How long I will love you

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-GOOOD MORNING DARLING-Me desperté escuchando esa mañana. Marc me había despertado ya que nos íbamos de viaje a Londres por segundo año consecutivo, Marco tenía ya un año y estaba guapísimo, yo seguía trabajando con Honda al igual que Sandra y Marc ya iba a por su cuarto campeonato de motogp, seguíamos viviendo en la misma casa, cerca de Alex, San y mi pequeño. El viaje duraría poco, cuatro días, ya que Marc tenía compromisos pero algo es algo.
-Jajajajajaja dios, te quiero Marquez- le dije agarrándome a su cuello.
Despues de un poco de tonteo mañanero nos pusimos en marcha, cogimos todas nuestras cosas y nos encaminamos hacia el aeropuerto. En el camino Marc me ponía canciones en inglés y ambos las cantábamos a todo pulmón, menudo cuadro a las 6 de la mañana. Cogí mi maleta, no muy grande ya que eran pocos dias y nos metimos en el aeropuerto. Un par de flashes nos fotografiaron y estaba de tan buen humor esa mañana que hasta sonreí y contesté a alguna que otra pregunta no muy reveladora.
-Bueno, parece que alguien se ha despertado de buen humor- me dijo Marc entrelazando nuestros dedos.
-Sí, la verdad que despues de las fotos del hospital creía que no iba a poder volver a mirar a la cara a un periodista. Pero ya ves, estoy con fuerzas hoy- le dije sonriendo.
Poco despues de que Marc saliera del hospital se filtraron fotos mías de diferentes días en el hospital. Hasta una de los primeros días en los que aparecía con una manta por encima y apunto de intentar dormir con unas cuantas lágrimas en la cara. Cuando las ví sentí que mi intimidad había sido violada y me sentó muy mal que no hubieran tenido ni el mínimo respeto hacia mí así que estaba enfada con cada periodista que pusiera una cámara delante de mí fueran los mismo que me habían echado las fotos en el hospital o no. No pronunciaba ni una palabra para ellos. Hasta hoy que estaba de un humor tan brillante que nada lo podía nublar. Nos encontramos con varios fans con los que Marc se echó fotos y nos fuimos a embarcar. El avión era alucinante, nunca me acostumbraría a la primera clase.
El avión despegó y Marc y yo pedimos varios postres, de chocolate todos y hicimos un desayuno improvisado. El viaje no era muy largo así que aprobechando que el chocolate me había dejado baldada me dormí en el hombro de Marc.
Marc me despertó cuando ya se podía ver Inglaterra por la ventana del avion. Estaba como una niña de 5 años, literal. Cuando aterrizamos un montón de gente conocía a Marc y sorprendentemente a mí tambien. Raro. Íbamos a llegar tardísimo al coche que nos esperaba para ir al hotel así que corrimos por el aeroopuerto y llegamos en menos de 10 minutos a donde esperaba nuestro conductor que nos llevó a un hotel céntrico con una habitación ridículamente lujosa. Miré a Marc con incredulidad.
-Esto es ridículo, es más grande que nuestra casa casi-le dije riendo, el tambien estaba flipando.
- Es que el dueño del hotel es muy fan mío, o eso me dijeron al hacer la reserva. No pensaba que era así de fan- dijo haciendo un movimiento con la mano señalando la habitación. En un movimiento rápido me levantó poniendome a su altura y me preguntó
-Entonces... ¿Qué quiere hacer la jefa?
-Lo que el jefe sugiera- le contesté dándole un casto beso.
-Vale, pues. Turismo y luego comida en el primer restaurante que te guste?- preguntó
- Me parece bien
Hicimos turismo durante toda la mañana hasta que me empecé a morir de hambre.
Estábamos parados en medio de una calle con muchos restaurantes porque yo no era capaz de decidir en cual quería comer si en el de la izquierda o en el mi derecha.
-Ai que no sé, no me gusta las decisiones de comida- le dije a Marc haciendo pucheros.
-A ver que tengo la solucion, tápate los ojos- me tapé los ojos y me hizo girar, a un lado y a otro de manera que ya no sabía a que lado quedaba cada restaurante.
-Ahora elige un lado, izquierda o derecha. Que decida el destino.- dijo riéndo
-Umm ¿Izquierda?- le dije a Marc
-¿Segura?- me picó.
- No me hagas dudar cabrito- le dije dándole un codazo- sí venga, izquierda- me destapó los ojos y ví que había elegido el restaurante italiano. Entramos a comer y como no, el dueño conocía a Marc, le había visto en la tele, se llamaba Pietro y era gracioso, se echó varias fotos con Marc. Dejamos elegir al dueño los mejores platos del restaurante y aplaudí internamente por que nos hubiera tocado, era genial.
-Creo que me quiero venir a vivir aquí ¿Crees que Pietro está casado?- le dije de broma.
-¿Me estás cambiando por comida? Esto huele a crisis- me dijo medio riéndose.
-No me digas que tu no te casarías con el si te cocina así todos los días
-Definitivamente lo haría- me dijo guiñándome el ojo.
Salimos del restaurante y seguimos haciendo turismo, lo típico, el Big Ben, el paseito en Bus, etc.
Después de cenar en un puesto ambulante de la calle decidí que no podía andar más, además ya eran las once de la noche y mañana pensábamos levantarnos pronto para ir al London Eye.
-¿Hotel?- me preguntó Marc y le respondí afirmativamente.

Al llegar a la habitación todo estaba muy tenue y romántico, velas, luz a medio punto y champagne.
-Ójala pudiera atribuirme el mérito- dijo Marc- pero no he sido yo, supongo que habrá sido el hotel- le sonreí, daba igual lo importante era que el ambiente era romántico a más no poder. Así que se me ocurrió una idea, me excusé con que tenia que ir al baño y allí me puse mi mejor conjunto de lencería y me peiné y retoqué el maquillaje mínimamente.
Era la noche. Tomé una gran respiración y salí.
Marc POV
Car salió del baño y a mí se me salieron los ojos de las órbitas. Llevaba un conjunto de lencería negro que dejaba muy muy poco a la imaginación . Me acerqué a ella y la miré de arriba abajo, incrédulo aún de que toda esa perfección fuera mía. La levanté la barbilla y la besé ferozmente, contra la puerta del baño.
-Ni imaginas lo que quiero hacerte-la susuré con la respiración agitada.
Me dediqué a investigar todas las partes del conjunto de lencería con mis manos y acabé tirándola a la cama. Las medias fueron lo primero en volar, dejando ver su perfectas piernas por las que tan loco estaba, a continuación desapareció el sujetador y me dediqué a prestar atención a esa parte de ella. Por último agarré el preservativo con una mano mientas con la otra me desacía sus bragitas.
-Bonito conjuntó- comenté mordiéndola el cuello.
-Ocasiones especiales- me dijo entre suspiros.
-Umm.. ¿Qué estamos celebrando?- la dije mordiendo el lóbulo de la oreja. Me miró a los ojos, confiada y me quitó el preservativo de la mano.
-Que ya no hace falta que utilices de estos- me susurró tirándole lejos de la cama.
-¿Píldora?- le pregunté desconcertado y ella negó con la cabeza.
-No pildora, no más métodos anticonceptivos. Si quieres... Marc quiero tener un hijo contigo y estoy hablando en presente. Ahora- me dijo y abrí los ojos como platos ¿Me estaba diciendo que por fín había aceptado a formar una familia conmigo? Estaba alucinando.
-¿Me estás diciendo que vamos a intentar hacernos padres?- La dije
-Lo estoy diciendo, sí. Si quieres claro- me dijo y me reí ¿Cómo no iba a querrer? desde que mi hermano tenía una familia me moría por crear una. Asentí dándola un largo beso que rápido se convirtió en desenfrenado. La mire desde arriba y me sumergí entre sus piernas, era la invitación más coherente que existía en el planeta. Ella gemía de vez en cuando y eso me hacía recordar que estábamos juntos en esto. Aceleré el ritmo, quería hacerla llegar, quería subirla al cielo, me dí cuenta de que lo había conseguido cuando ella gritó y todos sus músculos se relajaron entonces me deje ir por primera vez dentro de ella, sin barreras. Ella se agarró fuertemente a mi espalda como si yo fuera su soporte. Tenía la sensación de que acabábamos de hacer el acto de amor más grande que alguna vez había presenciado la Tierra. Así que en cuanto mi respiración se tranquilizó, la abracé y junté nuestras frentes.
-Eso ha sido... sin palabras...- me dijo susurrando y la besé.
-Quiero que sepas que para mí significa todo que hayas decidido meterte en esto, conmigo- la dije y me sonrió.
-No me hubiera metido con otra persona, ahora prometeme- me dijo.
-¿El qué? - la pregunté confuso.
-Que el sexo no se va a convertir en un mero método conceptivo- me dijo y me reí ¿Tenía miedo de que me acostase con ella solo por mis ganas de ser una famila?- No te rias- me riñó frunciendo el ceño.
-Car, es que es ridículo. Cuando tú y yo tenemos sexo estamos haciendo el amor y yo te hago el amor porque estoy enamorado de tí y esa es la única razón por la que tenemos y tendremos sexo, porque nos queremos. No presiones, todo como hasta ahora. No voy a medirte la temperatura ni a hacerte poner las piernas en alto ni nada raro- me reí y ella me acompaño.
-Entonces perfecto, vamos a ser una familia- me dijo abrazándome.
-Tú ya eres mi familia. Solo vamos a ampliarla- la dije.
-Suena bonito- me dijo sonriendo.
-Como tú- dije besándola.

93 minutes.  (Marc Márquez)Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα