex más tranquilo que me dijo que les habían dicho el sexo del bebé, era un niño. Toda la familia había recibido la noticia junta, mi hermano preguntó que qué hacía en casa de Carla y le dije que habíamos solucionado las cosas mientras la veía hablar con Sandra y reír con ella. Carla colgó y se quedó mirando por la ventana, envolví mis brazos en ella y la pregunté.
-¿En qué piensas?
-En que te quiero muchísimo y eso me da miedo
-Bueno, a mi tambien me pasa eso- le dije apoyando nuestras frentes
-¿Crees que hubiera sobrevivido nuestra relacción de habernos pasado lo de San y Alex?
-Sé que sí, porque sé que no voy a dejarte ir.
-¿Y si quiero irme algún día?
-Te convenceré de que estamos mejor juntos¿No lo he hecho ahora?- la dije dándola un pico- y si es necesario te raptaré.
-Pero soy abogada te puedo meter en problemas- me dijo pasando su mano por mi pelo.
-Casi abogada. Correré el riesgo- la dije.
-Me gustas porque eres un kamicaze
-Y tu eres otra, por eso estamos juntos- la dije y ella sonrió
-Sí, supongo que todo tiene sentido-dijo riendo levemente y besándome. Aquella noche Madrid brillaba en la ventana del salon de Carla una luz perfecta bajo la que bailar a ritmo de cualquier canción que pusieran en la radio y reir porque después de tanto tiempo sin hacerlo se sentía lo correcto.

93 minutes.  (Marc Márquez)Where stories live. Discover now