Bella storia

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Después de aquel extraño encuentro, Grell regresó apurado a la habitación, para encontrar la vacía.
Abriría la puerta por primera vez y encontraría una hoja sobré el almuerzo y cena de ese dia.
La nota contiene las disculpas del mayordomo junto con la situación y razón de su ausencia, al igual de las instrucciones a seguir para obtener el alimento de la siguiente semana.

Ya recostado en el lecho de la habitación, contemplaba el techo de esta mientras repasaba una y otra vez todo lo ocurrido aquella tarde.
Analizaba en específico el momento en que perdió el conocimiento. En ese momento solo tenía presente una sensación de dolor en toda su garganta y pulmones, era una tortura.
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A- Reporte de investigación
Día 39
Se confirma mi teoría al cien por ciento,
y doy por iniciada una nueva misión personal. Tal vez al despacho de Dioses de la muerte o en general en Londres no les importa un comino el prójimo. Pero a mí sí , me interesa recuperar a su persona y sus recuerdos como Dios de la Muerte.
No por una promoción
o un aumento.
Pienso recuperar la memoria del funcionario Grell Sutcliff por cuestiones personales...
Y pienso completar mi misión en el proceso-
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En la mañana del siguiente día, el albino se encaminaba al jardín con una cesta de comida.

G- Hola? Señor Wilde? Emm... Ayer le grite..y fui descortés con usted... Pero.. Tenía razón... Sebastian no regresara hasta.. - en cada pausa miraba al cielo, esperando que ese sea el mismo sobré el mayordomo. Un pensamiento sumamente cursi - Y.. Y la verdad no me gusta comer solo... -

A- En ese caso, qué hay para desayunar? -

G- Ah! - el extraño rubio aparecido a sus espaldas, claro la reacción del contrario fue de un susto de muerte.

A- Scusa, no era mi intención que reaccionara así - con una sonrisa descendió de su escondite y le extendió una mano.

G- lo dice, a pesar de haberse aparecido a mis espaldas -

Una carcajada a labios cerrados fue la respuesta del rubio, pues del susto termino cayendo sobré otro arbusto. Por fortuna este no tendría espinas.

A- y aún así, le retribuyo mis disculpas -
Comentó mientras retiraba una de las hojas y pétalos que se le enredaron en el cabello.

Ambos se sentaron en la banca del jardín y Grell con emoción abrió la cesta.

A- vaya, huele delicioso -

El desayuno de ésa mañana serían Tomates a la parrilla, pan tostado, salchichas, un té negro English Breakfast y variados dulces de frutos rojos.
Servido el té y repartido el desayuno en dos platos diferentes, empezaron a desayunar.

A- Mangiamo! -

G- ?? Manjia...

A- Mangiamo! Es una expresión, significa "Comamos" -

G- manquiamo -

A- Ptss Jaja ja ja -

Ambos rieron, y siguieron comiendo tranquilos.

G- Buon Appetito! Eso significa buen provecho -

G- de dónde vienes tienen una expresión para todo -

A- supongo que si, todo estuvo delicioso -

G- si! Sebastian prepara el desayuno más -

A- ah? entonces los hizo el Señor Sebastian, yo creía que usted lo había preparado-

G- yo? Jamás! Yo no.. Yo no puedo hacer algo así.. no! No sé hacer algo así y ...aunque pudiera, no creo que Sebastian me permitiera salir de la habitación -

A- Mghm, suena más como si fuera un carcelero -

G- No! No por supuesto que no! Sebastian no es mi carcelero! él es mío, es quien cuida de mi y me protege de-

A- lo proteger? de quién?.. - la pregunta era casi obvia.

G- del Qmo Ciel, yo...
Antes de vivir en el sótano, era mayordomo... - su dicción y su pronunciación era mala pero su historia era sumamente clara para el rubio.
- de una aristócrata muy importante, una hábil doctora y una mujer increíblemente hermosa, sin embargo yo no era el mayordomo ideal - acariciaba sus brazos y sus ojos cambiaban su expresión, se leía una gran culpa en su rostro.
-Mis errores estaban presentes constantemente y día a día empeoraba Confundía la sal con el azúcar para su té, rompía o perdía constantemente las tazas y platós.
Era un mayordomo horrible, mi Ama me encargo por unas semanas con el joven Phantomhive, pues era bien sabido que él tenía a un notable y excelente Mayordomo a su cargo -
Su semblante cambio, el solo pensar en su nombre dibujaba una sonrisa en su historia.
- Sebastian, fue amable y siempre tuvo paciencia conmigo, pero ni con todo el tiempo del mundo me fue posible mejorar, las semanas pasaban y yo seguía sin una mejoría, no fue hasta que tuve un feo accidente -
Sería ese el recuerdo que despertó en él ayer, esa tortura y el dolor de su garganta tendrían algo que ver. Nada más alejado de la verdad, pero eso no lo sabía Grell.
-Realmente no lo recuerdo, pero... supongo que fue tan severo que me borro la mayor parte de mis recuerdos, Sebastián se enteró de mi inminente despido -
Otra sonrisa se dibujo en su historia, pero está tenía un ápice de tristeza.
- pues después de mi accidente yo ahora era un lastre total, Sebastian no vio un lastre o una molestia, él me vio a mi, vio mi precaria situación y decidió acogerme
y darme su apoyo
y su amor, en lugar de abandonarme -

A- Bella storia... es por eso que usted es tan fiel a sus reglas, igual que un perro con correa que encierran en el sótano para no verlo -

G- Nno! Nu.. nuestras reglas!

A- nuestras? Esta seguro de eso? -

G- sssSi! Ta..tal vez usted crea que él solo me controla, pero si yo no hago que se moleste, es por que él -

A- por que le tiene miedo -

G- No! Mimiedo! No! yo.. Yo.. Yo quiero a él... Yo lo Quiero a él.. - el rojo que había desaparecido de su antigua cabellera ahora se encontraba en todo su rostro - yo quiero ser especial para él, él es mío...-

Los sentimientos del albino eran completamente transparentes y sinceros, todo lo contrario a la historia de antes.
Era un hecho que todo era una farsa, una fantasía confundida con memorias del pelirrojo disfrazado de humano o en ojos del Italiano una completa patraña por parte de cierto demonio, pues pudo darse cuenta de que no toda la historia era falsa. Aún había partes con cierta veracidad, estás estaban descritas en el reporte de su última tarea como Dios de la Muerte y como aliado de la Doctora Angelina, pero la mayor parte de la información había sido manipulada a total conveniencia del Mayordomo.

PELIRROJO Where stories live. Discover now