14. Me gusta Sabrina Blythe

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Beck.

No seas idiota, camina sin mirarla, camina sin mirarla, ignórala como lo había hecho toda tu vida.

Caminaba por el pasillo aquella mañana, nervioso y con las manos sudando. Sentí la mirada de Sabrina y eso terminó con mi poca tranquilidad.

(Se fuerte, campeón, piensa en que después de clases iras por un maravilloso libro.)
Me apoyo mi conciencia.

Después de lograr reunir la logre ignorarla y seguir mi camino hacia mi casillero. Santa mierda de las mierdas, sentí como mi corazón palpito a mil por hora.

Mi día transcurrió normal, hasta que recordé que debía enfrentar a Sabrina para pedirle mi libro. No juzguen, en donde le haya echo algo a mi bebe le quiebro una uña.

(Que terror das.)
Pude sentir el sarcasmo interno.

Hey, es una chica, no la tocaría de esa manera.
Me defendí.

¿Ah no? ¿Entonces de qué manera la tocarías?
Pueden llamarme loco pero mentalmente vi la imagen de mi conciencia alzó las cejas con perversión.

Ignore lo que mi estupido yo decía y comencé mi búsqueda hacia Sabrina, lo cual, no fue para nada difícil encontrarla.

Ella sintió mi mirada al momento, observo como yo caminaba inseguramente hacia ella. Me miró fijamente probablemente burlándose de mis pasos torpes. Cintaba mentalmente para tranquilizarme y no decir ninguna estupidez.

Tranquilo, Beck, solo pide el libro y sigue con tu vida. Al llegar aclare mi voz para relajar mi ansiedad y hablé:

—¿Sabrina?, ¿podemos hablar?— mierda, mi voz salió más nerviosa de lo que esperaba.

—De acuerdo.

Vi como comenzaba a bajar de las gradas, pero también vi como volteaba a algún punto. Dirigí mi vista hacia el lugar y encontré a Maximiliano, ¿le estaba pidiendo permiso para hablarme?

Ignore aquel acto y cuando llegó ella a mi lado, olvidé hasta mi apellido.

—Y-yo— tartamudee, ella me miraba atenta y paciente— espero que puedas devolverme mi libro, en verdad me esforcé para comprarlo y no quiero perderlo.— hable mientras jugaba con mis dedos.

Ella encarnó una ceja, pensativa después sonrió inocentemente y dijo:

—Te lo devolveré si tienes una cita conmigo.

—¿Cómo?— hablé más confundido que nunca.

Se encogió de hombros como si fuera lo más normal del mundo— Te lo dije fuera de la cafetería, Beck, me atraes y quiero salir contigo.— se acerco con pasos lentos pero decididos y me miro a los ojos— paso por ti a las 7:00 pm hoy, usa algo casual, me gusta cuando eres tú mismo.

—Pero tú... tú estás con Maximiliano.— le recordé.

—No, eso fue un error y quiero demostrarte que en verdad me interesas Beck.—se acercó aún más hacia mi.

—No lo se, Sabrina.

—Bien, espero que con esto te quede claro que solo eres tú.

Intente responderle pero mis palabras fueron calladas por sus cálidos labios sobre los míos. Al principio solo fue una presión, pero después ella me tomó del cuello para profundizar el beso.

Yo se que ustedes esperaban a un Beck fuerte y valiente que no siguió el beso, se dio a respetar y se fue con su dignidad intacta.

Pues no... me deje llevar por mis instintos y seguí el beso, era tierno, delicado pero en verdad sentía calidez ahí. Cuando nos separamos pude sentir la mirada de todos los alumnos que estaban, sorprendidos por la escena.

Me sonrió de lado, camino y se detuvo cuando se posicionó a mi lado, susurró lo suficientemente bajo para que solo ella y yo escucháramos.

—No me dejes con las ansias de salir contigo, Beck, prometo ser paciente con tu falta de experiencia.

Y con eso se fue contoneando sus caderas como si hubiera hecho lo más emocionante del mundo. Me dejó ahí con mil dudas pero con mis sentimientos claros.

Me gusta Sabrina Blythe.















Nota de la autora:

Se que es un capítulo corto pero debía subir este capítulo para comenzar a escribir el que más entusiasmo me causa. Se supone que estoy en clases pero jahwiwjaia.

Bueno, agradezco su apoyo, no tienen idea de cuanto lo agradezco. Probablemente esta historia no sea lo que esperaban y aún me falte desarrollar más pero hago lo más que puedo.

Esto es un pasatiempo y una pasión para mi.

Por cierto, ¿les gustaría ir a leer mi otra historia? Se llama Ángel y prometo que saldrán sin estabilidad emocional.

Nos leemos en el siguiente capítulo, chao.

Un beso.

Un Cliché Diferente I y IIWhere stories live. Discover now