2

938 116 0
                                    

—Solo con una condición.

La mejor forma de escapar era seguirle el juego, o esa era la justificación con la que cubría sus sentimientos, todas sus motivaciones eran lógicas y calculadas, ya fuera si llegaba a estas conclusiones de antemano o si encontraba el patrón después de que el destino le llevara en ese camino. William siempre podía decir que había algo más detrás de sus actos, pintaba la poca humanidad que le restaba con los colores que se atrevía a tomar y dejaba que la subjetividad de la obra diera una imagen culta, a fin de cuenta los árboles cubrían el bosque.

Sherlock no pudo ocultar su emoción, una sonrisa apareció en su rostro, esa sonrisa que lograba entrecerrar sus ojos, sabía que estaba consiguiendo lo que quería y siquiera parecía haberse esforzado tanto, — te escucho.

— No seré el amo del crimen esta noche, — respondió el rubio, retomando el contacto visual y devolviéndole la mirada divertida con la que él presumía de antemano su victoria, ahora siendo desafiado por la inteligencia de William, pero no había nada que disfrutara más que caer en sus trucos, el agridulce sabor de estar siendo manipulado con el peor de los fines y siendo atrapado en el medio más entretenido de todos.

— No responderé preguntas concretas, no discutiremos el contenido de los sobres que el amo del crimen te entregó, y no dejaré que me atrapes esta noche, — mientras explicaba, la expresión del ojiazul fue cambiando, el agarre que tenía sobre la mesa en la que estaba aún apoyado había disminuido, tenía que procesar bien las reglas para entender a qué estaba jugando y sabía que quizá estaba dejando ver cómo iba el proceso.

Desasociar de la situación era otra escapatoria. Si aceptaba ganaba algo pero quizá no del todo, y si se negaba, iba a perder por completo. Era de esperarse, de verdad se trataba de... Liam. Simplemente Liam poniéndole una pausa al juego, esta vez haciéndolo frente a sus ojos como un mago enseñando su sombrero para probar que el siguiente truco no era uno en absoluto.

— Bien, me parece justo, — respondió luego de esa pausa.

A letter.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu