A letter.

8

Mientras evadía la vista acusadora del detective aprovechaba para ojear el reloj en la habitación. Eran ya las 1:15 am, no podía volver después de que amaneciera, tenía asuntos que resolver aún y ya había avisado que su salida sería breve, evadir preguntas en casa se hacía cada vez más agotador, y detestaba ver a Lewis cargar con el peso de sus acciones.

— Solo quería iniciar otro tipo de conversación, — retomó William, inclinándose para apagar finalmente su cigarrillo.— Vivir con un amigo debe ser agradable, — comentó, hubo una minúscula pausa antes de ese adjetivo, no sabía qué palabra elegir, la táctica de equivocarse a propósito no iba a funcionar ya que siquiera sabía cuál era la respuesta adecuada.

— ¿Qué hay de tus hermanos? — Sherlock ya siquiera le estaba mirando, la pena de que el tema se tratara sobre su relación con John permanecía, así que optó por ordenar un poco frente a él para que se le facilitara levantarse en un rato.

— No es exactamente lo mismo, un amigo elige quedarse. A veces me pregunto si la obligación sanguínea es lo que nos mantiene juntos, — explicó William, cuando se sinceraba de esta forma evitaba también la mirada ajena, ambos sentían vergüenza por razones distintas, mientras que William lo expresaba y ocultaba lo que realmente significaba para él, Sherlock no sabía cómo expresar los sentimientos de forma adecuada y las señales escapaban sin que él pudiera evitarlo. Una debilidad, pensaba William, la reconocía, y simplemente no podía utilizarla en contra del detective.

— Pero supongo que lo entiendes, tienes un hermano después de todo, — no sonrió esta vez, de hecho optó por alcanzar su vaso y beber lo último que quedaba, la bebida ya tibia al haber pasado tantas veces entre sus dedos. — Y un amigo para comparar. Pero no siempre fue así, ¿verdad?

La vida antes de John... Si, cuando lo ponía de esa forma, era fácil denotar la diferencia entre una amistad y una relación sanguínea, suponía que el "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" aplicaba, y más teniendo en cuenta la cantidad de veces que estuvo a segundos de perder esto. — ¿Buscas una opinión ajena en alguien? — Preguntó Sherlock, sus propios pensamientos le distraían tanto que no podía terminar de adivinar la intención de esta conversación. Quería hablar de su amistad con John desde que aceptó quedarse, ¿por qué era lo que más curiosidad le daba? En su opinión, era lo más normal en su vida, la simpleza de tener un amigo, nunca creyó que era el tipo de persona que...

... Ahí estaba la razón. Ellos dos tenían eso en común. O tuvieron eso en común, y ahora que era completamente distinto William cuestionaba ese cambio. No eran el tipo de personas que simplemente hacían amigos.

— Iré por otro trago, — interrumpió Sherlock antes de poder escuchar la respuesta de Liam. No iba a obtener una respuesta de todas formas. Nunca antes lo escuchó mencionar algún nombre en específico así como él lo había hecho. Prefería dejarlo ahí. No quería que William confirmara esta teoría.